El jueves 4 de junio (y con funciones agotadas sucesivamente) se estrenó en Salta el film basado en el best seller homónimo y autobiográfico de Cielo Latini (2006, Plantea), escritora platense quien estuvo casada con el periodista Rolando Graña. El libro trata del desorden alimentario que padeció Cielo, llamado anorexia nerviosa, y que vendió 260.000 ejemplares en Argentina al momento de su lanzamiento. Se convirtió en una obra popular entre adolescentes. Los adultos que lo leyeron opinan que es “muy bueno”. Y a las adolescentes, particularmente, les fascinó.
Vamos al film. El papel de Cielo Latini le cupo a María Eugenia Suárez, de quien podemos decir, hizo un trabajo serio, bien llevado, con los tips de las adolescentes imbancables, con estados emocionales cambiantes, en síntesis, una buena performance de la China Suárez, mérito que hay que reconocerle a la directora y por supuesto, a la película.
En la misma línea, Gloria Carrá, actriz de reparto, quien interpreta a la madre de esta jovencita de una clase más o menos acomodada, un mundo en el que Cielo no es sociable, no se lleva bien con los compañeros de colegio ni con su madre; y sus caprichos, encuentran resonancia en el hogar donde reina como hermana mayor. No pasa carencias materiales y no se entiende por qué, es tan traumada y acomplejada con su cuerpo, salvo por el recuerdo de su pasado como “gordita”. En una mirada que le echa al espejo, siente rechazo por su imagen que no coincide con lo que se ve. Ella tiene baja autoestima. En este sentido, hay una distorsión de la realidad.
En segundo término, se encuentran las actuaciones de Esteban Lamothe como Alejo, el amante de Cielo; y Rafael Spregelburd, el padre, en un rol de reparto. Uno ocupando mucha cinta; y el otro, prácticamente nada; pero con interpretaciones deslucidas. Sus papeles no pasan de ser regulares. La directora Daniela Goggi, no supo aprovechar primeros planos en Alejo o la relación consentidora del padre a la hija como para hacer crecer sus interpretaciones.
El film, en mi opinión, está enfocado en una relación amorosa insana entre los protagonistas y sus consecuencias, más que en la anorexia y sus causas. Si estas enfermedades pueden ser de alguna manera justificables, el film lo logra. Culpa de los padres, de la escuela, del sistema, de todos…menos de Cielo, quien no se hace cargo de nada. Es una adolescente intratable que se obsesiona con alguien que nunca le prometió nada, mucho menos amor. Pero está justificada por la edad, ya que Alejo tiene diez años más. Y como es adolescente, vale todo. “Abzurdah” parece focalizarse en la relación sexual inicial, con escenas aburridas de la previa que va haciendo la pareja y de la que puede sacarse jugo “comercial” a los desnudos de la China Suárez, y nada más. Algunos chicos podrán tomarlas como “didácticas” y algunos adultos podrán criticarlas como “sexo malo”, ya que el novio mayor de la adolescente tiene, además de poca experiencia, escasa duración para el acto sexual.
Alejo, del cual no se sabe nada, salvo que aparenta tener pocas luces y un solo interés, que en palabras burdas puede resumirse como “voltearse a la pendeja”, lo cual deja mal parados a los hombres y a las mujeres, también. A ellos, por limitados; y a ellas, por bobas. El tipo entra en la categoría de los “huidizos”, sobre todo cuando oye el pronunciamiento de la tan vapuleada frase “te amo”. No se logra entender por qué ella está tan enamorada de un ser que habla poco y va a los hechos, pero esos hechos ni siquiera rozan el manual del buen amante. Sí queda claro que ella se obsesiona con alguien que permanentemente la esquiva, salvo para mantener algún contacto carnal. Desde este punto de vista, no es conveniente juzgar el acto humano de enamorarse, dado que no tiene explicación alguna. En todo caso, esa impotencia que sufre el espectador, va en paralelo con la del personaje central.
Los planos luminosos (sin romanticismo, sin ambientación) en escenas de sexo que parecen buscar mostrar a la actriz, contrastan con el oscuro perfil psicológico de la joven.
Después de los sucesivos rechazos por parte de Alejo con el consecuente alejamiento de Cielo, viene la bulimia y luego, la anorexia. La vida que había comenzado cuando ella cursaba el quinto año de secundaria en un selecto colegio y decide cambiarse a uno más popular, continúa hasta la universidad. En el medio, se ve a Cielo escribiendo en su blog a favor de la anorexia en donde se autocalifia como “perfecta”. Es el “espacio” donde puede ser lo que es, mientras sus padres ignoran lo que le está pasando. Aquí la película bordea lo peligroso: lejos de querer enseñar lo que no hay que hacer, se aferra al padecimiento. Si alguien usa la reflexión, se dirá a sí mismo «está equivocada»; pero si alguien la toma como modelo, se pone jodido. Por otro lado, aparece Alejo en situaciones de noviazgo aunque aún no logramos saber quién es, cosa que ella tampoco sabe muy bien.
La película pone en alerta roja acerca de los vínculos que se establecen a través de Internet, en un grupo de chat. Es allí donde “conoce” a Alejo, siempre a espaldas de los mayores a su cargo. Abzurdah es el nombre de contacto de Cielo. Si bien Alejo se muestra como un irresponsable y su indiferencia va en progresivo aumento, la chica no deja nunca el papel de soberbia ni siquiera cuando está al borde de la muerte. Esto sí es un punto a favor en el tratamiento de la protagonista, a la que se la muestra como es sin intención de suavizar.
Cielo toca fondo. Su enfermedad la llevó a su derrumbe y a su deterioro. Como siempre hay una esperanza, quizá por ello el final tranquilizador. Muy lograda la escena en la que se muestra la anorexia como un problema de muchas mujeres: ellas caminan y se reconocen, se miran y agachan la cabeza. Es lo mejor que tiene “Abzurdah”, además de la preocupación del hermanito menor al ver a Cielo destruida.
El error del film es haber construido la historia desde el lugar que lo hace: como una especie de apología sobre la destrucción. La historia podría ser buena siempre y cuando esté bien relatada. No es este el caso.
– Origen: Argentina Año: 2015 Dirección: Daniela Goggi. Guión: Alberto Rojas Apel, Cielo Latini (novela). Elenco: María Eugenia Suárez, Esteban Lamothe, Gloria Carrá, Rafael Spregelburd. Producción: Hernan Guerschuny, Axel Kuschevatzky, Alejandro Montiel, Mili Roque Pitt, Pablo Udenio. Duración: 100 minutos.
