Los niños de Salta mueren señor gobernador, por la corrupción del malgasto indebido de los fondos públicos, el nicho corrupto y encriptado para encubrir sus actividades que es Aviación Civil, y la desenfrenada y completamente inmoral empresa suya de seguir el ascenso político a cualquier precio.
El término corrupción ha sido indudablemente el más usado por los medios de comunicación masivos serviles el oficialismo gobernante en las últimas semanas.
El ejercicio del oficio periodístico de opinión genera en más de una oportunidad situaciones desagradables, pues en la difícil tarea de estar medianamente informado para poder realizar comentarios sobre la actualidad, se deben escuchar exabruptos, burradas, frases malintencionadas, insultos, desvaríos y mentiras.
El sistema de salud de la Provincia de Salta mantiene un déficit estructural que a través de los años se ha ido agudizando, y basta concurrir al hospital San Bernardo de nuestra Ciudad Capital y comprobarlo.
Una frase atribuida al promotor de la abolición de la esclavitud en Norteamérica y que luego fuera su presidente, Abraham LINCOLN, expresa que “se puede mentir a pocos mucho tiempo, se puede mentir a muchos poco tiempo, pero no se puede mentir a todos todo el tiempo”.
La llamada “Fundación Libertad” en la que se realizó esta semana la cena anual para reunir a la flor y nata de los voceros de la economía especuladora concentrada, invitó especialmente al Primer Mandatario Argentino para su consabido anodino discurso presidencial, y también al inefable vocero del departamento de Estado Norteamericano, Mario Vargas Llosa, siempre presto a la exaltación de su ego personal y al consabido discurso proliberal.
El negocio de compraventa de activos a futuro es una operación que se realiza en el libre juego especulativo del mercado de capitales, que consiste en una inversión a riesgo de la suba o baja de ese activo a un determinado plazo. Los activos pueden ser oro, plata, acciones petrolíferas, etc.
La llegada del presidente norteamericano a la Argentina, los gestos y el vocabulario de nuestro primer mandatario y la ambientación para la visita, la orientación de las reuniones a celebrarse, la fecha del evento y todo su entorno, inevitablemente nos colocan ante un escenario que muchos argentinos pensamos que nunca más se verificaría.
Haciendo un somero análisis de los últimos acontecimientos de la realidad nacional, surge invariablemente un halo de desconcierto por la naturalización con la que la generalidad de los argentinos observan las cosas que están ocurriendo.
"Mau" descolgó los cuadros de los próceres, y en su reemplazo colocó una fotografía del simbólico Obelisco. El Presidente de los argentinos, tiene como representación visual decorativa para los cuatro años venideros un monumento conmemorativo de los cuatrocientos años de la fundación de Buenos Aires, en reemplazo de las imágenes anteriores, como todo un símbolo de su forma real de gestión, de idea de país, de mentalidad porteña.