Casacas verdes de Conciencia ambiental: pluma vs. látigo

Dice la famosa frase: “La mujer del César no solo debe serlo, sino también parecerlo”, parafraseando a Julio César, no sólo escribimos críticas, sino buscamos soluciones dentro de nuestras limitadas posibilidades a graves problemas sociales que aquejan a toda la sociedad.

La libertad de expresión es uno de los valores más importantes dentro de una sociedad que crece a pasos agigantados en busca de la igualdad social. Se podrán criticar muchas cosas en las que no podemos estar de acuerdo, pero hay otras con mucho valor de inclusión. Ante esta perspectiva de avances hay personas que no aceptan la diferencia de opiniones y si se piensa diferente te conviertes en su enemigo.

La pluma-látigo de los Casacas Verdes se destaca en varios medios de comunicación. La gente lee las publicaciones, pareciera que sirve mucho lo que se plantea o escribe, expresamos lo que la gente ve y no lo dice, quizás por temor, indiferencia, o el famoso “No te metas”. Molestamos a algunos, invitamos a la valentía a otros y dejamos pensando a los que se encuentran en otra sintonía.
Personalmente pasé de ser un docente a un cómplice de mi mente y de mis ideas, pasé de ser un docente a un esclavo de mis convicciones, estás me desbordan y se incentivan viendo “Las Injusticias”. Mis ideas galopan dentro de mi cerebro, golpean con sus cascos mi cabeza, me estremecen y necesitan depositarse en un papel.

Miro, observo, pienso y deposito, no puedo a mis 49 años insinuarme como un ser temeroso, cobarde, frágil, impotente, no puedo a esta edad dejar ese ejemplo a mis hijos, ejemplo de ver y callar, ejemplo de esconderme, ejemplo de tener una argolla en la nariz y que te lleven a dónde te indiquen los que tienen el poder, no puedo a esta edad ser ejemplo de miseria.

Cuando me vaya a la eternidad, no les heredaré fortunas, les dejaré un apellido, una historia y una lapicera que seguramente seguirá expresando en letras lo que se ve y no se cuenta, y seguirán Los Casacas Verdes existiendo en las generaciones por venir.
La juventud necesita referentes, la juventud necesita que le hablen de la “buena libertad”, la juventud necesita de buenos reflejos. Pero lo único que ven es corrupción, inseguridad, contaminación, moneda corriente en los tiempos que corren. Cómo es posible que unos cuántos puedan más…

Resultamos ser unos personajes peligrosos, de la tinta y de la pluma, por pedir que se deje de perjudicar a la naturaleza, que se deje de talar indiscriminadamente, que no se desvíen los ríos, que se dejen de ocupar los cerros con casas, que se deje de fumigar a la gente en avionetas, que se deje la concepción de la política como un bien familiar, que pasa de padres a hijos a esposas, pero siempre entre ellos…resultamos ser personajes peligrosos…!!!

– Pedro Martínez – Víctor Hugo Guardia

Casacas Verdes
Conciencia Ambiental Tucumán