La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) elegió ayer al nuevo presidente del cuerpo para los próximos tres años, que sucederá al cardenal Jorge Bergoglio, quien no puede ser reelegido pues ya cumplió dos períodos consecutivos al frente del mismo.
Un centenar de obispos iniciaron ayer el segundo día de deliberaciones en la casa de ejercicios espirituales «El Cenáculo» de Pilar y realizaron la votación que definió la integración de la nueva comisión ejecutiva de la CEA.
El arzobispo de Santa Fe y actual vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor José María Arancedo, que era el candidato más firme para suceder al cardenal y ponerse al frente del Episcopado argentino durante los próximos tres años, resultó electo.
También quedaron definidas las vicepresidentes primera y segunda, cargos para los que se menciona al arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik; al de Salta, Mario Cargnello; al de La Plata, Héctor Aguer, y al de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani.
El voto es individual y secreto, en tanto que el recuento se realiza por medio de un sistema electrónico, a través de la lectura de un código de barras que encierra el apellido de los obispos.
Para que un prelado sea elegido, necesita los dos tercios de los votos en los dos primeros escrutinios, mientras que en una tercera instancia se elegirá entre los dos más votados.
En tanto, la conformación de las comisiones episcopales quedará para el jueves.
Entre ellas, se destaca la estratégica comisión de Pastoral Social, actualmente presidida por el obispo de San Isidro, Jorge Casaretto -que tampoco puede ser reelegido- y para la que se menciona al obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano.
También se renovará la presidencia de organismos centrales como Cáritas, donde el obispo de Merlo-Moreno, Fernando María Bargalló, tampoco podrá ser reelecto.
– Tiempo Argentino
