(Especial para Salta 21) El año pasado tuve la suerte de conocer al grupo de teatro comunitario Alma Mate de Flores y a todo un movimiento social que desde hace más de 25 años se desarrolla en Argentina.
Al igual que muchos grupos de teatro comunitario que existen en el país, Alma Mate de Flores surge en el año 2002 como consecuencia de la crisis social, política y económica en la que se encontraba Argentina a finales del 2001.
La necesidad y el impulso de un cambio radical logró que vecinos de distintos barrios porteños adoptaran la estructura del teatro comunitario y la ajustaran a sus propias necesidades para expresar y manifestar lo que querían: transformar mediante el arte al resto de su comunidad y generar un cambio de conciencia a través de la empatía y una nueva relación con su propio espacio, sus plazas, su cultura y su tradición. Construir con lo propio de cada lugar, con miras a reflejar el entramado de cada grupo social.
El Grupo Alma Mate de Flores ensaya todos los sábados en la Plaza de los Periodistas del barrio de Flores (Buenos Aires). Profesionales, estudiantes, jubilados, maestros, chicos pequeños con sus padres. Todos los vecinos del barrio se juntan a trabajar en obras de teatro producidas por ellos mismos, que luego comparten con el resto de la comunidad en la misma plaza dónde ensayan.
El contenido de las obras parte de las experiencias individuales de cada integrante y luego se comparten con el resto del grupo. Cada cual cuenta anécdotas, historias y momentos de su vida diaria referidas a un tema en particular y a partir del intercambio y el diálogo surgen nuevas ideas para sumar a la obra.
Los grupos de Teatro Comunitario brindan un marco de contención y apertura donde a través de la dinámica de juego y ejercicios teatrales todos pueden reinventar lo que sucede a diario, mirar por un momento con los ojos del vecino y aprender a ver de nuevo lo que sucede en su comunidad. Construyen de este modo una nueva realidad y toman conciencia de que tienen el poder de transformar y transformarse.
Basados en la autogestión y en el buen uso de las habilidades y recursos disponibles, el teatro comunitario encuentra su grandeza en la posibilidad de expansión y crecimiento. Todos pueden aprender y todos pueden enseñar, ya que es un arte que se basa en la inclusión e integración de cada individuo.
Buscan fortalecer mediante la unión y la cooperación. Y lo logran. Todos estos grupos grandes, medianos y pequeños han logrado lo que políticas y planes sociales no han podido hacer en años: transformar a cada individuo haciéndole tomar conciencia de la importancia del compromiso social y la participación colectiva.
En Alma Mate de Flores lo social prima sobre lo individual. Al estar conformado por muchas personas, es muy frecuente que varios vecinos estén por un tiempo y luego se vallan, o que otros se integren tiempo después de formada la obra. Paradójicamente, al contrario de lo que se podría pensar desde el teatro tradicional, esta rotación contribuye a formar equipos dinámicos, en donde un mismo papel puede ser representado por varios de sus integrantes. De este modo se evitan los roles protagónicos con sus consecuentes disputas, al mismo tiempo se garantiza la continuidad de la obra.
Se eliminan las divisiones etáreas, propias de la sociedad de consumo, y se impone el “todos pueden hacer todo”. En un mundo automatizado basado en la falsa idea del consumo como vía posible para una vida “digna”, el Teatro Comunitario se afirma en lo opuesto y funda sus bases en el hombre activo, creativo y participativo. Potenciando el desarrollo de la propia capacidad, que los grandes medios de incomunicación dejan dormir para el buen funcionamiento de un sistema decadente.
Desde sus orígenes en la década del setenta la visión del teatro comunitario sigue siendo la misma, vivir el arte como una verdadera celebración, abierta y popular. Usar al teatro como un espejo cuestionador que movilice y transforme en medio de una sociedad que necesita un cambio y muchas veces no encuentra el modo de generarlo. El teatro comunitario es un manifiesto de que esto es posible y está al alcance de cualquier bandera en cualquier rincón del globo.
Información útil
Red Nacional de Teatro Comunitario
www.teatrocomunitario.com.ar
Página oficial del grupo Alma Mate de Flores
www.almamate.com.ar
Blog de Alma Mate
http://almamatedeflores.blogspot.com/
Bibliografía de interés:
“Teatro comunitario. Resistencia y transformación social”.
Autor: Marcela Bidegain. Editorial Atuel. 2007.
“Teatro Comunitario: Vecinos al rescate de la memoria olvidada”
Autor: Marcela Bidegain, Marina Marianetti y Paola Quain, Editorial: Artes Escénicas.2009.
– La autora de esta nota, Mercedes Segade, colabora con Salta 21 como lo hace con otros medios gráficos. Es fotógrafa. Vive en Buenos Aires y actualmente cursa Fotoperiodismo I en ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos).
– NdR: Salta 21 le da la bienvenida y agradece profundamente su trabajo al tiempo que la felicita por ello.
– Notas relacionadas:
Claudio Pansera: la autogestión obstáculo o ganancia de la Cultura independiente?
http://www.salta21.com/Claudio-Pansera-la-autogestion.html
De «Boedo Antiguo» a Salta con el Teatro Comunitario
http://www.salta21.com/De-Boedo-Antiguo-a-Salta-con-el.html
– Sitio recomendado:
Portafolios de trabajos de Mercedes Segade
http://msegade.carbonmade.com/