Tímida pero con gran predisposición al diálogo, nerviosa pero feliz, inteligente pero emotiva. Así se mostró ayer Lucrecia Martel en momentos del preestreno mundial de La mujer sin cabeza. Ahora quiere filmar el Eternauta y llegar al gran público.
Tras la exhibición de la película -que dura 87 minutos- en una proyección exclusiva para periodistas que arrancó a las 8,15, Lucrecia Martel se prestó al diálogo con la prensa en la mañana de ayer por espacio de casi dos horas, entre las 10 y el mediodía. A la conferencia general siguieron entrevistas para televisión, radios, medios gráficos. A la noche la charla fue más informal, entre empanadas y vino.
Se sorprende y agradece que los periodistas hayan asistido a una función de cine tan temprano. Insiste que le interesa mucho cómo reciben los salteños sus películas. Dice que para ella el arte no es un reflejo de la realidad, que una película es una obra de ficción, que la realidad es siempre de una riqueza muy superior a la que pueda captar un filme.
Le preguntamos si las dificultades en la recepción de La mujer sin cabeza en Cannes podrían tener que ver con el lenguaje, con ciertos códigos que se les pueden escapar a los europeos.
Explica en primer lugar que no hubo un rechazo generalizado. Que en una de las pasadas del filme cuatro periodistas italianos la abuchearon. Ese incidente fue tomado por la prensa y difundido.
Dice que acepta que eso pueda pasar, que a alguien no le guste una película. Que eso es lo que enriquece no sólo al arte sino a la vida. No la homogeneidad sino la diversidad. Que, ciertamente, la recepción de La mujer sin cabeza fue dispar. Hubo críticas buenas y otras malas. Pero que también pasó eso con La Ciénaga. «Yo ni quería leer lo que decían de la película en Alemania. A La Ciénaga comenzaron a valorarla como un año después», recuerda. Y dice que sí, que hay como guiños internos, alusiones que sólo los salteños pueden decodificar.
En la película se nombra de pasada a un «monseñor Perez» sobre el que la anciana que encarna María Vanner, recluída en una cama frente a un televisor, realiza un comentario negativo. Martel recuerda que el monseñor Perez real, el que conocimos los salteños, llamó «locas» a las Madres de Plaza de Mayo y pretendió justificar los crímenes de la dictadura militar.
(En una entrevista que le realizamos hace tres años Martel replicó con dureza declaraciones de monseñor Mario Cargnello, quien dijo que para solucionar los problemas argentinos hay que empezar por eliminar a los gays y travestis de la televisión).
Se filma para conversar sobre las películas
¿Cómo vive su familia que sea tan famosa? Su madre es su fan número 1 y le parece natural que haya llegado donde llegó. Porque toda madre está convencida que su hijo está predestinado a lo mejor. Por eso sufrió mucho por los reportes de prensa que hablaban del rechazo a su película en Cannes. Pero ella la llamó y le explicó, para tranquilizarla, que era sólo un incidente menor potenciado por la prensa.
¿Le da importancia a las críticas? No le interesan tanto esas críticas muy negativas como tampoco las que son demasiado elogiosas, porque no le parecen creíbles. «En realidad -explica- se hacen películas para que podamos conversar sobre ellas».
» Claro», coincide Lorena, una estudiante universitaria de Santiago del Estero que prepara un trabajo final para completar su carrera sobre la obra de Martel: «Como dice Barthes, el filme comienza cuando abandonamos la sala».
¿Es Salta un lugar interesante para filmar por su diversidad de paisajes?, le preguntan. Responde que cualquier lugar es propicio para una locación. Que un paisaje hermoso se puede contemplar dos, tres veces y ahí se agota el atractivo. «En cambio el paisaje humano, la riqueza que hay en la gente, en cada persona, es inagotable. Por eso Salta es tan interesante para filmar, por su gente más que por sus paisajes», señala en una entrevista para la televisión.
Preguntamos: ¿No es tanto o más interesante en tus películas lo que está en segundo plano, lo que aparece apenas sugerido? Por ejemplo las relaciones lésbicas. Están ahí, aparecen, incluso hay alusiones tangenciales pero no es lo central. ¿Querés remarcar en este caso que es algo que no se quiere ver, que se oculta, que existe discriminación?.
Dice que no sólo en la película sino en la vida es así. Hay como capas que se superponen y no es lo que se ve en foco lo importante sino todo lo que fluye por detrás o por los márgenes, que en realidad es el flujo libre del deseo, que tiene un carácter anárquico y que pese a todo no se puede controlar.
Ahora, el Eternauta
En una charla que ofreciera en la Universidad Nacional de Salta -en oportunidad en que se le otorgara una distinción- Lucrecia dijo que quiere llegar al gran público. Ella sabe que la aprecian y valoran los cinéfilos, los devotos del cine arte, en definitiva una elite cultural. Pero quiere llegar al público masivo, a la gente común.
No lo ha logrado con La mujer sin cabeza, sin dudas. Es un filme complejo y difícil, al punto que ha resultado incomprendido por una parte de los espectadores incluso dentro de un festival de primer nivel como lo es Cannes.
Tal vez lo logre con El Eternauta, la celebrada saga de Héctor G. Oesterheld que transcurre en una Buenos Aires futurista y decadente invadida por seres alienígenas. Lucrecia está trabajando en el guión, y claro, tendrá que ser filmada en Buenos Aires. Dice que sólo la hará si le convence cómo queda el guión.
¿Con La mujer sin cabeza concluyó una Trilogía que incluye a La Ciénaga y La Niña Santa?. No lo concibió así, explica. En realidad comenzó a escribir La mujer sin cabeza antes de hacer La Ciénaga.
Pero sin embargo se pueden ver así: La mujer sin cabeza es un puente que amplía y completa los mundos recreados en La Ciénaga y La niña Santa.
Tres obras notables de una artista con cabeza, corazón y talento que hace 20 años vive en Buenos Aires y es reconocida en el mundo, pero que sueña con volver algún día a vivir en Salta.
Mujer con cabeza, corazón y talento
Es increible como a través de simples palabras se puede mostrar a una persona. Ayer en la presentación nocturna de la película fue la primera vez que puede verla, hablar con ella y estudiarla. una mujer realmente inteligentente y sencilla. Muy buen articulo.