Lunes 16 de diciembre a las 20 horas en el Salón Victoria del Teatro Provincial de Salta. Como siempre la entrada es libre y gratuita.
Finalizan por este año los concurridos y exitosos conciertos de Camerata Lazarte de la Temporada 2013 con la primera audición para la República Argentina de el “Hortus Musicus” de Johann Reincken.
Este valioso estreno estará a cargo de Gerardo Solórzano en primer violín, Isabela Lemos en segundo violín, Marina Jara en viola y el Maestro Julio Lazarte en bajo continuo y comentarios.
Cabe destacar que esta agrupación comenzó en el mes de febrero sus conciertos 2013 en nuestra provincia, continuándolos todos los meses en el Salón Victoria del Teatro Provincial y llegando a hacer tres presentaciones por mes. El estilo del maestro Lazarte es hacer programaciones con conciertos monográficos en estrenos, o celebrando aniversarios, y con la insoslayable actitud de entregar gratuitamente cada presentación sin percibir ningún tipo de ayuda económica oficial o privada a pesar de haberlo solicitado año a año desde hace más de dos décadas. Lo notorio es que los integrantes de esta valiosa agrupación de cámara son de distintas provincias argentinas y los costos de sus traslados y viáticos por mes los asume el Mtro. Lazarte todas las semanas del año ya que él considera que la música clásica es un derecho para todos y no un privilegio de pocos.
Reincken fue un brillante organista y excelente compositor, cultor del llamado estilo fantástico. Así definió tal estilo el crítico, musicólogo y escritor de la época Johann Mattheson en Hamburgo en 1739: “Stylus Phantasticus representa la manera más libre y sin restricciones de componer, cantar y ejecutar música que uno pueda imaginarse, ya que uno pasa rápidamente de una idea a la siguiente a medida que se nos presentan pasajes inusuales, adornos escondidos, giros profundos y ornamentos sin respetar el pulso y la nota, a veces con urgencia, otras con duda, a veces en sólo una voz, otras en varias voces; a veces también inmediatamente después del pulso, sin compás estricto; pero siempre con la intención de complacer, de precipitar y de asombrar”.
Además de ser un respetado organista y compositor, Reincken llevó una activa y a veces polémica vida pública. Esto era producto de su irrenunciable vocación por la perfección artística y la búsqueda de la belleza en un sentido que iba más allá de lo artesanal y entraba en el terreno de lo filosófico y cosmológico. Esto le acarreó numerosos enfrentamientos con la mediocridad general, especialmente en el mundo de sus colegas músicos.
Más allá de las polémicas y de los chismes maliciosos de la época, Reincken luchó por ser estimado y respetado no sólo como un intérprete del órgano sino también como un ilustrado “musicus perfectus”, tal como lo describe Athanasius Kicher en su obra “Musurgia Universalis”: …“Un ‘practicus’ es quien se apoya solamente en su sentido de la audición, su oído musical (…) pero la teoría y la práctica están vinculadas, de tal modo que un “musicus” completo es aquel que conoce no sólo cómo componer sino también cómo dar una completa traducción estética a cada frase”.
Reincken era feliz dando completas y sustanciales explicaciones de sus composiciones, afirmando mordazmente su autoimagen y distanciándose de aquello que él consideraba como concepciones inadecuadas de la música. En 1687 publicó Hortus musicus, una colección de seis partitas para dos violines, viola da gamba y continuo, partes de las cuales arregló Johann Sebastian Bach para instrumento de tecla (BWV 954, 965 y 966). Las partitas, de estilo italianizante, presentan una estructura poco usual ya cada una de ellas incluye un movimiento inicial de «sonata antigua» en varias secciones que comprende episodios improvisados, fugados y a “solo”, seguido de una suite de movimientos de danza: allemanda, courante, zarabanda y giga. Esta es la obra más importante de Reincken y en ella usa la excusa y la alegoría de una traducción en sonidos de la belleza de un jardín barroco para exponer toda su destreza compositiva contraponiendo secciones de estilo riguroso en el contrapunto y la forma con secciones libres y llenas de fantasías propias del “estilo fantástico”.
En el prefacio de esta obra él se dirige en latín a los “musices cultori” (adoradores de la música) declarando claramente su opinión sobre sus oponentes: “Para aquellos que resuellan sobre cosas más altas que las que pueden comprender y las malversan, y hablan incesantemente de puras composiciones, contrapuntos armonías, fugas, y demás, para esa gente he levantado este espejo, así puedan contemplar en él sus fallas y defectos (…), y al así hacerlo puedan tomar conciencia de cuan horrible y ridículo es decir disparates tan frívolamente sobre cosas que sobrepasan enormemente nuestro entendimiento”.
El combativo Reincken parece haber hecho enemigos como figura pública en la vida musical de Hamburgo por sus polémicas posturas estéticas. Valga como ejemplo el que, en lugar de iniciar la dedicatoria del Hortus Musicus a la autoridad de Lübeck, Johann Adolph von Kielmannnsegg, con obsequiosos tributos y zalamerías como era usual en la moda barroca, él comienza la dedicatoria con una muy directa definición de su postura: “Muy Ilustrísimo Señor: durante varios años ciertos admiradores y particularmente muchos amigos honorables me han urgido – lo diré abiertamente – a hacer circular música instrumental de mi autoría entre la gente (…) Sin embargo, siendo consciente de mis limitadas habilidades, siempre me disculpé muy humildemente ante esos amigos, no sin tomar en cuenta de que hay un gran número de compositores de tal música en todo el mundo: pero con estas páginas deseo cerrar de una vez por todas las desvergonzadas bocas de quienes injustamente critican y se oponen a la diligencia de los otros… “
Después de ese ataque en su dedicatoria, Reincken se calma un poco y finalmente se dirige al “ilustre y magnánimo” dedicatario de la obra, rogándole que lo tome bajo su protección. Estos curiosos y coloridos aspectos de Reincken pintan la personalidad de un intenso y pertinaz buscador de la belleza en tiempos en que tales cosas eran de pública importancia.
Johann Adam Reincken nació el 10 de Diciembre de 1643 en Hamburgo y falleció en la misma ciudad el 24 de Noviembre de 1722 . Fue uno de los músicos más notorios y admirados en Alemania por su gran destreza en el órgano y la viola da gamba. Johann Mattheson le atribuye en sus escritos una longevidad de 100 años que es contradictoria a los registros bautismales en Deventer, donde realizó sus primeros estudios de música. Luego estudió órgano y composición con Heinrich Scheidemann en Hamburgo. Luego de trabajar por un tiempo como organista en Holanda, regresó en 1658 a Hamburgo, donde trabajó nuevamente con Scheidemann. En 1663, tras la muerte de Scheidemann, Reincken asumió el puesto de organista de la iglesia de Santa Catalina, que ejerció hasta el final de su vida. Según escribe Mattheson, Reincken fue famoso por su estilo de vida derrochador y gustarle especialmente el vino y las mujeres, sin embargo hoy sabemos que más allá de esas valoraciones Reincken fue el músico a quien J.S. Bach admiraba ya que iba desde Lüneburg a escucharlo tocar en la iglesia de Santa Catalina de Hamburgo.
De hecho, Reincken, Dietrich Buxtehude y Georg Böhm formaban un trío de organistas-improvisadores del norte de Alemania que ejercieron una poderosa influencia considerable en la juventud de Bach. Se dice que ya a edad avanzada, al escuchar a Bach tocar sus improvisaciones del coral luterano An den Wasserflüssen Babylon, Reincken dijo: «Pensé que este arte estaba muerto, pero vive en ti».
En el año 2006 se descubrió en Weimar el manuscrito más temprano que se tiene de J.S. Bach, que es una copia de esta obra de Reincken. Es lamentable que apenas se conserven un puñado de obras para teclado de Reincken, ya que se supone que la mayoría de sus improvisaciones nunca quedaran plasmadas sobre el papel.
Camerata Lazarte finaliza temporada 2013
Una vez más, un aporte INESTIMABLE del Maestro Julio Lazarte, no tan solo a la música del NOA, sino obviamente a enriquecer el panorama artístico de todo el país. Casi no hay profesores hoy día con sus vastos conocimientos, y menos aún acompañados de su extraordinaria calidad humana. Definitivamente IMPERDIBLE!!!!!!!!!!!!