Aunque el Obelisco no desbordó como en otras ocasiones, el repudio se hizo sentir en casi todos los barrios de la Ciudad. También hubo manifestaciones en el interior del país. Un llamado de atención con consecuencias para el Gobierno.
El Gobierno recibió el primer revés fuerte en las calles. Así lo evidenció la ola de cacerolazos que este jueves se extendió por toda la Ciudad e irrumpió en varias provincias del interior, en repudio a los aumentos de tarifas del gas, la electricidad y el agua que dispuso el oficialismo.
En lo que constituyó la primera muestra masiva en la Presidencia de Mauricio Macri, miles de manifestantes desafiaron una persistente llovizna y se expresaron con un «ruidazo» haciendo sonar bocinas, además de las clásicas cacerolas.
Si bien hubo participación de agrupaciones políticas y sociales que se identificaban con banderas y pancartas, la mayor parte de los vecinos se convocó a través de las redes sociales con las consignas «No al tarifazo» y «Chau (Juan José) Aranguren», haciendo blanco de las críticas en el ministro de Energía, a quien reclamaron su renuncia.
De ese modo, retomaron una modalidad de protesta que las clases medias pusieron en práctica en más de una ocasión en tiempos de Cristina Kirchner. Pero a diferencia de aquella época, la manifestación no logró la misma contundencia. La convocatoria de no más de 500 personas en el Obelisco fue una muestra de ello.
Con todo, la jornada de protestas tuvo un alcance nacional y fue un fuerte llamado de atención para Mauricio Macri. La medida fue organizada por entidades de defensa al consumidor y promocionada por redes sociales, aunque también se sumaron organizaciones políticas y sociales.
Entre los participantes se encontraban comerciantes que denunciaban la imposibilidad de continuar con sus negocios por los desproporcionados aumentos en tarifas de gas, luz y agua, boletas que en algunos casos llegó a multiplicarse por diez.
«No te quedes en silencio, hacé sonar tu reclamo» y «siempre pagamos los de abajo» fueron algunos de los mensajes difundidos en el espacio cibernético. Bajo la consigna «#Ruidazo contra el aumento de tarifas» y «#14J» los usuarios publicaron mensajes y fotos a favor de la primera protesta de ese estilo desde que Macri llegó a la Casa Rosada.
A su vez, «Macri pará la mano» y «El Estado no es una empresa» fueron algunas de las consignas más populares en los carteles utilizados en la manifestación de este jueves. «Vine a manifestarme en 2001 y también vine ahora a protestar», dijo Gastón, dueño de una pyme en la localidad bonaerense de Rafael Calzada, mientras manifestaba en el microcentro porteño.
Si bien la manifestación central en Capital Federal se realizó en el Obelisco, los manifestantes se concentraron en alrededor de de 50 esquinas porteñas, pese a que la lluvia se hizo sentir desde las 20.
Flores, Congreso, Palermo, Núñez, Floresta, Caballito, San Telmo, Chacarita, Villa Urquiza, Colegiales, Balvanera, Recoleta, Almagro, Villa Crespo, Boedo, Belgrano, Saavedra, Mataderos, Parque Patricios, Villa Luro, Parque Avellaneda, Parque Chas y Lugano fueron algunos de las principales puntos de manifestación en la ciudad de Buenos Aires.
En Morón, Villa Insuperable, Ciudadela, La Matanza, Tandil, Mar del Plata, Moreno, Berazategui, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Quilmes, Lanús, Ituzaingo y La Plata también se llevó a cabo el «ruidazo» y «cacerolazo». Lo mismo en Avellaneda, Vicente López, Pilar, Zárate, San Martín y Ramos Mejía.
En la Quinta de Olivos, en tanto, se reunió un grupo de personas con carteles y banderas en contra de los incrementos en las tarifas. En tanto, en Plaza de Mayo se congregaron unas 50 personas, lideradas por Hebe de Bonafini y la agrupación Madres de Plaza de mayo, aunque la zona se encontraba vallada para evitar el acceso a Casa de Gobierno.
A nivel nacional, hubo protestas en diversas ciudades de Córdoba, La Rioja, Neuquén, Chubut, Entre Ríos, Salta, Santa Fe, San Luis, Mendoza, Río Negro, Tucumán y San Juan.
Nuevo traspié
Muchos de los participantes aseguraron que concurrieron a las protestas ante los desmedidos aumentos en las facturas de los servicios públicos, en especial el del gas, indicando que no pueden hacer frente a esos gastos con sus ingresos o, en el caso de pequeños comercios e industrias, se les hace difícil mantener márgenes de rentabilidad.
El bloque de diputados del FpV-PJ expresó su apoyo a las protestas y advirtió que «está trabajando en la convocatoria a una sesión especial para tratar los proyectos que suspenden los aumentos en los servicios de luz, gas y agua, para lo cual necesitamos el acompañamiento del resto de las fuerzas de la oposición».
«Además, nos presentamos ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación como -amicus curiae- para resolver las controversias surgidas en torno al tarifazo y solicitamos que el máximo tribunal dé participación al Congreso en el tema», sostuvo el kirchnerismo en un comunicado.
A solo seis meses del inicio del nuevo gobierno, la jornada de este jueves sumó un nuevo obstáculo a los planes del macrismo. Luego de que la Justicia de La Plata ordenara suspender la suba en el gas, el Ejecutivo tuvo que dar marcha atrás en forma parcial y resolvió poner un tope del 400% en el incremento del servicio.
Sin embargo, la oposición lo rechazó en el Congreso y este miércoles votó tres proyectos declarativos en repudio a la decisión oficial. En tanto, la Corte Suprema todavía no se pronunció y pidió informes a la Rosada, con lo que complicó la estrategia del oficialismo, que apostaba a que el máximo Tribunal anulara de inmediato los fallos adversos.
Así las cosas, el malestar en las calles parece indicar que el efecto del «tarifazo» alcanzó un punto de ebullición, que seguramente reducirá aún más el margen de maniobra de Macri frente a la opinión pública. Una consecuencia indeseada de las medidas de ajuste que lo obligará a recostarse más en sectores de la oposición para recuperar legitimidad.
Una reciente encuesta de Polldata Consultoras en la provincia de Buenos Aires -acaso la región donde el tarifazo puede despertar mayor sensibilidad- reveló que un 73% de la población admite que es necesario aumentar las tarifas, a un nivel que se puedan pagar aunque reclaman por la forma y el gradualismo con que debería efectuarse.
Resta por ver si la oposición logra capitalizar los cacerolazos, tras los golpes sufridos, y si tiene la chance de demostrar que puede rearmarse y recuperar protagonismo. En principio, la presencia de la izquierda y agrupaciones kirchneristas contrastó con la ausencia del peronismo ortodoxo y los sindicatos peronistas.
La postura más cautelosa de sectores importantes de la oposición da la pauta de que el Ejecutivo todavía tiene un respaldo político importante. Sin embargo, todavía no está claro cómo hará Macri para mantener su plan de ajuste en la energía, sin provocar un mayor descontento en las calles. Ese es el dilema que deberá resolver en los próximos días.
Disconformidad
El gobierno oficializó esta semana el tope del 400% al ajuste en el gas. El Poder Ejecutivo dijo recorrer un «camino del progreso», pero admitió que debió aplicar una «etapa dura de sinceramiento» de la economía.
La administración de Macri considera que con la presentación del recurso extraordinario, el fallo judicial de la Plata queda en suspenso, por lo cual decidió publicar en el Boletín Oficial este miércoles el nuevo límite en las facturas, pero las entidades de consumidores creen que se debe esperar la resolución de la Corte Suprema de Justicia a la cual le llegó el pedido de per saltum.
«Estamos defendiendo a los consumidores, por eso no estamos de acuerdo con este tarifazo que se llevó a cabo de un día para el otro», enfatizó Polino.
Por su parte, el Frente Popular Darío Santillán consideró: «Ante los desproporcionados e injustos aumentos en los servicios de luz, gas y agua impuestos por el gobierno en todo el país, salimos a la calle para frenar el tarifazo».
En un comunicado, criticó: «Que ahorren energía los shoppings y las grandes mineras».
El miércoles , varias de las organizaciones convocantes presentaron un escrito ante la Corte, dirigida a su presidente, Ricardo Lorenzetti, a quien le reclamaron que convalide los fallos de Cámara de Chubut, Mendoza, San Luis que frenan el tarifazo a nivel local, y el de La Plata, que lo hace a nivel nacional.
Entre otros puntos, el escrito le solicita a Lorenzetti que tenga en cuenta la opinión de las asociaciones de consumidores y convoque a una audiencia en la que tengan la oportunidad de expresar sus “puntos de vista y propuestas de solución a la crisis desatada por los aumentos tarifarios que impactan en la vida de millones de personas”.
La carta la firman, además del propio Polino, la CTA-Autónoma de Pablo Micheli, la diputada nacional María Victoria Donda, Alejandro Bodart del MST y la ONG La Alameda, que armaron su propia “multisectorial” y montaron una conferencia de prensa conjunta frente a Tribunales.
Aranguren, sobre el cacerolazo
El ministro de Energía, Juan José Aranguren se manifestó “respetuoso de las manifestaciones en el marco de la democracia», en la previa al cacerolazo.
Afirmó que aceptará lo que diga la Justicia o la oficina anticorrupción sobre sus acciones en una petrolera privada. Luego señaló sobre el cacerolazo de este noche que en democracia todos pueden expresarse como quieran.
«Cada cual tiene el derecho de expresarse como quiera” afirmó, al tiempo que reivindicó la responsabilidad «del Gobierno de implementar las políticas públicas, porque nuestra función fundamental es lograr que podamos recuperar la energía para el país”.
«En la Argentina falta energía y tenemos que crear las condiciones para recuperar esa situación de que podamos producir energía en lugar de importarla”, explicó en declaraciones que formuló luego del acto conmemorativo del 162 aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que encabezó el presidente Mauricio Macri en la sede de esa entidad.
Consultado sobre los reclamos y las decisiones de la justicia de frenar los aumentos del gas, Aranguren expresó que «si la gente se siente conforme con la decisión de la justicia, bienvenida sea esa decisión”, pero ratificó: «nosotros tenemos una responsabilidad que es recuperar la energía y poder lograr que la gente pueda pagar lo que está en condiciones de pagar”.
Recordó que el gobierno hizo «las presentaciones correspondientes, tanto en lo que es la justicia en la Cámara Federal de la Plata y en Córdoba y somos respetuosos de las decisiones de la justicia. Nosotros vinimos acá a decir la verdad y cumplir con la ley”.
Con respecto de la acordada de la Corte, Aranguren dijo que «pide información sobre los conceptos que hemos tomado para hacer los cuadros tarifarios, de lo que ha sido el aumento de la energía desde el año 2003 a la fecha, cómo se determinan las tarifas sociales”.
«Es importante también decir que cuando la Cámara Federal de la Plata propone suspender el cuadro tarifario también suspende la tarifa social, y eso le hemos alertado a la Cámara, y estamos dando respuesta a todo eso”, aseguró el ministro.
– iProfesional