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lunes, noviembre 25, 2024

A los gobiernos de la provincia de la Ciudad de Salta ¡Basta!

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Los candidatos a Concejales y Diputados de la Coalición Cívica – ARI – Salta, en plena campaña política rumbo al triunfo de nuestras propuestas el próximo 10 de abril, NOS DECLARAMOS con toda nuestra convicción, EN CONTRA del oportunismo llevado adelante por el oficialismo con la triste realidad de los vecinos afectados por la tormenta del día 31 de enero.

Nosotros hemos desarrollado un Plan de Gobierno que contempla aspectos fundamentales de las obligaciones que los gobiernos provincial y municipal deben atender y que las autoridades actuales omiten permanentemente para luego, en oportunidades como ésta, con bombos y platillos, con luces, fotos y cámaras, salen en rescate de los damnificados haciendo gala de su preocupación por la comunidad.

¡FARSAS! Una tras otra: ¡FARSAS!

¿Es que en realidad hay que recordarle a estos señores, funcionarios públicos de la mayor jerarquía provincial y municipal, que es su obligación proveer a la población toda de seguridad, salud, educación, etc.? ¿Es que en realidad no sienten vergüenza, ante estas situaciones, de sus omisiones permanentes en el cumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos?

Cualquier empleado le debe respeto a su patrón. Y cuando es sorprendido en una situación en la que a todas luces no ha hecho su trabajo, reprendido o no por su superior, siente vergüenza. En cambio, los señores Gobernador e Intendente, empleados del pueblo salteño, en estos días, se muestran ante la prensa, sonrientes, complacidos y orgullosos de salir en ayuda de los vecinos damnificados. ¡Están tan preocupados!

Nosotros queremos recordarles que han incumplido sus deberes, perversa y sistemáticamente. Han desatendido, y lo siguen haciendo, las necesidades de su pueblo, que los votó, que los eligió para que manejen el Estado y cuiden de ellos, sus niños, sus familias. Gastaron millones y millones de pesos en tantas cosas que no eran imprescindibles y dejaron desamparadas a cientos de familias, libradas a su suerte ante la más previsible de las fatalidades climáticas: una tormenta.

Esperábamos, mínimamente, que se pusieran colorados. Como cualquier empleado que se olvidó de hacer su tarea y eso trajo un problema para la administración. O que su jefe lo sorprendió jugando con la computadora en lugar de estar haciendo su trabajo, para el cual le pagan el sueldo. Pero… no. Están tan contentos con el resultado de las elecciones internas, que no pueden parar de sonreír. Para las cámaras. Para las fotos.

Y los nuevos candidatos… organizan colectas y todo tipo de acciones solidarias para auxiliar a las familias que el Estado irresponsablemente abandonó. Ignoró. Así, esperan que luego el agradecimiento de la gente por su «desinteresada» ayuda vuelva en reconocimiento: votos.

Y tampoco ellos se ponen colorados, por aprovecharse con esas intenciones de la desgracia de las personas a quienes deberán proteger mañana.

Para ellos tenemos malas noticias: EL PUEBLO YA LOS DESCUBRIÓ. Han mostrado tantas veces sus cartas que el Pueblo ya sabe cómo van a jugar. El pueblo no quiere más engaños. El Pueblo observa pasivamente cómo sus casas no llegan; cómo sus dirigentes se enriquecen; cómo sus calles le ensucian sus pies con barro y así deben llegar a sus trabajos; cómo los vendedores de droga envenenan a sus hijos mientras las autoridades miran hacia otro lado, distraídamente; cómo las escuelas de sus hijos quedan chicas mientras sus dirigentes inauguran monumentos; cómo esperan horas y horas, noches enteras, en los hospitales un número para poder ser atendidos, mientras sus dirigentes viajan por el mundo, con sus propios parientes, en comitivas “oficiales”; cómo los cargos legislativos y los cargos públicos en general, pasan de generación en generación a los mismos apellidos mientras los pobres que quieren trabajar deben aceptar labores pesadas a cambio de retribuciones paupérrimas; cómo van poblándose los barrios privados de nuevos ricos devenidos de la política, mientras sus casas quedan sin techo cuando el viento sopla fuerte o la lluvia trae piedras; y tantas otras injusticias que le quitan todo sentido a sus vacíos discursos que invariablemente hablan de cuánto quieren a su pueblo, de tanta promesa vacía.

Y el discurso y la promesa vacíos la escuchan cada dos años. Invariablemente, también. Unos meses antes de cada elección.

¡Basta, Señores! ¡Basta ya, en nombre del pueblo, de tanta farsa!

Nosotros somos el pueblo y les demandamos el no haber cumplido con su deber. Nosotros somos el pueblo que ha decidido postularse para desplazarlos de los lugares que Uds. convirtieron en privilegiados. Nosotros somos el pueblo común y corriente, que nos convertimos desde hoy en políticos para hacer lo que Uds. no hacen, a pesar de sus promesas.

Nosotros somos los candidatos de la Coalición Cívica – ARI Salta, que vamos ocupar sus lugares para trabajar en lo que sabemos, en lo que sufrimos, en lo que nos angustia cada día como al más común de los vecinos: porque somos los vecinos.

Y no vamos a salir ahora a pedir ni regalar nada. Vamos a dejar que Uds. se ocupen de ello. Nosotros vamos a seguir trabajando en preparar un nuevo modo de gobernar, con la gente para la gente. No somos políticos como los que conoce la gente. No somos como ustedes.

Somos Padres y vamos a asegurarnos que nuestros hijos sean hombres y mujeres sanos y fuertes, asegurándoles techo y comida dignos;

Somos Maestros y vamos a asegurarnos que nuestros hijos sean jóvenes con oportunidades, asegurándoles educación y enseñanza, en la casa y en la escuela;

Somos Profesores y trabajadores, empleados de comercio y peones rurales, y vamos a encargarnos que nuestros hijos puedan obtener un trabajo, capacitándolos en colegios, institutos, universidades y ayudándoles a entender que el trabajo dignifica;

Somos Esposos, Esposas, Compañeros y Compañeras, Abuelos y Abuelas y vamos a encargarnos que nuestros hijos sean buenos padres y madres, preocupándonos por enseñarles cómo educar a sus propios hijos, nuestros nietos;

Somos Médicos, Enfermeros, Psicólogos, Fonoaudiólogos, Radiólogos, Bioquímicos, Fisioterapeutas y vamos a asegurarnos que nuestros hijos estén sanos en cuerpo y mente, y cuando enfermen tengan toda la atención que requieran, en tiempo y forma, digna y adecuada;

Somos Ingenieros, Arquitectos, Plomeros, Gasistas, Agrimensores, Geólogos y vamos a asegurarnos que nuestra ciudad crezca en casas, barrios, edificios sin faltas o fallas en los servicios esenciales: cloacas, luz, gas, veredas, pavimento, etc. Y que no nos sorprendan en el futuro las inundaciones por una tormenta, las enfermedades por la contaminación en canales y ríos, los derrumbes por temblores…;

Somos policías, gendarmes, guardiacárceles, bomberos, guardias de seguridad privada y vamos a velar porque nuestros hijos crezcan en paz y seguros, combatiendo a todo el que pretenda aprovecharse de su ingenuidad engañándolos, ofreciéndoles droga, corromperlos o prostituirlos;

Somos jueces, abogados y empleados de la justicia y vamos a asegurarnos que todos aquellos que hagan mal a los hombres y mujeres de bien paguen ante la sociedad por los delitos que hayan cometido;

Somos también empleados públicos de carrera. Sabemos hasta qué punto se están haciendo mal las cosas. Y somos quienes más sabemos cómo deben hacerse. Vamos a asegurarnos que quienes más capacidad y conocimiento tengan sean quienes ocupen los cargos importantes

Somos Comerciantes, Industriales, Productores Agropecuarios y Ganaderos, Empresarios y trabajadores independientes. Vamos a asegurarnos que nuestros negocios nos produzcan ganancias para nosotros, para nuestros empleados, para el Estado, procurando pagar todas nuestras obligaciones sociales, laborales y fiscales sin tener que pagar coimas a ningún funcionario público para poder ganar más dinero ni mantener a nuestros empleados en negro;

Somos Contadores, Licenciados, Economistas y diseñamos un Plan de Gobierno para lograr un desarrollo verdadero de nuestra provincia, controlando que todos los funcionarios apliquen los fondos públicos en los fines para los que está previsto, sin quedarse con lo que no les corresponde, ni utilizarlo para ganar voluntad popular y quedarse para siempre en sus cargos.

También somos desocupados que desean trabajar dignamente……

Somos los Candidatos de la Coalición Cívica – ARI Salta. Tenemos un plan de gobierno, estamos en condiciones de implementarlo sin dubitaciones y vamos a ganar las elecciones. Ocuparemos los cargos públicos disponibles y trabajaremos por nuestros Municipios, nuestra Provincia y por nuestro País, haciendo lo mejor que cada uno de nosotros sabe hacer.

¡Y SI NO LO HACEMOS, VAMOS A PONERNOS COLORADOS, ROJOS DE VERGÜENZA Y VAMOS A DEJAR NUESTRO CARGO PARA QUE LO OCUPE QUIEN PUEDA HACERLO BIEN!

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