El jueves 4 de octubre llegó al Teatro del Huerto el artista de varieté, guionista, músico y columnista del diario La Razón. Hizo cine, televisión, radio y teatro. Actualmente se proyecta en el film Cha3Dmubi como respuesta a los fans de Cha Cha Cha.
Actúan junto a Casero, Diego Rivas (que abre y cierra el show cantando una de amor y otra de “culeo”- esta última según Alfredo) y Humberto Spallina (en el piano).
Hay un tal Lito Ming que es poeta y otras yerbas… en el video del show “Estese confuso versión 2.0” y una suerte de paseo narcótico que nos introduce a la cavidad casera de un meollo más o menos, con raras publicidades y exóticas imágenes. “Básicamente no joda”, es un pedido al público aunque después con su ironía diga el artista “me dijeron que ustedes eran un público pachorra pero…” aclara que nos ve saltando, agitados, etc., por supuesto, cosa que nunca ocurre. Sí lo de moverse en la butaca al ritmo de alguna carcajada. Y con respecto a la “fama de conservas” de los salteños expresa que sería bueno que conservemos un flato suyo… a manera de reírse de toda ocurrencia incluso de los rótulos (creo).
Según yo, los temas musicales interpretados son “Estás tan buena…”, “Tú”, “Musas” y “Caballo de tergopol”. Particularmente para mi gusto el primero fue el más heavy, más creativo y más atractivo del show.
Lo único que Casero se toma en serio es el humor. De ahí, todo lo que ocurre durante su espectáculo de casi dos horas, es un suceso inesperado en tanto argumentalmente pero esperable en su estilo.
Sobre el público del jueves dijo que “estos son los específicos”, ya que la primera vez vienen a ver que hace y después se quedan los que lo siguen. Es decir, no es masivo. “Vuelvo el 14 de mayo del 2014”– dijo…
Sus tres historias de un profundo absurdismo y de una gran capacidad creativa, van pateando la madeja de hilo por donde parece deslizarse lo narrativo como si no existiera el futuro sino el presente mismo: crear in situ, algo así como la improvisación. La ficción se vuelve parte del presente y aunque son historias pasadas suceden “ahora”. Allí radica la riqueza del guión casero de Alfredo. En lo particular creo que bien podría tratarse de la técnica del “Cadáver exquisito”, un juego verbal por el que se combinan cosas de una idea agregando elementos que pueden o no pertenecer a la realidad, puesto en una secuencia. Claro que el participante único es él, como demiurgo, con sucesivos segmentos encadenados, y el público aparece como el gran Ordenador.
Tiene mucho de experimental y de efecto clip. La propuesta de Casero es vanguardista con un sistema dinámico ejercido por la palabra en donde la palabra es acción. Casero se mueve sintomáticamente por el escenario, pero el movimiento es vertiginoso y está dado por el discurso. Sus vaivenes indican el espacio. De allí la fragmentación total.
«Espero que la hayan pasado muy bien, como yo, cada vez más, porque lo importante es que me divierto yo»– confiesa a los específicos.
Desarrolla especie de “tópicos” caseros de innecesaria trascendencia para otorgar estatus a lo que no tiene tal condición. Lo importante deja de ser el “cómo” y se convierte en el “qué”, por lo que logra quebrar la literaturiedad para convertirla en humor Casero.
Es más que un buen guión, es una partitura de complejas combinaciones por las que o entrás en el código o salís pateando botellas. Como cuando ves una película de Quentin Tarantino. Un talk show.
– Notas relacionadas:
Alfredo Casero en Salta: la anarquía del humor soez y ácido
http://www.salta21.com/Alfredo-Casero-en-Salta-la.html
Casero en Salta, humor desde el pelo hasta la punta de los pies
http://www.salta21.com/Casero-en-Salta-humor-desde-el.html