En el ambiente político periodístico se registra desde hace un largo tiempo un estado de silencio cómplice con el drama reinante en los espacios académicos.
Ninguna autoridad política partidaria ni periodista de investigación ha afrontado indagación alguna sobre el estado de la investigación científica del país. Ninguno de ellos se atrevió a destapar la Caja de Pandora de los organismos de ciencia a los efectos de recabar información acerca de la salud física, moral e intelectual de la comunidad científica argentina.
Como es harto sabido, entre las condiciones determinantes para el despegue de una sociedad moderna, la salud moral es el capital simbólico más valioso de una comunidad académica. Por salud moral se entiende la presencia activa de un conjunto de valores y de comportamientos, virtuosos y ejemplares, individuales y grupales, que fomenten el más amplio despliegue de las libertades de pensamiento, conciencia e investigación, pilares fundamentales para garantizar la excelencia de la creatividad científica.
Paradójicamente, en este tema tabú, tan vital para el desarrollo cultural, los políticos opositores y los periodistas críticos nada han expresado ni denunciado (de eso no se habla), a pesar de existir serios elementos que prueban la gravedad institucional del caso, entre ellos el fantasmal clima de miedo y persecución existentes (por el rechazo de Informes, negación de promociones, ninguneo en las publicaciones, etc.), cuyas evidencias adjuntamos en los respectivos vínculos o links electrónicos. Por el contrario, algunos periodistas filósofos como Santiago Kovadloff, en forma desembozada y a pesar de su retórica de alambique, aduló sin eufemismos la gestión del Ministro Lino Barañao, el martes 15 de abril del corriente año, en el programa televisivo de Alfredo Leuco “Le Doy mi Palabra”, http://www.youtube.com/watch?v=uKDZISwutZ8
Más aún, el periodista Leuco quedó encandilado por la hojarasca verbal y aplaudió con vehemencia los sospechosos y laudatorios juicios de Kovadloff, sin emitir objeción alguna que pudiera alumbrar, con sobriedad republicana, la agenda oculta de un potencial y encubierto continuismo. Pareciera ser que ambos, Kovadloff y Leuco, están embarcados en una suerte de operación periodística (inserción de un chivo o publicidad encubierta) para avalar la perpetuidad de una política científica, pretendiendo para ello ignorar que Barañao antes de ser Ministro fue el responsable de malversar y distribuir dolosamente 1240 millones de dólares procedentes de un préstamo del BID, cuando estuvo al frente de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación (SECYT) entre 2003 y 2007. http://www.lapoliticaonline.com/nota/36974/
Dicha distribución fraudulenta –en menoscabo de la infraestructura científica del país (bibliotecas, laboratorios, museos, archivos, centros de documentación y escaneo, etc.)– fue practicada por los Coordinadores de Comisiones, elegidos por el Directorio de la Agencia Nacional para la Producción Científico-Tecnológica (ANPCYT), en beneficio directo y simultáneo de sus propios y personales proyectos de investigación. Por otro lado, este medio centenar de desleales funcionarios, identificados con nombre y apellido, han venido manipulando en connivencia con las autoridades del CONICET y otros organismos científicos toda suerte de canonjías, léase subsidios, premios, becas, viáticos, licencias, avales, dirección de becarios, autorizaciones de asesorías y consultorías y promociones escalafonarias; así como convalidando conexiones privilegiadas con editoriales públicas y privadas y turbios manejos con las patentes de invención ligadas con los laboratorios. Estas prácticas han sembrado en lo que resta de la comunidad científica un temor y un vasallaje indignos de una ciencia argentina que presume de democrática.
Los mecanismos de constitución y selección de dichas comisiones y la distribución fraudulenta de los subsidios de investigación fueron denunciados en sede judicial y el expediente correspondiente fue archivado por el Juez Federal Marcelo Martínez de Georgi apenas se produjo el triunfo electoral de Cristina Fernández de Kirchner (octubre de 2011). En su sentencia el Juez admitió un solo testigo, que a la postre resultó ser falso (el testigo Lic. Carlos E. A. Cassanello es un jerarca del FONCYT, perteneciente al organismo imputado ANPCYT, y cuyo parentesco con el Juez Federal Sebastián Casanello desconozco). La sentencia fue confirmada a fines de ese mismo año por la Sala II de la Cámara Federal Penal (Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah) http://www.ellibrepensador.com/2012/08/03/argentina-obsecuencia-de-los-jueces-al-poder-politico/
En la constitución de esas comisiones han prevalecido prácticas y coartadas preñadas de endogamia, nepotismo, reciprocidad clientelar, y otros vicios aciagos como el encubrimiento, la extorsión y el soborno, este último para encubrir la venta venal de las patentes de semillas transgénicas, operación practicada por el Directorio del CONICET, denunciada ante el Juzgado de María Romilda Servini de Cubría, y que por cierto también fue archivada. http://argentina.indymedia.org/news/2010/10/753082.php
Practicando un colaboracionismo político tan grave como el de las dictaduras de Ongania y Videla, estos miembros de comisiones asesoras, carentes de autonomía e independencia académica, han hundido a la población científica en la obsecuencia más humillante. Han logrado que todos callen y que nadie se atreva a alzar su voz crítica. De ese modo amenazante y ultrajante, en lugar de generar una comunidad científica poseedora de una dimensión moral y ciudadana han consagrado una grey macdonaldizada, es decir burocratizada, silenciada y atemorizada, que ha favorecido a una minoría de investigadores inescrupulosos y a intereses económicos como el de las multinacionales agro-químicas, extendiéndose el daño moral consiguiente como si fuera una nube tóxica, que se derrama por todos los andariveles de la docencia hasta la misma escuela primaria. http://www.er-saguier.org/articulos_ampliacion.php?id=12
En conclusión, el periodismo y los políticos argentinos, y en particular los periodistas Kovadloff y Leuco, nos adeudan una profunda autocrítica sobre su actuación en lo que hace al desarrollo de la investigación y la docencia; y entre sus obligaciones como periodistas independientes deberían otorgarnos el derecho a réplica; y exigir una CONADEP de la corrupción que incorpore la protección de los derechos de la comunidad científica y educativa y no bendecir la impunidad de los funcionarios corruptos (como ocurrió con el continuismo de Cavallo en la Alianza).
Para ello, dicha CONADEP debería incluir la inmediata reapertura de los casos de marras desarchivando las actuaciones judiciales mencionadas. El activo consentimiento del desempeño del Ministro Barañao por parte de los periodistas Kovadloff y Leuco me eximen de mayor prueba, y enciende la alarma por el presente y futuro de la creatividad científica, la libertad de pensamiento y el contenido académico de la docencia argentina.
– Por Eduardo R. Saguier
Museo Roca-CONICET
Adulación de Santiago Kovadloff al Ministro Barañao en el programa de TV de Leuco – Derecho a réplica
Lo que prueba que el reportaje a Santiago Kovadloff hecho por Alfredo Leuco en su programa televisivo «Le Doy Mi Palabra» el martes 14 de abril de 2014 se trata de una operacion periodistica financiada por el gobierno kirchnerista y muy probablemente por el propio Ministerio de Ciencia y Tecnica y donde dicho periodista ha perdido su espíritu critico y su independencia profesional son sus propias opiniones publicadas el 14 de marzo de 2013 bajo el titulo «Ciencia y futuro», donde declara:
«Está claro que soy muy crítico del kirchnerismo. Sobre todo de su impronta autoritaria y de la tendencia hacia el cristinato. Pero eso no significa que no pueda reconocer y elogiar sin medias tintas algunos aspectos positivos del gobierno nacional.
Por Alfredo Leuco | 13 de Marzo de 2013
http://alfredoleuco.com.ar/2013/03/ciencia-y-futuro-13-de-marzo-2013/
«Está claro que soy muy crítico del kirchnerismo. Sobre todo de su impronta autoritaria y de la tendencia hacia el cristinato. Pero eso no significa que no pueda reconocer y elogiar sin medias tintas algunos aspectos positivos del gobierno nacional. Hablo de la Asignación para hijos de desocupados y trabajadores en negro, por ejemplo.
«Pero hay algo mas que tengo que saludar sin eufemismo alguno. Creo que Lino Barañao, le dio a la ciencia argentina uno de los lugares más importantes de su historia. Mas presupuesto, estrategias inteligentes, pluralismo técnico y nada de confrontación partidista, son algunos de sus méritos. Hay que destacarlo. Y no solo por su capacidad intelectual y por su eficiencia de funcionario. El reconocimiento, también es para Cristina que en este plano como en todos, tiene injerencia directa. Estoy hablando en general de toda la actuación de Barañao y también de algunas cuestiones coyunturales. Ayer la presidenta presentó un plan para duplicar en siete años la cantidad de científicos. Una idea brillante que merece el apoyo de todos los partidos políticos. Debería ser una agenda de estado que trascienda el 2015. Eso es música para los oídos de la patria. Todas son buenas noticias. El aumento del presupuesto para poder invertir más en investigación, más vinculación y articulación con las empresas, universidades y las provincias.
«Como dijo Barañao en su discurso: es el motor de la prosperidad para todos.
La sola creación del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva fue un acierto. Designarlo a Barañao, también. Tienen conocimientos profundos y casi no muestra prejuicios ni ánimos de confrontar con nadie. Prefiere construir y convocar a todos los científicos que quieran regresar del exterior. Esa materia gris repatriada es la mejor estrategia que podemos tener como país.
«Mentes brillantes formadas en estas tierras que puedan volcar sus saberes en estas tierras. Se va a poner el foco en los sectores estratégicos como la agroindustria, el medio ambiente y el desarrollo sustentable y la energía, entre otros. Barañao es un militante de la ciencia y el progreso y la camiseta partidaria no le impone prejuicios ideológicos. No tuvo empacho en elogiar la siembra directa y la revolución tecnológica que convirtió a la agricultura argentina en la más competitiva del mundo. Y se atrevió a comentarle esos conceptos a la propia Cristina, cosa que muchos ministros no se animan.
«Hay muchos aspectos para elogiar de esta parte del gobierno de Cristina. Pero lo sobresaliente, lo deslumbrante hay que buscarlo en el imponente Instituto Max Planck, un centro único en América Latina que ya funciona en el Polo Científico de Palermo. Se lo defino con dos palabras: Primer mundo.
O con una: excelencia. Hay 1.200 metros cuadrados de laboratorios con equipamiento de última generación. Los jefes de equipo rindieron examen y tuvieron que poner toda su capacidad. Nada de amiguismos ni de favoritismos partidarios. Meritocracia. Los mejores, como debe ser. Ahí donde había ratas y yuyos, en donde supo vivir la bodega Giol, hoy se ha levantado un templo del progreso. Una catedral del conocimiento al servicio de todos los argentinos. Eso es una asamblea permanente de neuronas que provocan envidia y deberían servir como ejemplo para nuestros jóvenes.
«Todos profesionales cargados de experiencia y capacitación en las mejores universidades y centros científicos del mundo. Allí se combaten asesinos degenerativos como el cáncer, el mal de Alzheimer o el Parkinson. Allí se construye un futuro sin mezquindades y con la inteligencia celeste y blanca. Vale la pena celebrarlo. Y no olvidarlo jamás. Nobleza obliga».
Adulación de Santiago Kovadloff al Ministro Barañao en el programa de TV de Leuco – Derecho a réplica
A posteriori del escándalo del Directorio del CONICET, ocurrido en 2010, las patentes del CONICET, en número de catorce (14), producto del trabajo de los investigadores de dicho organismo, y financiadas con créditos del BID, que todo el pueblo argentino debe cancelar, fueron radicadas en la oficina de patentes de USA, en una maniobra semejante a la de la toma de préstamos externos, abdicando la jurisdicción de los poderes nacionales. En efecto, para que las empresas semilleras multinacionales (e.g.: Monsanto) puedan practicar inversiones en ese sector de patentes, la titularidad de las mismas fue transferida a aquellas, en lo que se ha dado en denominar una “privatización encubierta de los resultados científicos”. Últimamente, dichas empresas se han propuesto instalar una planta de tratamiento de semillas en la provincia de Córdoba, para ser su fruto exportado a China, a cambio de protección para la propiedad intelectual de sus invenciones. Cabe agregar, que estas patentes redundarán regalías en beneficio del CONICET, pero las mismas están a merced de los Fondos Buitres (Álvarez G., 2013). http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172641
Fuente:
Álvarez G., Nicolás (2013): Monsanto y el CONICET financian a Massa
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172641