Este drama montado a espaldas de la lógica y la prudencia con un guión escrito por la intolerancia y el fundamentalismo, no es una rareza en nuestra Salta.
Todo vuelve a la anormalidad de seguir conteniendo el desborde social a base de códigos de faltas dictatoriales y violando las garantías individuales de los pobres.
Habrá que ver más cerca del 2015 y con un nuevo posicionamiento del oficialismo local detrás del sucesor de la Presidenta o no por un conveniente cruce de vereda, si los porcentuales actuales se mantienen.