Dicen que los mejores críticos son los niños. Si esta afirmación es cierta, el espectáculo está salvado. Los niños se tomaron fotos con los muñecos llamativos de esta versión de Las mil y una noches. Los actores firmaron autógrafos al mejor estilo porteño. Desde Rosario, estos jóvenes trajeron una historia de buenos, malos y feos. Canciones, bailes y gente menuda en El Huerto.
Algunas madres opinaban que el espectáculo estaba bien para los niños. Otra decía que le había gustado. Unas nenas de entre 9 y 11 años salían complacidas y muy contentas. Una me dijo: “me encantó.” ¿Qué cosas?- le pregunté. “Todo”-respondió. Su mamá afirmó lo que señaló la nena.
Un niñito sentado a la par mía, miraba serio. “Sí me gustó”-me dijo.
Y el público pequeñito se sacaba fotos con los muñecos vistosos. Con el Sultán, el Genio (foto de portada), Aladino, el Brujo (ver foto)… y autografiaban.
En mi opinión, no debieron hacer play back, aunque estaban con micrófonos se notaba que era sólo gestual; las actuaciones exageradas no son de mi agrado ni el aniñamiento de una mujer doncella como tampoco el que un galán sea tan ingenuo.
Pero parece que el gusto adulto dista mucho del gusto infantil; los niños son más simples. Según mi punto de vista, lo mejor del espectáculo son los mascarones y las canciones están bien hechas pero cantadas hubiesen sido mejores.
Los recursos escénicos son sencillos pero los colores llamativos. Las luces iban del azul al flash y al ambiente total. Mucho humo para poner magia que quedó atrapada en el vestuario sin muchos esfuerzos. Resumiría este espectáculo así: mucho ruido y pocas nueces.
Lo bueno de este tipo de teatro es que uno ve a los niños disfrutar, es un punto a favor que estén en el teatro desde temprana edad y vayan haciéndose asiduos espectadores.
En la calle, los nenes hablaban con su mamá y ella les preguntaba. “’¿están contentos?” Los niños comentaban sobre el espectáculo y decían que sí.
Cuando los artistas preguntan al terminar la obra: “¿les gustó?”-como en este caso- no creo que nadie vaya a decir que no.
La premisa es festejar que los niños pueden ver teatro y darles credibilidad a sus opiniones.
Información sobre el espectáculo: “Aladino y la lámpara maravillosa” es la apuesta fuerte de este año para JB Producciones tras la producción de versiones anteriores de Pinocho o El Principito, por citar algunos ejemplos. Marise Monteiro, la mayor autora argentina dedicada al género infantil, es la autora de esta versión, a la que Waldo Belloso le puso música. Las letras de las canciones son de Marise Monteiro; la escenografía es de Sertiteres.com ; el diseño del vestuario de Ana De León, las mascaras y muñecos pertenecen a Leonardo Colonna, es dirigida por Damián Ciampechini.
Ficha técnica
Aladino: Ariel Gangemi. Princesa y Frutera: Helena Vittar. Brujo: Cristian Pizzichini. Genio, Soldado y Orfebre: Martín Almeida Sultán. Perro: Jesús Lupo Pipin. Soldado: Matías Cofano
Libro: Marisé Monteiro. Música: Waldo Belloso. Vestuario: Ana De León. Máscaras: Leonardo Colonna. Escenografía: Sertíteres.com . Diseño Gráfico: Roxana Rainoldi. Producción Ejecutiva: Julio Gandini. Asistente de Producción: Alejandro Fernández. Asistente de Dirección: Julieta Turco.
– Dirección: Damián Ciampechini
– Producción: Belando- Ramírez- Gandini
-Fotos: R. Chávez Díaz
