– EL TESTIMONIO DEL EX CONSCRIPTO DOMINGO JEREZ, EN TUCUMAN
Ante el Tribunal Oral Federal, el ex conscripto detalló que había visto cómo el ex interventor de facto asesinaba a dos personas y contó que él mezclaba el combustible para prender fuego los cadáveres. Jerez dijo que muchos seguían con miedo a declarar.
– Por Ramiro Rearte – Página 12 – 24.02.10
Desde Tucumán
“Bussi siempre andaba por los centros clandestinos y una vez lo vi matar a dos hombres a garrotazos en Timbó Viejo (localidad del interior tucumano)”. Domingo Jerez, ex conscripto y chofer de Antonio Domingo Bussi, provocó un escalofrío en la sala de audiencias del juicio por la represión en la Jefatura de Policía de Tucumán. Apoyado en su bastón, el ex interventor de facto de la provincia miraba impávido. Ni se inmutó cuando Jerez siguió contando cómo les ordenaban prender fuego a los cadáveres para borrar toda huella. En las afueras del edificio del tribunal, a pesar de la fuerte tormenta, los organismos de derechos humanos apoyaban con pancartas el trabajo de los abogados querellantes.
Ni Bussi ni el resto de los imputados: Luciano Benjamín Menéndez, Albino Mario Zimmermann, Alberto Luis Cattáneo, Roberto Heriberto Albornoz y los hermanos Luis Armando y Carlos de Cándido se imaginaron el contenido de la declaración de Jerez. El ex conscripto, quien se desempeñó como chofer de los comandantes de entonces, dijo con tono firme y mirando al Tribunal que su tarea era la de mezclar la nafta y el gasoil en un bidón para quemar los cuerpos de las víctimas de la última dictadura en el monte tucumano.
“A mí me hacían sacar la nafta y el gasoil en bidones para la quema de los ‘fiambres’, así les llamaban a los cuerpos”, dijo Jerez, mientras la sala se quedó en silencio y entre el público afloraron lágrimas.
“Si no lo hacíamos, nos mataban y pasábamos por guerrilleros”, reveló ayer, cerca del mediodía, el testigo frente a los jueces del Tribunal Oral Federal, Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Josefina Curi,
En el relato más escalofriante de la jornada, aseguró que vio al ex gobernador de facto mientras asesinaba a dos secuestrados. “Bussi siempre andaba por los centros clandestinos y una vez lo vi matar a dos hombres a garrotazos en Timbó Viejo (localidad del interior tucumano)”, aseguró.
“Para ellos era más fácil matarlos, torturarlos, hacerlos sufrir y desaparecer que llevarlos a la Justicia, pese a que existían la cárcel y los jueces para que se juzgue a las personas como se debía. Hay mucha otra gente que sabe, pero tiene miedo de venir”, señaló Jerez.
El testigo, propuesto por la abogada querellante Laura Figueroa, precisó en parte de su relato que ingresó al Servicio Militar Obligatorio en 1976 en el Regimiento 19 de Infantería y allí permaneció durante 16 meses.
El vocero de los represores
En respuesta a un planteo del represor Antonio Domingo Bussi, el Tribunal Oral Federal dispuso ayer, antes de que comenzara la ronda de testigos, el cambio del horario de las audiencias del debate oral y público. A partir de hoy se iniciarán a las 9 y finalizarán a las 16. “Dos sesiones en el mismo día pueden agravar mi salud y no sé en qué medida, a pesar de mi esfuerzo y vocación de servir a esta investigación, puedan permitirme seguir estando presente”, alertó el represor de 84 años, dirigiéndose al presidente del TOF, Carlos Jiménez Montilla. En calidad de vocero de la mayoría de los imputados, Bussi aseguró que son afectados por los dos traslados que deben hacer durante las jornadas para estar presentes en las dos partes de las audiencias. “Para los imputados, la mayoría octogenarios y cargados de enfermedades, los intervalos son usados para traslados a domicilios en Yerba Buena y prácticamente insumen las dos horas y nos impiden cualquier tipo de recomposición física”, señaló Bussi al comienzo de la jornada de ayer.
“Estoy proclive a sufrir graves consecuencias a poco de ser sometido a exigencias fuera de las normales. En estos cuatro días no he logrado superarme totalmente de las primeras jornadas, algunas de las cuales llevaron 16 horas ininterrumpidas”, agregó.
En tanto, el abogado de Alberto Mario Zimmermann, Eduardo Brandán, pidió al Tribunal Oral que su defendido fuera asistido orgánica y psíquicamente. “No comprende la realidad del proceso”, aseguró.