En esa fecha comenzará a producirse en los Estados Unidos el fármaco que será terapéutico y no preventivo, y que ayudaría a dejar el hábito. Los especialistas argentinos dudan de su eficacia. Se aplicaría en cinco inyecciones.
Afines de 2012 comenzaría a producirse en los Estados Unidos la vacuna contra la nicotina, en un intento por acabar con el tabaquismo, que provoca 5 millones de muertes por año. El anunció lo realizó el director clínico de Farmacoterapia del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), Iván Montoya, aunque especialistas argentinos dudan de su factibilidad. Esta vacuna no sería preventiva, sino terapéutica, y busca ayudar a las personas ya fumadoras a curar su adicción. Está formada por una molécula de nicotina y una bacteria que consiguen estimular el sistema inmune del fumador para que produzca anticuerpos, que “impiden que la nicotina supere la barrera hematoencefálica y llegue al cerebro”, evitando la producción de los “efectos placenteros y adictivos” que provoca la nicotina.
El tratamiento dura seis meses, incluye cinco inyecciones, y estará apoyado por terapias psicológicas de motivación y concientización. El responsable del NIDA explicó que al mes de iniciar el tratamiento el sistema inmune produce los niveles de anticuerpos más altos y, por lo tanto, el “momento ideal” para dejar de fumar.
Al inicio del próximo año, se presentarán los resultados de dos ensayos realizados en los EE UU con 2000 personas, y que ofrecen resultados “muy esperanzadores”. Sin embargo, los especialistas mostraron reparos en la factibilidad de esta nueva vacuna que planea ventas por 500 millones de dólares. Para Salvador Más, médico cardiólogo y director de
Según explicó, las “cuatro patas” son: fármacos, terapia psicosocial, nutrición y ejercicios aeróbicos. “Al que dejó el cigarrillo se le aconseja muy buen desayuno. El aerobismo es muy importante porque promueve la renovación de neuronas, que la nicotina deja de crear”, sostuvo Más, socio de la Unión Anti-Tabáquica Argentina. Y agregó: “El problema de dejar de fumar no son los primeros tres meses, es el largo plazo.”
Según el Ministerio de Salud de la Nación, la prevalencia del tabaquismo ha bajado un 10% en cuatro años: de 8 millones de fumadores en 2005 a 7,2 millones en 2009. Mario Virgolini, director del programa Nacional Control de Tabaco, hizo hincapié en el tratamiento y la prevención. Sobre el primer punto, sostuvo que “más del 60% dejó de fumar por sí mismo, con ayuda social de amigos y familiares”.
Al agregar la atención psicológica y fármacos como Vareniclina y Bupropión, el éxito llega a un 30%. El resto vuelve a fumar. En métodos como el láser y la acupuntura “no hay efectividad demostrada”.
El 90% de los fumadores empieza antes de los 18 años y el inicio promedio es entre 12 y 13 años. Pero tanto en Ciudad como en Provincia de Buenos Aires la tasa en adolescentes está en descenso. En Capital bajó del 25,3% (2000) al 18,5% (2008). Virgolini lo atribuyó a los “ambientes 100% libres de humo, que hacen que el tabaquismo ya no sea una conducta atractiva socialmente y el aumento de precios”. Además, la prohibición de la publicidad rige en el país, el único del continente en no adherirse al Convenio Marco para el Control del Tabaco.
– Tiempo Argentino