Siempre hemos planteado que la producción agroindustrial por ser estratégica para la humanidad debe estar sometida al control estatal. Nunca hemos caído en la falsa controversia agricultura familiar – agricultura empresaria. Jamás hemos aceptado como serio un proyecto de la planta de lechuga propia para enfrentar a los monopolios internacionales.
Nunca hemos aceptado posiciones verdes – reformistas que al fin terminan dando lugar a estrellas mediáticas como Marina Silva en Brasil y en cualquier momento Natalia Oreiro – Darín en Argentina. Nunca hemos aceptado ser cómplices y secuaces de Greenpeace. Pero nosotros debemos hacer una denuncia a la incoherencia de cierta “izquierda”.
Como diría Adrián Paenza, demostremos por el absurdo. Supongamos que sea cierto que el maíz y la soja transgénicas fueran veneno, ¿qué se debería hacer con los 35 millones de toneladas que están guardadas en silo-bolsas? ¿Cómo es posible que los militantes de izquierda estén de acuerdo en comercializarla hoy?, ¿se olvidan que es veneno? ¿Sólo quieren comercializarla para resolver el problema de caja de Argentina? ¿Hacen falta esos dólares para seguir siendo “pagadores seriales” de una deuda generada siempre por la burguesía? Si es veneno, nuestra obligación es luchar para que NO se comercialice. Y si no lo es, ¿no será mejor revisar toda nuestra política agraria?
Desde hace años que planteamos que la discusión ambiental tapa el verdadero problema: el necesario control estatal sobre la producción de alimentos y que la discusión verde reformista contribuye a impedir la solución al problema agroalimentario en Latinoamérica. PERO EXIGIR LA COMERCIALIZACIÓN DE LOS GRANOS GUARDADOS PARA LA ESPECULACIÓN ES MÁS QUE CONTRADICTORIO. Si ACEPTAMOS que los transgénicos “son veneno”, seamos coherentes y exijamos la destrucción inmediata de los granos almacenados.
Volviendo a la realidad: NO SON VENENO. Entonces exijamos la estatización sin pago por haber especulado y desabastecido. Tardíamente aparecen voces que intentan levantar consignas para volver a la “Junta Nacional de Granos”. Le sugerimos que empiecen a pensar primero en la estatización de todo el sistema portuario de la Hidrovía, porque sino la Junta sólo servirá para darle más comida a los corruptos. ¿No se busca eso, no?. Un poco de seriedad por favor. No pretendan salir a vender por el mundo entonces lo que ustedes mismos consideran el factor clave para la malformación de niños y el exceso de gays en la Argentina o en Bolivia por cambios hormonales. Un poco de seriedad.
Si Kiciloff pide colaboración para juntar la plata que exigen los buitres, avisenlé que nosotros vamos a apoyar la venta de veneno y por lo tanto, vamos a exigir la comercialización del mismo. Por esta única vez, claro, como ocurre con algunos impuestos que impone la burguesía en Argentina.
– Leonardo Juarez- Grupo Vavilov- Partido Comunista de Salta