Este viernes 4 de abril se cumplirá un año más de la muerte del maestro neuquino, una víctima más del mal uso de la autoridad y de la poca capacidad que se tiene en Argentina para diferenciar entre imposición del orden y autoritarismo, entre hacer cumplir la ley y actuar por fuera de ella. Paro de la docencia salteña y la neuquina.
El 4 de abril de 2007 Carlos Fuentealba participaba de una protesta en el marco de una huelga por mejoras salariales del sindicato docente ATEN, entidad perteneciente a la CTERA.
La asamblea convocada por dicho sindicato había decidido como medida de protesta cortar la ruta, a la altura de Arroyito. Fuentealba no compartía la decisión de hacerla en ese lugar porque lo consideraba peligroso, pero accedió a la voluntad de la mayoría.
El Gobernador Jorge Sobisch ordenó a la policía provincial impedir que los manifestantes cortaran la ruta en ese lugar, usando la fuerza de ser necesario.
Como consecuencia de esta orden el policía provincial despejó la ruta con balas de goma, gases lacrimógenos y un carro hidrante en dos ocasiones, impidiendo que los manifestantes concretaran su propósito por lo que algunos se refugiaron en una estación de servicio cercana y otros, fueron perseguidos por policías a pesar de haberse retirado de la ruta.
Cuando los docentes ya se retiraban las camionetas policiales se adelantaron a la caravana, y volvieron sobre ella encerrándola y, sin explicación lógica, arremetieron contra los trabajadores.
Fuentealba se encontraba dentro de un auto, sentado en el asiento trasero, cuando un policía hizo fuego contra él con un lanzagranadas, desde una distancia de unos 2 metros.
El cartucho de gas lacrimógeno atravesó el vidrio del vehículo y le pegó en la nuca, causándole un hundimiento de cráneo.
En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones, pero murió al día siguiente.
El agente policial, autor del hecho, de nombre José Darío Poblete, era integrante del Grupo Especial de Operaciones Penitenciarias (GEOP) y tenía dudosos antecedentes; fue procesado por homicidio calificado.
Jorge Sobisch enfrentó un pedido de juicio político por parte de la oposición, pero al tener la mayoría de la cámara a su favor, le permitió archivar el pedido. Meses después se presentaría como candidato a la presidencia.
Carlos Fuentealba
Había nacido en Junín de los Andes, Neuquén en1966. Hizo el colegio secundario en el Industrial 2 de la ciudad capital donde se recibió de técnico químico.
Su vocación por los jóvenes lo llevó a trabajar como educador; con ayuda de su esposa, había obtenido en el año 2005 el título docente.
Tenía 40 años, dos hijas: una de 14 y otra de 10 años. Era delegado gremial del Colegio Secundario “Centro Provincial de Enseñanza Media Nº 6” del Barrio Cuenca XV en la ciudad de Neuquén.
Tenía una familia, un don especial para relacionarse con los jóvenes, era solidario, creía en sus derechos y los representó. Lo mataron por ello.
Los otros
Como este caso hay otros en la historia de los reclamos sociales en nuestro país: Teresa Rodríguez murió por una bala perdida en Neuquén en1997 mientras regresaba a su casa. Era empleada doméstica. Aníbal Verón, desocupado, murió en Salta en el 2000, en un corte de ruta. En Salta también murieron en los cortes Carlos Santillán y José Barrios, en el año 2001.
Sin embargo, la Argentina sigue igual, parece inmune a la muerte y parece no ser capaz de aprender de sus errores.
Estas muertes no serán las últimas, habrá reclamos, el poder de turno usará la fuerza, dejando en el criterio la interpretación de la ley y las limitaciones del carácter y en manos de cada agente la responsabilidad de lo que ocurra. ¿Sigue siendo la obediencia debida el criterio con el que se manejan nuestras fuerzas? ¿Quién devuelve la vida?
Es común en nuestra historia reciente que el poder político tampoco asuma las responsabilidades de las órdenes que imparte y las consecuencias que estas traen.
En algunas sociedades democráticas ordenadas, antes de realizar una marcha, los dirigentes deben informar a las autoridades, objetivos, recorrido, y responsable de la protesta y el sistema de seguridad debe hacer eso: asegurar la seguridad de los manifestantes y el resto de la población, ambos dentro de lo que la ley ya estableció.
El hilo siempre se corta por lo más delgado…La sociedad rural y los grandes terratenientes están en las rutas… no piden básicos de 1200 pesos… y han desabastecido a todo un país… ¿Usted vio a las fuerzas de seguridad, dentro de la ley, hacer cumplir el principio constitucional de libre tránsito, en defensa del cual actuó la policía neuquina y que le costó la vida a Fuentealba?
La muerte de Fuentealba debe estar presente en la memoria pero para movilizarnos como sociedad para que nunca más ocurra, para crear una sociedad donde peticionar ante las autoridades no signifique poner en riesgo la vida. En un país democrático las leyes de juego deben ser respetadas por todos y de igual manera: ricos, pobres, civiles, políticos, fuerzas de seguridad…
Esto es lo que todavía no aprendimos y por lo que el maestro neuquino luchaba: construir un país más justo para todos.
La noche de las tizas, el espionaje D-2 y la persecuta sin castigo
– Por Romina Chávez Díaz
En comunicación con Estela Ortega, presidenta de APD (Asamblea Provincial Docente) y delegada por capital, en el programa «Libros y música» por FM Noticias nos expresó a los conductores que a la fecha, un auto blanco marca Dodge la sigue permanentemente. Denunciará a las autoridades correspondientes para pedir explicaciones sobre el seguimiento. El hostigamiento iniciado tiempo atrás y ya estructurado en un sistema perverso, no cesa.
También comunicó que el paro del 1 de abril en Salta por «La Noche de las tizas» tuvo éxito, pese a que la prensa desinformó a la población sobre su acatamiento. En la marcha, que partiría desde Mitre y Entre Ríos, sortearon una valla policial y hubo presencia de uniformados ante el Discurso de Urtubey en la Legislatura, ya que los docentes se dirigieron hasta allí. ¿Temores a maestros? Los docentes cerraron el acto por justicia y castigo ante la represión del 1° de abril de 2005 en Plaza 9 de julio, en Mitre 23, lugar que marcó los hechos de la jornada horrible de las tizas.
Las causas por La noche de las tizas están en manos de la Dra. Verónica Húber y se presentarán en esta nueva gestión.
Otras persecutas: la docente Milagro Castro, espera la firma del dictamen favorable a su persona, que reposa en las oficinas de la Ministra de Educación. Le sacaron de su sueldo ya 14 mil pesos, en un juicio por el que debía pagar 30 mil por «supuestas»calumnias e injurias contra la esposa de Mazzone quien recibió cargos en forma irregular. La Dra. Suárez comprobó que la denuncia de la docente tenía verdad y justa razón, y Castro ganó la partida. Falta la fase final.
Ortega anunció por radio y también se dijo en la última Asamblea, que el viernes se concentrará la Marcha en Palza Belgrano a hs. 10 por la muerte del colega Carlos Fuentealba. CTERA no sumó a la medida del paro del 4 de abril.
Refirió en una síntesis informativa, al espionaje de docentes durante el conflicto 2007. Siguen en vigencia juicios a Víctor Gamboa y al docente de Anta por los piquetes. ¿Y los terratenientes, «machos rurales» que dejaron sin comer al país?
– Notas relacionadas:
http://www.salta21.com/spip.php?article648 La noche de las tizas y el espionaje D-2
http://www.salta21.com/spip.php?article409 Milagro Castro le ganó a Mazzone
http://www.salta21.com/spip.php?article256 Jorge Sobisch escrachado y repudiado en Salta
http://www.salta21.com/spip.php?article276 Docentes marcharon por Fuentealba y judiciales fueron reprimidos
http://www.salta21.com/spip.php?article152 Sandra de Fuentealba en Salta: «fusilaron públicamente a Carlos»
Carlos Fuentealba, ¡Presente! A un año de su muerte paro en su honor
Un año más del asesinato de un luchador de la Docencia. Un años más y ya nos olviadamos de lo que significó ese día a los Docentes que luchamos por mejorar nuestra calidad de vida. Recuerdo que estábamos, los Docentes autoconvocados, encerrados en un conflicto que parecia no tener fin y que nuestras fuerzas nos estaban abandonando. Entonces la noticia nos estalló en la cara y la fuerza renació en nuestros corazones, y volvimos a gritar y a a pensar que no podíamos entregar todos nuestras esperanzas cuando alguien había entregado su vida en una lucha igual que la nuestra. Nuestra memoria es frágil. Nuestro afán de lucha también. Hoy ni siquiera el recuerdo de Carlos Fuentealba tenemos presente. Por eso perdimos y perderemos siempre. Ojala que esté equivocado.