El título de la nota se encuentra descompaginado, descompuesto con relación a sí mismo.
“… Hasta morir, podrán mis ojos
beber el fuego …” –ir a http://www.hispanista.org/poema/plibros/47/47lbp.pdf
Karl Heinrich Mordejái Marx Levy [fragmento pequeño de un segmento del libro La poesía cósmica de tres poetas revolucionarios. Marx, Nietzsche, Martí, p. 31 –los versos de Karl fueron estampados entre 1836 y 1840, cuando Marx era un joven de 18 (disentimos con que Nietzsche sea considerado rebelde, escritor y “cósmico”, porque además de ser reaccionario, anti democrático, clasista, misógino, racista, homofóbico, odioso con los judíos y conservador, no era revolucionario y era un intelectual mediocre –cf. http://www.fisyp.org.ar/media/uploads/weber5.pdf)–]
La poesía de Heinrich tiene el “… valor de dar cuenta de un (Karl) apenas visitado … y … lejano … al fundador del materialismo histórico …” –ir a http://kmarx.wordpress.com/2013/04/27/el-marx-enamorado/
Francisco Fernández Buey [objetamos; los versos de Heinrich explicitan un Marx que puede novelarse –protestamos de nuevo; Karl no es fundador de nada y menos, de una fealdad como la del materialismo histórico (realmente, esto no se acabará más, ¿eh?)]
Introducción sin Ceroidad –“Primeridad”
En otra nota de Salta 21, habíamos aplicado a Montesquieu el principio interpretativo osado de que, al haber delineado las Letters persiennes, toda su obra podía entenderse como una alucinación literaria (cf. http://www.salta21.com/Las-Cartas-persas-como-anticipo.html). Siguiendo idéntico derrotero, podríamos asimilar la entera trayectoria de Heinrich, a modo de un proceso “literary” (una novela, una poesía), haciendo indecidible si Marx fue un argumentador o un “littérateur”, sin que se pueda optar con claridad, por incluirlo en el campo de lo no literario o en la esfera de la “Λογοτεχνεία” –en una cátedra en la que fui adscrito sostuve la desmesura de que en Karl había “littérature”, inclusive, en El capital [la que se percató de que procuré novelar y comprender con tales giros a Heinrich, fue Romina (voy más lejos en 2014; no es que habría que interpretar a Marx en clave literaria, sino que todo o casi todo lo que esparció es, de alguna forma, “literarisch” –es que así como Gilles dijo, a partir de “La vida de los hombres infames” de la autoría de Paul, que casi siempre, un gran filósofo es an good writter, de igual suerte, habría que delinear que un pensador gigante es un “συγγραφέας” enorme, como en el ejemplo ejemplarizante y ejemplar, de Karl)].
Ese otro artículo en redor de Montesquieu, puede ser evaluado una “Ceroidad” o atesis, pero idénticamente es una Ceroidad la nota que es un antecedente inmediato de este artículo (ir a http://www.salta21.com/Torbellinos-Apuntes-para-la.html), por lo que lo que se tipea con el ritmo de una dialéctica peirceana de la complejidad, puede partir de múltiples atesis o “Ceroidades” (de hecho, los epígrafes mismos pueden ser, al lado de los comentarios respectivos, una atesis de lo que se inicia en el título de lo que es diseminado –en simultáneo, esta nota, que es un segundo fragmento de http://www.salta21.com/Torbellinos-Apuntes-para-la.html, puede asimilarse a manera de una coda, desvío o clinamen del artículo que empolvamos y no simplemente, su continuación ni su “Aufhebung”).
Pausa. Aludiendo a la cuestión del encabezamiento, se podría indicar que el título de la nota se encuentra descompaginado, descompuesto con relación a sí mismo –“En desmedro de la ‘tinellización’ de Heinrich”– y con respecto a las citas, en especial, en relación con el primer epígrafe [“En desmedro de” sostener lo que fuere, “hasta morir…” –pocos asuntos ameritan ansiar el deceso, el cesar súbito (a pesar que, como en el film Mar adentro, se agradezca a los demás, con una sonrisa gris, con sonrisas que son lágrimas, con un llanto, contenido o no, que son carcajadas, análogas a las de la película El Principito, donde vibraban los soles de la noche, film que está almacenado en un disco duro externo a mi notebook, película que es de una infancia acunada por una madre que falleció hace tanto, que aunque viva, no se entera de su deceso porque en 2014 y antes, cambió para peor, desde que regresamos, con una tristeza que no me abandona, siempre fiel, del sur del Sur, “ventolera del alma”, a lo que fue la Salta de 1983 –es a ese niño, a ese púber a los que me esmero en atesorar, para no morir en una existencia que es pena de vida y para no diluirme en un deceso que es pena de muerte, a causa de la muerte y por los latidos de la existencia)] –https://www.youtube.com/watch?v=XbQ4_PsotH4.
“Segundidad”
Luego de la masacre que fue la Comuna de París, hubo un periodista que visitó a Heinrich, sin ser hábil para observarlo, visitarlo, re visitarlo, precisamente (en el doble sentido de “observar a Marx con justeza” y en el de “re visitarlo, precisamente” –con las ilimitadas ambivalencias que la reiteración de un sintagma suscita).
Es factible que el notero yankee Landor, hablase con Karl desde las postrimerías de Mayo de 1871, en distintos ambientes de Londres.
Entrega su entrevista al diario el 03 de Junio de 1871, pero el reportaje se difunde en The World el 18 de Julio.
Estuvo días observando las labores del progenitor de Eleanor en los despachos de la Internacional y en su casa. También dice Landor que vio a otra persona, eludiendo el notero o el hombre de “incógnito” que observó al individuo misterioso, el patronímico del desconocido (se sospecha que la persona misteriosa fue Engels).
Allende los poderes que financian al periodista y a pesar de la mala entraña con la que el norteamericano dibuja a Heinrich, que es la mala fe con la que se soñó anquilosarlo estando en vida Karl y con mayor ímpetu, después de su fallecimiento, descripciones que apuntan a que Heinrich era orgulloso, mesiánico, autoritario, entre otras cualidades, para influir en el público que no irá más allá de datos como ésos, quedándose con la impresión de que el más emancipador de los anarquistas, socialistas y comunistas del Siglo XIX y de las décadas que corren, era una persona o que no acataba sus propios ideales, o que era un ser detestable, el notero Landor se obliga a recoger algo de las características del suegro de Aveling, que otros no pudieron o no quisieron ocultar, aun siendo reaccionarios anti marxistas.
“Terceridad”
¿Cuál es ese perfil? Que, en palabras del entrevistador…, él, Karl, era alguien al que, aunque detentaba una posición considerable en la Internacional, cada dos por tres lo interrumpían, sin interesar si v. g., lo estaban reporteando o no, contestando Heinrich, con educación, paciencia, amabilidad y delicadeza,
“… un gruñido … o (algo que se le escupía como) … una orden que … (si pesamos) … las … maneras (finas, era como si) un cazador (se dirigiese) a su perro …” –abrir en http://www.nodo50.org/pretextos/Marx.html.
La entrevista se hace con “luz artificial”, como enunciaría Derrida, y el notero confiesa que temía lo peor, aunque Landor había constatado la manera libertaria, anarco comunista de Karl, de ser considerado con el otro, otro y con todos. En medio de tales preconceptos encima del norteamericano, a pesar que Landor había observado cómo era Marx, es cuando Karl esculpe la frase que recorté en otras ocasiones, puesto que anhelaba desovillar sus textos por algo directo, contundente:
“… No hay ningún misterio que aclarar, (salvo) … el misterio de la estupidez humana …”
Lo que se “completa” con
“… (porque la Internacional es una) asociación pública … que … difunde) sus actividades (sin ocultar nada) …”
“Cuarteridad” o diseminación
Aparte de que el sintagma es un “palo” que desarma la idea de un Partido clandestino, que es vanguardia…, Heinrich, el delicado Marx, gubia que lo que se haga en nombre de y por la Revolución, debe ser esparcido y que no se tiene que encubrir nada. Las objeciones de Jürgen respecto a que los involucrados en la pelea por la emancipación, deben ser conscientes de sus actos, sin ser marionetas de nadie, no alcanzan a este Karl, sino a determinado marxismo, al leninismo y a Vladimir.
Quinticidad o “clinamen”
Además del yankee del ‘800, hay otro del Siglo XX que desprestigió a Heinrich; el aprista Vallenas Málaga.
Como rindiéndoles honores a su sordera y apellido, dando la sensación de poca gracia, torpeza, elegancia nula, pésima gallardía y peor educación, sin mostrar con eso, la inteligencia aguda que se le atribuye a los Cetáceos, mamíferos marinos, expele un libelo que no se lo puede considerar “artículo”, a causa de las horripilancias reaccionarias, vomitivas, conservadoras y hasta por segundos, anti semitas, que le enrostra a Karl –es el tal Ballena, no el amigo de Engels, el que incursiona en el anti judaísmo.
Lo único medianamente lúcido que esgrime, luego de subtítulos como “La vida burguesa de Marx”, “El culto a las apariencias”, “El estilo es el hombre” (y en ello, le encontramos razón a este cetáceo rebosante de grasa en sus neuronas, grasa que le impide pensar…), es que sin el sacrificado y humilde Engels –cualidades que sumo–, no habría marxismo, sino engelsianismo.
No esputando yo de esa forma colmada de epítetos, de ira, de provocación, de escarnio, de humillación, de encarnizamiento (porque también Heinrich no tuvo la suerte de Freud, acorde a Lacan –que no vaya tras él, la jauría de los “intelectuales” que son hablados por uno de los Discursos del Amo, que es el académico…), descubrí por otras sendas y por otros impulsos, que el amado por “Lenchen”, fue engelsiano el resto de su estancia en este mundo de canes, ratones, batracios, cucarachas y ballenas de la naturaleza que revelan notas como la citada (http://www.youtube.com/watch?v=WxM_Sjicsl8).
“Sexteridad”
En el trance de las aperreadas contra Marx, al igual que los crímenes que hicieron los conquistadores etnocidas en desmedro de los pueblos originarios antes del último día claro de las Américas, Foucault, Guattari, Deleuze, Sartre, Arendt, Benjamin, Vattimo, Derrida, Lyotard, Baudrillard, entre otros, integran esa manada de animales rabiosos que despedazan a un occiso, como si hubiera un placer por desgarrar simbólicamente al otro, otro, que fue, es y será el admirador de Engels, por siglos. Es como si con “apreciaciones” corrosivas y habitadas por el Alien –http://www.youtube.com/watch?v=1r6u1OISGgk– de la furia (http://www.youtube.com/watch?v=Qui4h6G5wQo), incluso en Jackie (a quien tanto prefiero), hubiera un disfrute en matar al enojado con Arnold Ruge, porque no pudieron lancearlo, estaquearlo, procesarlo, demandarlo ante Tribunales, aperrearlo, sentenciarlo a la cárcel, a la horca, a la silla eléctrica o, ya que ballena injuria en redor del capital…, decapitarlo –asesinar a Levy, en una triste palabra.
El Sr. Hugo nos muestra que, además de haber sido Karl un engelsiano, todos, sin salvedad alguna (desde que el enterrado en 1883 existió, hasta Lacan; desde que suspiró el distanciado por un tiempo con el amigo de Guattari, hasta Derrida; desde Borges hasta Vargas Llosa), son unos “mafiosos” que acribillan y disparan todavía contra Heinrich, no sólo porque son unos toreros, unos asesinos en potencia, sino a causa de que, reprimiendo sus ansias de acuchillar a Marx, no pudieron atropellarlo con un vehículo.
“Septicidad”
¡Ay de mi Karl, de mi pobre Marx! Aparte de los ataques que padece, se echó encima unos discípulos…, que flaco favor le destinan a su destino de escarnio, olvido, críticas.
Y entre otros aspectos, que haya habido marxistas de esa “talla”, es regado por el sistema para que florezcan los Castoriadis, los Husserl, los Gadamer, los Heidegger, las Arendt, los Morins, los Bourdieus, los Elias, los Derridas, los Foucaults, los Sebrellis (http://www.youtube.com/watch?v=SWdOU4EdLpQ). Para que se multipliquen las micro “revoluciones”, los Grondonas (http://www.youtube.com/watch?v=ScSGcIbvWzA), el capitalismo humanizado y “cristianizado”, los Debrays, los obreros “no contemplados” por el lector de Balzac.
Se diseminan los Habermas, los ecologismos, los Benjamins. “Desaparece” la clase “trabajadora”, y se esparcen los Negris, el telecapital, las Sarlos, los “pacifistas” y demócratas, los Laclaus, las “muchedumbres”, los Adornos, los Proyectos revolucionarios “a tono con el Siglo XXI” y no con lo que desgarraba al suegro de Longuet.
Se reproducen los Dieterich, los Gorz, los foucaultianos, los Lanata, que mutaron en un chasquido… Se esparcen los deleuzianos, los guattarianos, los negristas, los weberianos, los Sraffa, los intelectuales de la “Economía Política” de las marcas y de la publicidad; se diseminan los elianos y los Baudrillards.
Se multiplican los Lyotards, los estudiantes, los Vattimos, los inesperados sujetos sociales, los Guiddens, los “feminismos” no clasistas, los Deleuzes, los jóvenes, los Millers, las estructuras luchadoras cada vez más previsibles para el Orden. Se esparcen los Tarcus y los Guattaris, y se repite como gansos que Marx se equivocó con respecto al crecimiento de los miserables, pobres, marginados, vulnerables sociales, a medida que se desenrolla el capitalismo.
Se reproducen los Lacanes, los Friedman, los Sen, los Hayek, los Schumpeter, los Keynes, las Robinson, los Galbraith, los Samuelson.
Todo eso es lo que posibilitó que los que inflan el pecho, griten, como si se hubieran estropeado los genitales con algo punzante, que son “aventajados” con respecto a Heinrich. Y es que los fallecidos no retrucan –¡cómo me tienen de saturado las elucubraciones de los intelectuales de la sociedad posindustrial o postburguesa!, las que se reiteran, creyendo los que las repiten, que de ese modo, a fuerza de ser cacatúas, se transustanciarán, de mediocres profesionales, en inteligentes.
Innumerables o algunos marxistas y leninistas, son, separados o amontonaditos, carentes de poiesis, por no contornear algo peor, más próximo a lo que son, fueron o serán… (ojalá el cuidado por “Lenchen” hubiera errado “tanto”; no estaríamos destrozados por Apocalipsis diarios, masacres inexpresables, desnutrición afectiva y Simbólica, y por cualquier tipo de “plagas” –lo que no apuntala que el capitalismo sea tardío).
Puede que los escritos de ese duende o hada que tiene preocupada a la vanidosa Europa desde que feneció, se crucen con alguno que se aposente en letra por letra, con el horizonte de observar lo que el amigo de Wolff pinceló, achispeándose, Marx, con la compañía del peor vino y de mal tabaco (quien se tope con las obras del admirador de Engels, acaso pueda curvarse con relación al marxismo y al leninismo y apueste por otra perspectiva, que no sea La “correcta”, pero como mínimo, otra –http://www.youtube.com/watch?v=w8BnbJNP_CI).
“Octeridad” dislocada
Jacques-Marie afirmaba de sí “… yo soy lacananiano”, como “implícitamente”, el alabado Nietzsche sostenía “yo soy el más nietzscheano” (en vez de preferir Lacan, la insondable sabiduría de a quien entrego mi “fragmento de caosmos”, que con un bostezo, anunció que si los que lo adulaban y se reclamaban suyos, eran unos Perenganos y unos Zutanos, que él, Karl, renunciaba a ser “… marxista …”).
Como lo afirmó Jackie Elyah –taradamente “distraído” con el nazi de Heidegger–, el de Tréveris fue tan brillante para cualquier Historia del Pensamiento de toda sociedad probable, que fue el que estaba en condiciones de decir “yo no soy mi propia Escuela ni mi dogma”…, lo que por añadidura, cultivamos en disímiles topos (es uno de los escasos gestos que reivindica Derrida, del peleado con Bakunin).
Sin embargo, potente me torna la Fuerza, pero a veces, en muchas circunstancias, no demasiado y me enlodo en la ira, en el costado Oscuro (¿quién no? –https://www.youtube.com/watch?v=s95uXVft6SU).
“Novenidad” desencajada
Es abrumadora la ceguera del “campo popular”, de sus organizaciones, líderes, militantes (cf. el accionar de las A. S. de B., de los DDHH, de las M. C., de las B. L., etc.) y teóricos –“a long time” oí asombrado, que un Fulano de los que se las arregla para poseer su Corte, era uno de los geniales maoístas de 2002 [pensé que me iban a decir que era el que había conseguido una lectura de trascendencia sobre los hojaldres de quien no avalara desde 1852, hasta 1883, al Partido, ni de guardia ni de vanguardia… (redacción que hasta ahora, nadie alcanzó o muy pocos… –frente a tamaña cosa, escogí el silencio; cada cual tiene derecho a su propia necedad)].
“Decticidad”
¡Cuidado! El film Shine, “Brillante” o Claroscuro, advierte que uno puede extraviarse, “perderse” por la discapacidad de:
“… (saber) mirar lo que pocos quieren ver … y (combinar) la inocencia con la piel…”, tal cual espeta otro “discapacitado”, a causa de su inteligencia por arriba de la media, de la normal, de la mediocridad, de lo sin brillo, de lo opaco –Charly García.
Fuera de juego
El palimpsesto literario de Karl, no podría honrarse sino con lo literarisch
Un
basural
de frases
en las
que
no se
halla quizá,
más que
las palabras
en las
madrugadas
de velorio,
que en su negro
deceso
viven
las encrucijadas
de sudor
enmohecido
Recostándome en el delirio, sin más preparativos estilísticos, me interrogo intempestivamente, con el martillo o con una “Gaya ciencia”, por si Lẽolo, el de la película, acaso me contesta que el Domador de sortilegios que es el Tiempo, “… (quiere) … que … (las) cenizas … (hagan) renacer … (a) los hombres …”, para que sean, puedan ser los que edifiquen su Historia sin las aberraciones denunciadas por Goya, el pintor, en sus telas, y por Goya, el protagonista, en su “diario interno” del film, de Carlos Saura.
Amanece
el alcohol
de la
existencia
en la
sangre
de la
Muerte
borracha
de
suicidios cotidianos,
cuando
duermo
en mi
cama
de espinas –http://www.youtube.com/watch?v=Ch7D1ePwFrQ
¿Pero dónde comienza y dónde acaba un artículo contra (una) nota?
Es adecuado que me despida, recordando al protagonista Al Pacino de En busca de Ricardo III – Un ensayo:
“… Amo el silencio…
… (¿Qué) viene después del silencio?…
…
Silencio(S)…”
Bibliografía
Landor, R. (1998): “La Internacional no es un misterio”, en el suplemento cultural Domingo del diario Perfil de 24 de Mayo de 1998, año I, N° 16.
Vallenas Málaga, Hugo (1990 b) “Marx: el comunista bohemio”, en Oiga, Semanario de actualidad, pp. 53–57.
N° 467, V Etapa, 29 de Enero de 1990 a (Lima, Perú).
Onceanidad
Esto es una coda, un exceso que gira en torno a un patronímico, a un nombre que es de exilio y Soledad –de aislamiento y pena, de estar solitariamente, triste, de figurar apenado y solo, de estar tristemente, solitario, de figurar apenado por la Soledad, de quedar solitario por la pena y así, en todas las combinaciones o combinatorias plausibles (http://www.youtube.com/watch?v=7Mhk5Ya4g8k).
¿Habrá
un día
cualquiera,
aliviado,
fresco
como de
sepulturas
que se mueven
al despertar
las
sombras
y al callarse
los
suspiros?
Restaurant e Lanchonete “Brasinha”. 15 de Febrero de 2012, 00, 20 hs., Av. Brasil, Foz do Iguaçu, PR, R. F. de Brasil (al ser atómicamente preciso con las dataciones, me deconstruyo con respecto a mi impresión de que “cronos” es una lamentable ficción… –penosa; sí).
“… ¡Dejá de distraerte con esas boludeces! …; estamos más solos que la mierda …”*, me explico a mí mismo, a la par que premoniciono que la Muerte, verdad amarga, de párpados caídos, iguales a sentencias y axiomas, de ausencia de “problemas”, berreta, de vagabundos, implacable, de viajes a la costa; anda, con pies de paloma.
El fallecimiento que es de segundo piso, confortable, de existencia sin voz, sin poesía, de vagamundos, tabulada, de vida sin vos, odiosa, de tarjeta de crédito, insensible, de Cuenta Bancaria, con crematorio financiado, sin guerrilla azul; viene.
El deceso que es de resignación en la periferia del camino, muda, de barrio pobre, misteriosa, de Salita “médica” de villa, sin subsidio, del Tercer Mundo, sardónica, de hombre aplomado; esa Muerte, arriba. El decaer que es de revolucionario que “tranquilice”, proteja, dé seguridades, “no traslade” los inconvenientes a los demás, pudiendo ser de plástico, encajando con una vida de plástico, sin heroicidad, pero maduro, capaz de solucionar “sus propias” dificultades, siendo estable, previsible y equilibrado; ese fallecer no bloquea a la Muerte, a su Sombra Gris.
El deceso es una Muerte de acá; viene, llega o vendrá, sin punto y en punto; a la hora señalada (http://www.youtube.com/watch?v=5JtoSr7CC34)
El
universo
gira,
mientras
el balcón
de tus
pestañas,
por donde
asoman
los soles
de tus
ojos,
abanican
la Eternidad,
su arquitectura,
sus lágrimas **
* De la película argentina El lado oscuro del corazón.
** Ciudad del Este, República del Paraguay; sábado 10 de Marzo de 2012, 12, 30 hs. –en Brasil, en Foz era una hora más [¿no será lo temporal, como las faenas, lo económico, la base, la helada Muerte, las dialécticas sociales, la superestructura, las causas que anulan la libertad, un “grotesma” del cual, por ser tan ridículo, nos debiéramos emancipar, sin mayores argumentos que su tosquedad? (“khrónos” sería, parafraseando a Einstein, un hechizo, aunque persistente, que acaso el amor, un amor “brujo” fuera tan poderoso para desencantarnos del tiempo–hechizo como algo que se maquilla de real, mas, que no es sino un embrujo)].