Bajos salarios, falta de provisión de indumentaria, armas y balas y una dura ley orgánica policial son parte de los reclamos. El 80% de la fuerza de unos 7.000 hombres está de paro y ya son 1.500 los autoacuartelados. El diálogo con el gobernador.
A las 14 de hoy, al cumplirse 24 horas de la medida de fuerza que vació los destacamentos y quitó a los policías de las calles en la provincia de Salta, una comisión policial se encuentra en el Grand Bourg, entregando el petitorio con los reclamos de la fuerza al gobernador Urtubey.
El malestar venía de meses, pero en los últimos días se había manifestado públicamente a través de policías retirados. El centro del problema -dicen- está en los bajos salarios. Se pide elevar el básico de 420 a 650. Un policía promedio está recibiendo 1.200 pesos de sueldo de bolsillo. «Con eso no se puede vivir, teniendo en cuenta que muchos agentes mantienen a sus familias, hay inflación, los alquileres están a 700 u 800 pesos», comentan los uniformados.
El mismo reclamo -sus condicones salariales son similares- plantean los agentes del Servicio Penitenciario, algunos de los cuales también se llegaron hasta el Centro Sargento Suárez, en Ituzaingo entre Rioja y Tucumán, donde permanecen acuartelados unos 1.500 efectivos.
Anoche el gobernador de la Provincia estableció contacto personal con los acuartelados, cuando arribó al Centro Policial para dialogar con ellos. Les pidió que le hicieran llegar un petitorio, el que se elaboró esta mañana en una asamblea y pasado el mediodía se llevó hasta el Centro Cívico Grand Bourg.
En las comisarías sólo hay una guardia mínima y el sistema de patrullaje y de emergencias del 911 está prácticamente paralizado. Tal situación se presenta en momentos en que recrudeció la inseguridad en esta capital donde los robos y atracos son frecuentes tanto en la zona céntrica como en los barrios.
La protesta va más allá de lo salarial, si bien éste parece ser el tema más urgente. La provisión de indumentaria y hasta de municiones es parte de las necesidades que exteriorizan los uniformados.
En el conflicto del 2004 se logró restituir la antigüedad, explica un policía, pero sostiene que es una suma que apenas puede llegar a aumentar el salario en 60 pesos, lo mismo que los aportes por esposa e hijos que tampoco son significativos. Dice además que quieren que se modifique la ley orgánica policial que es muy dura e injusta ya que a la menor denuncia o llamado de atencion contra el policía tienen sanciones que luego son un obstáculo para la carrera policial.
Un cabo destaca la predisposición al diálogo de Urtubey ya que en el conflicto del 2004 Romero recién después de tres días de acuartelamiento mandó un funcionario para establecer contacto con los manifestantes.
Señala que a la huelga policial no se han plegado la guardia de Infantería ni los efectivos que custodian el Grand Bourg, pero sí los miembros del cuerpo de bomberos.