En esta oportunidad es mucho más importante hablar más que de las obras y sus interpretaciones, de hechos y circunstancias colaterales que se originan precisamente en la existencia del organismo sinfónico.
– Salta, viernes 19 de setiembre de 2014. Casa de la Cultura Sala Juan Carlos Dávalos. Festival Nuevos Solistas. Orquesta Sinfónica de Salta. Directora Asistente Mª Yeny Delgado. Obertura Las Hébridas op.29 de Felix Mendelssohn Bartholdy. Concierto para violín y orquesta nº 3 en sol mayor K. 216 de Wolfgang Amadeus Mozart. Fantasía sobre temas de Rigoletto de Verdi de Luiggi Bassi. Concierto para flauta y orquesta en re mayor op.283 de Carl Reinecke.
– Salta, martes 23 de setiembre de 2014. Sala de Pro Cultura Salta. Dúo Aluminé (Germán Duarte-viola y Jorge González-violonchelo). Coral Kamay. Directora Mª Valeria Vitali. Obras de Bach, Mendelssohn, Piazzolla y otros para el dúo y de Dávalos, Leguizamón Gardel y otros para el coro.
Quienes me leen en Salta o fuera de ella, habrán apreciado la repetición, casi hasta el cansancio del concepto referido a lo que nuestra ciudad ha crecido musical y artísticamente desde el nacimiento de la orquesta sinfónica local. El organismo vino a ocupar, con una calidad que hasta su creación se mostraba muy de vez en cuando, un lugar en el cual los amantes de la música de muy buen nivel, no tenían.
Reflexionando sobre ello es que llegué a la conclusión que en esta oportunidad es mucho más importante hablar más que de las obras y sus interpretaciones, de hechos y circunstancias colaterales que se originan precisamente en la existencia del organismo sinfónico. Su grado de calidad ha obligado al resto de las demostraciones musicales, a elevar notoriamente su status.
Sin seguir un orden determinado menciono algunos. La orquesta, ya tuvo en su momento bajo la batuta de su director fundador el recordado maestro Felipe Izcaray, su festival de solistas. Todos eran miembros de la agrupación sinfónica, algunos de ellos guías de la fila de sus instrumentos. Pero en esta oportunidad se presentaron “nuevos solistas” menores de los 23 años. Leandro Vicente Hauxwell oriundo de Buenos Aires de apenas 15 años tocó un Mozart casi impecable. Luego dos jujeños: Roberto Gutiérrez, lúcido clarinetista entregó con musicalidad los temas que el italiano Bassi tomara de las bellas óperas verdianas y finalmente, Gabriel Alejandro Romero descolló en el exigente concierto del alemán Reinecke. La conducción de Yeny Delgado fue irreprochable destacándose el laborioso cuidado de dirigir la orquesta acorde, no solo con los autores interpretados sino, lo mejor, adecuándose a los diferentes estilos, matices y fraseos de los solistas en un espacio no propicio pues la sala de la Casa de la Cultura estaba sin la campana acústica y ello fue en desmedro del sonido entregado.
Cuatro días después el Dúo Aluminé, otro de los varios desprendimientos de la sinfónica en tanto sus integrantes forman parte de ella, mostraron su practicada interconexión estético-musical para terminar con la actuación de una agrupación coral que tiene sus años. La Coral Kamay, que hace unos catorce años tenían el auspicio del PAMI y estaba integrado por un grupo de retirados de la actividad comercial tiene una conductora más que interesante. La Mª Valeria Vitali, con su trabajo, ha mejorado de modo ostensible la producción de esta agrupación coral, Su afinación es superior a la de tiempos idos, se dan el lujo de cantar páginas de intricados contrapuntos y si bien exhibe en su constitución el desequilibrio que ofrece la mayoría femenina, no por ello pierde el carácter agradable de su interpretaciones. Como se aprecia, la música llega a ofrecer desde lo artístico, aspectos que muchas veces quedan relegados ante la importancia de obras o autores. En buena hora.