Hubiese podido ejercer su profesión de Contador Público Nacional y llevar una vida de familia junto a su esposa (Profesora de Bellas Artes) y con sus tres hijas, pero prefirió dedicarse a luchar contra la injusticia social; para ello creó el Partido Revolucionario de los Trabajadores y su brazo armado el ERP (Del libro de su hija Marcela: MI PADRE el Revolucionario Místico)
Hace 34 años, el 19 de julio de 1976, caía en combate un militante de los años setenta, MARIO ROBERTO SANTUCHO, que como todo militante honesto de las décadas 60/70 recurrieron a las armas para derrocar a la violencia desarrollada por las series de dictaduras que padeció nuestro país (“a la violencia reaccionaria la violencia revolucionaria”). Militancia que impulsaba un cambio social y por una sociedad más justa y humanitaria.
Su pensamiento y proyectos están plasmados en Cuatro Tesis sobre el Norte Argentino , una investigación sobre la estructura económica y las clases sociales del norte argentino; Poder Burgués y Poder Revolucionario , bases para una estrategia revolucionaria; otros trabajos no menos importantes.
Santucho representaba la figura más importante de los militantes revolucionarios de aquella época y el principal organizador de un Partido Revolucionario, que para él significaba el medio para la formación y la construcción del sujeto revolucionario, del hombre ético y moral, dispuesto a luchar, “vencer o morir”, cuestiones fundamentales para un revolucionario.
Ampliamente politizado planteaba que las burguesías nacionales autóctonas habían perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo y que hasta la pequeña burguesía –populista o reformista- estaba aliada y/o subordinada al imperialismo y a la clase dominante (como hoy).
En aquella época había movimientos sociales y partidos políticos que tenían características y concepciones insurrecciónales, pero no revolucionarias. Santucho creador y fundador del PRT.
partido preparado orgánica e ideológicamente para una lucha revolucionaria prolongada que no desechaba, sino, que integraba todas las movilizaciones de masas, participación electoral, insurrecciones y la guerrilla como vehículo de construcción de una fuerza militar popular y la “utopía” que no ocurrió: la Revolución Socialista.
El fracaso de aquel intento revolucionario, es otro y extenso tema. Santucho hasta sus últimos momentos bregó incansablemente un acuerdo con otras organizaciones revolucionarias para unificar fuerzas afines y persistir en sus objetivos, cuando fue sorprendido por un ataque militar.
En la época de la más sanguinaria dictadura argentina, el hombre más buscado era Santucho, por lo que el Buró Político del PRT le había preparado la salida del país lo más urgente posible, pero su obstinación de participar de una reunión con las otras fuerzas para un acuerdo de alianzas para constituir la OLA (Organización para la Liberación de Argentina), retrasó su partida y ese mismo día, 19 de julio de 1976, sin cumplir las disposiciones de seguridad, reunido en casa de Domingo MENA en espera de los otros participantes es cuando enfrenta el sorpresivo ataque, fiel a su conducta y convicciones, a pesar de la inferioridad numérica y de armas.
El 19 de julio de 1976 moría en combate MARIO ROBERTO SANTUCHO el argentino, que reflejó mejor que nadie en su garra, en su talento, en su indiscutible altruismo, a la generación de su tiempo. Cualquiera hayan sido sus limitaciones y errores, no invalidan en lo más mínimo su mensaje ético, la perspectiva histórica y el papel del hombre en la transformación social.
Ha sido más que un dirigente político y guerrillero patriota y valiente, ha sido un REVOLUCIONARIO en el más completo sentido.
Porque la relación de Roby con el guevarismo en general y con el CHE en particular, es una continuidad, una trayectoria político-ideológica que forma parte del marxismo indoamericano, desde antes de los sesenta.
Espero que las nuevas generaciones sepan encontrar el propio y mejor camino. Solamente he querido recordar un breve pasaje de nuestra historia reciente – a veces tergiversada o negada con fines mezquinos por los historiadores de la clase dominante o al servicio del imperialismo- y rendir un homenaje, a través de esta nota, a quién, como muchos otros, con aciertos y errores ofrendaron su vida luchando por un mundo mejor.
– El autor es Médico Forense – Salta (Argentina) –
A 34 años de la muerte de Roberto Santucho
Estimado Dr. ALVAREZ:
Muy buena la síntesis. Sirve, además del recordatorio mismo y de los datos históricos, a mi manera de ver, para hacerle saber a los que dicen que no hay que juzgar a los militares del proceso porque hubo una guerra, y eran iguales en guerra, que los revolucionarios no lloran por sus muertos en enfrentamientos. Era el costo de la utopía revolucionaira. Se los recuerda, y se los valora. Pero no se los llora. Nadie juzga ni juzgará los que mataron a Roby Santucho en un enfrentamiento; hay un código. Los juzgamientos son por delitos comunes (robar bebes, matar detenidos, torturar, etc.etc.) A ver si lo entienden.
Daniel Tort