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jueves, octubre 10, 2024

Bruno Gelber ovacionado

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Distinguida velada junto al destacado músico con obras de Beethoven, Schumann y Chopin. La dosis de virtuosismo de Gelber sigue estando como cuando escribí sobre él hacen casi treinta años. El pianista sabe qué es lo que tiene en sus manos, en sus dedos, en su mente…

Salta, miércoles 3 de junio de 2015. Casa de la Cultura. Bruno Gelber (piano). Sonata nº 14 en do menor “Quasi una fantasía” op. 27 nº 2 (Claro de Luna) y Sonata nº 23 en fa menor op. 57 “Apassionata” de Ludwig van Beethoven (1770-1827). Carnaval op. 9 de Robert Schumann (1810-1856). Andante spianato y Gran polonesa op. 22 de Frederic Chopin (1810-1849). Ciclo del Mozarteum Argentino Filial Salta, concierto de apertura.

Hay una antigua búsqueda en saber quién fue la “amada inmortal” del gigante Beethoven. El cine, las cartas, la música, dan el nombre de la posible mujer que fue el mayor amor de su vida de los muchos que tuvo. Aunque no se puede probar, voy a aceptar que fue la condesa Guicciardi, bella, distinguida, noble, tan noble como fue la música de la sonata con la que Gelber inicia su recital. Una sonata que tal vez estuvo dedicada a ella. Su sostenido “adagio” sensible, expresivo como quien describe al autor siguiendo los pasos de aquella hermosa mujer. El pianista sabe qué es lo que tiene en sus manos, en sus dedos, en su mente y lo entrega subordinando destreza al profundo sentimiento que anida en el corazón del bethoveniano maestro. El “allegreto” que sigue es luminoso y el presto final la muestra de su pasión. No por muy conocida deja de ser un comienzo magnífico.

gelber_15.jpgLuego otro momento también famoso y sobre todo, guardado en las memorias de los que pueden registrar sin olvidar. Beethoven compuso treinta y dos sonatas para su piano. Una de las más profundas es ésta, la llamada “apassionata”, más medular que la anterior, exenta de situaciones angulares, sujeta a la madura mente del intérprete que tiene una visión personal de esos pentagramas. El autor ya escucha poco y nada, ya se guía por las vibraciones de su piano pero en su cerebro comienza a tomar forma el sentimiento que explota en su alma. Tiene un extraño segundo movimiento donde las imágenes carecen de evocaciones para dedicarse a un desarrollo cuyas pulsaciones conducen a un lenguaje algo marcial. El gesto final de Gelber decía “…bien, esto era”.

Las dos decenas de cuadros que conforman el Carnaval de Schumann son un discurso ambivalente que divide las aguas. Están los que se conmueven con este alemán que todavía tiene intacta su estructura cerebral y están los que encuentran alguna carencia de hilo conductor que reúna esos diferentes cuadros. No seré yo el que dejará la prescindencia del crítico. Sólo les contaré que me encuentro entre los primeros y celebro encontrar, cada vez que lo oigo, una atrapante forma de procesar sus líneas, hasta llegar a su comprensión o imaginar sus destinos. Por supuesto Bruno Gelber, con su técnica, hasta con su par de olvidables deslices, ayuda a que ello ocurra.

Finalmente, una página muy querida por el maestro visitante. El “Andante spianato y Gran polonesa” op. 22 de Frederic Chopin que figura repetidamente en sus conciertos. La dosis de virtuosismo de Gelber sigue estando como cuando escribí sobre él hacen casi treinta años. Fue la cúspide de la noche, es el nacionalismo de un polaco que prefirió expresar a su Polonia antes que ser puramente romántico. Gelber acaba de recibir, por parte de la Asociación de Críticos Musicales de Argentina a la que pertenezco, una distinción especial por su extendida trayectoria de casi setenta años en escenarios de todo el mundo. En aquel momento lo aplaudimos de pié. Esta noche, el desborde de satisfacción auditiva del público, tuvo la misma actitud. La prolongada ovación fue hecha de pié homenajeando a uno de los grandes músicos de nuestros país.

– Fotos tomadas por Salta 21


Nota de Redacción: Se le recuerda al Sr. Di Marco que Salta 21 realiza la cobertura periodística de todos los conciertos del Mozarteum desde hace 8 años. El crítico José Mario Carrer (salvo viajes al exterior o a Buenos Aires por cuestiones musicales), ha manifestado opinión de ellos. Igualmente la periodista Romina Chávez Díaz, Directora del medio, en merecidas ocasiones.

1 COMENTARIO

  1. Bruno Gelber ovacionado
    No entiendo la Nota de Redacción. A mí personalmente me une una amistad de años con José Mario, sé que desde que dejó de publicar sus críticas en El Tribuno lo viene haciendo en Salta21 y en muchísimas ocasiones hemos publicado sus críticas en nuestra página de Facebook, desde que ésta fue creada hace unos tres años.
    Siempre en cada publicación se ha mencionado a Salta 21
    Cordialmente

    Pablo Di Marco

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