Hubo páginas de singular atractivo. Corces tiene un definido registro de soprano. Como se sabe el registro es el rango de tonalidades que para un cantante es posible acceder. Un trío que merece apoyo.
Salta, Viernes 11 de marzo de 2011. Salón Victoria del Teatro Provincial. Recital de Rita Corces (soprano), Marcelo Gutiérrez (clarinete), Nicolás Peralta (piano). Páginas de Haendel, Pergolessi, Mozart, Weber, Puccini, Verdi y Donizettti. Fuera de programa Gounod.
Rita Corces es una buena flautista. No sabía que hace años también estudiaba canto pero con la presentación de esta noche demostró que lleva música dentro suyo. Diez temas fueron el vehículo para brindar una noche que significó una agradable sorpresa. Tiene un definido registro de soprano. Como se sabe el registro es el rango de tonalidades que para un cantante es posible acceder. Su tesitura, palabra que designa varios factores que comienzan con el timbre vocal, es más que aceptable. Sus gorjeos, al menos esta noche, fueron de alto nivel gracias a una garganta totalmente relajada. También mostró escalas algo forzadas y la necesidad de profundizar la obtención de timbre y volumen más homogéneos. Pero en compensación es bastante afinada, puso pasión y lirismo cuando hizo falta y sostiene muy bien los “tempi” largos.
Hubo páginas de singular atractivo. “Rejoice” de El Mesías que expresa el regocijo por la palabra de Dios, el aria de “Rinaldo”, la dramática “Addio del Pasatto” de La Traviata o el aria de “Pamina” de La Flauta Mágica fueron los puntos altos de su actuación. Tuvo buena compañía. Ya hemos hablado muchas veces del inocultable oficio de Marcelo Gutiérrez y conocí un joven aún en el ascenso de su carrera pianistica: Nicolas Peralta. Estos momentos camarísticos que suele presentar este trío, merece apoyo no sólo por su meritoria continuidad sino que, precisamente por ella, el oyente tiene la posibilidad de ampliar sus expectativas auditivas.