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lunes, noviembre 25, 2024

Fresa y Chocolate: “Ni Fidel la pudo ignorar”

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Multipremiada. La obra ícono cubana se presentó en El Huerto el jueves pasado por la noche. Más allá de la política, más allá de la homosexualidad, más allá del desnudo. La obra es netamente humana y esa es la condición que rescatan Antonio Arroyo y Damián Albariño. La Historia Universal de la Intolerancia.

El circuito de circulación de Fresa y chocolate es el siguiente: nació a partir del cuento El Lobo, el bosque y el hombre nuevo (1990, premio Juan Rulfo), editado por el Ministerio de Cultura de Cuba con una tirada de 1.000 ejemplares con ilustraciones de Zaida del Río. Luego apareció en la revista Orión, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNRAC), y siguió circulando en fotocopias. Antonio Arroyo, según datos referidos, comenzó a hacer la obra de teatro. Más tarde vino la película Fresa y Chocolate filmada por Tomas Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, para quienes el mismo Senel Paz escribió el guión.

Por otra parte Fresa y Chocolate (1992) también ganó el Premio al mejor guión en el XIV Festival Internacional de Cine Latinoamericano celebrado en La Habana. Y se llevó el Oscar también.

jpg_fresa_2.jpgEn conversación con Damián Albariño, aclaramos que la circulación es cuento, obra de teatro, película. En casi todas las páginas de Internet, la obra de teatro es dejada de lado y sólo hay referencia a la película.

Antonio Arroyo, en una entrevista para El ciudadano (Arg.) dice: “Cuando se conoció en Cuba la obra literaria, hubo un antes y un después. En realidad, mucha gente pensaba lo que dice esta obra pero nadie se atrevía a poner blanco sobre negro. Senel tuvo el coraje y el talento artístico para hacerlo y es la obra más fotocopiada en la historia de Cuba, dado que sólo se editaron mil ejemplares. Cuando lo leí, dado que fui uno de los privilegiados que consiguió un ejemplar, me dije: “Esto hay que hacerlo”. Entonces, me involucré en la tarea de buscar otro actor y un director. La obra fue un suceso en Cuba, la hacíamos temprano en el Teatro Nacional, que queda lejos del centro, porque no había transporte. En aquél momento se producía una catarsis que iba más allá de lo artístico y que se revelaba como un fenómeno sociológico”.

Despúes de su última representación en el 2005, la obra Fresa y chocolate vuelve a la Argentina este año e inicia una temporada en Rosario que debido a la gestión de los señores Julio Belando y Adrián Ramirez de J. B. Producciones, el recuperado ámbito del Auditorio de Radio Nacional, remozado como Teatro Nacional Rosario (Peatonal Córdoba 1331) con una capacidad para 350 espectadores y escenario de 8 metros de boca por 7 metros de fondo, fue el marco adecuado para la realización de esta pieza teatral.

El argumento es simple: Diego (Antonio Arroyo) es un homosexual amante y trabajador de la cultura; David (Damián Albariño) es un estudiante de Ciencias Sociales, militante y campesino. David tiene prejuicios contra Diego por su elección sexual pero intrigado por su vida y en tarea de “espionaje” se involucra con él. A su vez, Diego, quien hizo una apuesta para seducirlo, también se interesa por la persona que hay en David. Uno aprende del otro y las circusntancias sociales los obligan a separarse.

El contexto de la obra es la Cuba de los 70 con vigencia actual por la homofobia y la intolerancia, si bien el éxito de la obra en la isla y su proyección desde allí hacia el mundo -sobre todo en la versión fílmica- marca un inflexión con una línea creciente de un mayor respeto a la diversidad sexual dentro de la sociedad y la dirigencia política cubana de fines del siglo XX y principios del XXI .

Las actuaciones de Arroyo y Albariño, trabajadas desde el cuerpo como un lenguaje totalizador, enfrascan al espectador en una especie de emoción y conmoción. Vemos la performance de los protagonistas, y ese hombre nuevo no puede ser otro que aquel que tolera al diferente, que aquel que lo comprende, que aquel que se comunica. Tolerancia, comprensión, aceptación y comunicación son pilares para el entendimiento humano.

Importantes referencias a Carl Marx, a Ibsen, a Vargas jpg_fresa.jpg
Llosa
(hoy de ultra derecha), pueden aportar lecturas nuevas en el presente. David, uno de los protagonistas, interpretó a Torvaldo en Casa de Muñecas , por lo que aparece un ingrediente metateatral en Fresa. No hubo censura de la obra de Ibsen sino autocensura, lo teatral coincide con lo real tal y como sucede en Fresa y Chocolate. Y de Marx podemos tomar la idea que las crisis constantes generan cambios y que la amistad se refuerza.

Salta 21 dialogó con Damián Albariño en el camarín del Teatro del Huerto (Salta). Ha trabajado intensamente para lograr este personaje, vivió en Cuba y elaboró la tonada del hombre del interior. “Antonio compone un personaje más refinado en su lenguaje y había que buscar esa diferencia”- aclara. No le teme al desnudo. Cuenta que la gente se pregunta si el desnudo se justifica o no se justifica pero para él es secundario y la obra no pasa por ahí. Acepta de raíz que la obra es comercial. Le preguntamos por qué. “Por su trayectoria, porque tiene marketing, porque se puede jugar con su historia y tiene mucho gancho. No quiere decir que lo comercial no tenga contenido”- dice. Este concepto aportó muchísimo, coincido ampliamente, es más, se vio a dos actores de oficio sin micrófono trabajando la voz y el cuerpo, hubo composición artística, hubo un compromiso con los personajes.

Damián Albariño es actor de teatro independiente. Trabajó en Montecristo como el custodio de Lombardo. Le pregunto por qué no saltó a la fama dado que tiene una cara hermosa que puede dar con un perfil para TV y además, tiene talento. También estudió teatro con Raúl Serrano. “En Bs. As. muchos actores están en la pantalla no por su talento sino por sus contactos, es muy difícil entrar en la TV.”- refiere. Cuenta que hizo el casting para Gran Hermano como un juego pero salió cuando le avisaron que quedaba. No es el perfil que desea para su carrera. Lo suyo pasa por el teatro independiente, ese otro circuito, esa otra forma de concebir el teatro. Vive en San Telmo y la viene remando con lo de la actuación. Está en carrera, sin dudas.

Comparto la siguiente opinión del actor y espectador Gustavo García: «A mi me encantó desde todos los puntos de vista, un guión impresionante, impecable dirección y un laburo actoral como pocas veces estamos acostumbrados a ver. Tierna, terrible y hermosa».

Al término de la charla, con un abrazo nos despedimos. “Mierda para siempre”, le dije.

Dato: La extensa conversación mantenida con el actor Damián, aportó el título de la nota.

Ficha técnica:

Fresa y chocolate de Senel Paz. Actúan: Antonio Arroyo (Diego) y Damián Albariño (David) – Diseño gráfico: Roxana Rainoldi – Fotografía: daniela Romero – Puesta en escena: Tony Díaz – Dirección: Antonio Arroyo – producción ejecutiva: Alejandro Fernández – Producción general: Julio Belando y Adrián Ramírez

2 COMENTARIOS

  1. Fresa y Chocolate: “Ni Fidel la pudo ignorar”
    QUE BUENO QUE HAYAS LLEGADO ARRIBA EN ESTA PROFESION¡¡ DE CORAZON TE FELICITO Y ME ALEGRA MUCHO ¡ A PESAR QUE TE HAYAS OLVIDADO DE LA GENTE QUE TE DIO MAS QUE UNA MANO CUANDO LLEGASTE A BS.AS… TE DESEO LO MEJOR EN TODO ¡ UN BESOS GRANDE¡¡ ANALIA ( q siempre se acuerda de los comienzos)

    • Fresa y Chocolate: “Ni Fidel la pudo ignorar”
      no te hagas problema si se olvido de voz lo conosco mas o menos del año 93 trabajo conmigo ,mis compañeros y yo estubimos en el peor momento de su vida ,aunque no se acuerde,pero sabes que por lo menos yo ,trato de saber como sigue su vida,y a medida que pasa el tiempo mas lo admiro por haber llegado hasta donde llego ojo no soy una enamorada de el sino una ex compañera que no se olvida de el como ser humano que es porque se que sigue csiendo esa personita ,educada y respetuoso como lo conoci,

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