No podremos sino ser “axiomáticos”, por los estrechos márgenes de una nota periodística.
¿Cuál fue el socialismo real? ¿El imaginado por Marx, a partir de la “Comuna de París” de 1871, o el que advino en el Siglo XX?
“… ¿Por qué los seres humanos … (se resignan) a … (lo) … que (los destruye) y (a causa de qué) hacen tan poco para (impedirlo) … ?
…
La Naturaleza … favorece más un cambio de especies que (una subversión) en las consciencias …
…
¿(Por qué) no … dejan de perseguir a los tristes, a los pobres … , a los que no se compran … toda esa mierda que (se me) vendería de muy buena gana? …” Hombre mirando al sudeste, film de 1986 de Eliseo Subiela
However y con el objetivo de demorar el ingreso abrupto en tema, confesaré que en 1996, luego de mi nefasta inserción en “Patria Libre”…, un militante del Partido de la Liberación, de quien me ahorraré su nombre, sin especificar tampoco, si era mujer o varón, me dijo, para mi asombro, que todavía me dura, que después de la “Comuna de París”, había pasado mucha agua bajo el puente…
Mi amigo Julio Quintana, que es lo suficientemente lúcido para no fastidiarse conmigo por mis divergencias, tal como se molestan hasta el odio los otros leninistas, opina que mis elucubraciones implican discusiones que se superaron históricamente, en su momento –!? (¡Nossa Senhora!).
Bien; frente a lo que disemino, expreso que si fue socialismo lo que aconteció en la centuria aludida, NADA RELATIVAMENTE NUEVO, ocurrió desde 1871, excepto el alzamiento de 01 de Enero de 1994 en México, Chiapas. TODO el resto, es un leninismo autoritario, mediocre, sin imaginación, nomás que para embromar la historia y la Historia.
NO ESTÁ SALDADO NINGÚN DEBATE NI COMBATE por lo que debiera ser el socialismo y el comunismo, que hasta los leninistas rasos, confunden y ambos –el socialismo y el comunismo– son disímiles.
Ingresando en la cuestión, afirmo que para el compañero de Engels, el “socialismo real” fue la experiencia de la comuna de París –La guerra civil en Francia, 1980. Algunas de sus características son
– a. Disolución de todas las instituciones represivas de la colectividad, tales como:
i) la Justicia, que será reemplazada por asambleas populares que ejercerán los poderes anti poder judiciales, legislativos y ejecutivos, al tiempo que evitarán reintroducir los enlaces de poderes que se incrustaron en el binomio “verdad–bien”;
ii) las Fuerzas Armadas, las cuales, serán reemplazadas por el pueblo levantado, ANTES DEL INICIO DE LA SUBVERSIÓN –dictadura del proletariado– y tales potencias se licuarán, sin más ni más. La rebelión NO SE LLEVA A CABO CON NINGUNA CLASE DE FUERZAS ARMADAS, regulares o irregulares, aunque asome ingenuo;
iii) las instituciones de encierro, como las prisiones y los hospicios;
iv) el Estado y la burocracia. NO EXISTE ESTADO OBRERO. El “Estado” que anhelaba Marx, no era un Estado como lo es Cuba ni como lo fue la ex URSS, sino una Asamblea enorme, en continua discusión.
Por eso, la dictadura del proletariado NO ES UNA DICTUDURA; ni “blanda”, ni áspera. ES UNA DEMOCRACIA RADICALIZADA, como jamás la hubo.
v) las diversas religiones que sean sostenidas con impuestos, las que serán suplantadas por cultos mantenidos por los feligreses y por “sacerdotes” que no detentarán poder extra;
vi) deconstrucción de los establecimientos educativos, lo que dará lugar a talleres en donde se combine el trabajo con la enseñanza teórica, se acabe con las relaciones de poderes “docente–alumno” y sean liquidadas las formas disciplinarias de aprendizaje (esos talleres serán organizados por cada municipio, sin la intervención de órgano centralista alguno);
– b. el sistema político y social estará acodado en municipios de absoluta auto gestión y autogobierno. Las diversas comunas se articularán entre sí mediante una Asamblea General en sesión permanente; dicha Asamblea no impondrá ningún tipo de decisión a los municipios.
Los delegados que compondrán las comunas, serán completamente revocables en cualquier momento y obedecerán lo resuelto por el pueblo en deliberación.
Terminan la democracia representativa, los Partidos, las elecciones facciosas y la Representación en general. El “socialismo” de Partido no es socialismo. Por ello, el sistema funcionará como una “democracia directa” en la que los productores juntados, id est, el obrero colectivo, conducirá el Gobierno sin mediaciones;
– c. las masas y los municipios auto gestionados acabarán con la “Razón de Estado”, para lo cual las comunas y la Asamblea darán absoluta y transparente publicidad a las resoluciones efectuadas.
En el entendimiento público de la información jugarán un papel decisivo los mass–media, ya que a través de ellos será viable una circulación universal de datos.
La administración colectiva de los medios genéticos de riqueza, implica también la disposición comunitaria de la información, en lo puntual, la relativa al control del proceso creador de tesoro social;
– d. previo a la aparición de las colectividades asociadas emancipatoriamente, cual átomos epicúreos, bajo el métodos de producción comunista, el “chronos” social consumido en los asuntos de gobierno fue enorme. Se derrochaban cantidades irracionales de horas de labor y se consumían abundantes volúmenes de riqueza; los Gobiernos eran caros, incapaces y negligentes.
La República Socialista expresada en las Comunas, será el primer Gobierno barato, y que no obstaculizará la inventiva y la capacidad creadora del obrero general para resolver los temas de reproducción de la vida;
– e. las diferentes formas de Gobierno que pulsaron hasta ahora, absorbieron las fuerzas de la sociedad como si fuesen un agujero negro.
La comuna socialista no sólo devolverá al cuerpo universal autogestionado las potencias históricamente succionadas, sino que estimulará al fin, su movimiento sin tabiques.
Las fuerzas serán devenir y la sociedad será análogamente, una comunidad/flujo; el movimiento surgirá como el rasgo notorio de esta colectividad;
– f. las formas gubernamentales de los asuntos sociales que existieron hasta el presente, fueron enfáticamente represivas y gravitacionales. De esta guisa, impidieron que las potencias colectivas “despegaran” hacia horizontes cada vez más libertarios, o sea, que fugaran de la Tierra y de su poder, hacia un estado permanente de Abierto.
La comuna socialista será una forma–política expansiva, que desbloqueará a las fuerzas del atareado universal, de la gravedad terrestre de lo simbólico y las impulsará hacia los paisajes imaginarios de una emancipación siempre creciente;
– g. el municipio socialista librará al trabajo de cualquiera de las formas de esclavitud bajo las que estuvo sometido, particularmente, del sojuzgamiento económico que le impidió desempolvarse como una genuina “Estética de la producción” y una Semiótica de la Maravilla. En simultáneo, será el comienzo del deceso del trabajo y el principio del derecho a la vagancia;
– h. la “política”, desde la ejercida en los actos de Gobierno hasta las políticas infinitesimales, que se dedican a construir planetoides semiósicos y “pathémicos”, dejará de ser una simple Überbau y será parte fundamental de las hesitaciones comunitarias.
Será una esfera por la que resulten abrogadas la faena y la producción.
El deseo de trastrocar los medios genéticos de tesoro, la labor humana y la creación de instrumentos de y para una sociedad anárquica, será una decisión “política” antes que económica. Al mismo tiempo, será el comienzo del ocaso de lo político y de la política.
– i. no habrá ni dirigentes ni dirigidos, ni gobernantes ni gobernados, ni feminismo ni machismo, etc., etc.
Aparte que las colectividades fueron conjuntos entrelazados de “Basis” y sobreestructura, fueron esquemas en los cuales subsisten (con ciertos giros) las estrategias para establecer el empleo de los poderes contra el poder social; uso que es estipulado según maneras de decisión, respecto a los ejes de reproducción de la vida.
Si esas formas de decisión se afincan en la lucha entre gobernantes y gobernados, los empleos de los poderes anti poder, que puedan ejercer las masas creadoras de tesoro y los obreros improductivos no privilegiados, son limitados.
Queda claro que si las citadas maneras de decisión son moduladas por el atareado colectivo en su globalidad, los usos de los poderes contra el poder serán genuinamente democráticos. Por ende, las formas en que se deciden los asuntos de la reproducción de la sociedad, esto es, los modos en que es establecido el consenso sobre tales ejes, son nodales para la vida comunitaria.
En otras palabras, el grado en que está desarrollada la democracia de las decisiones respecto a problemas esenciales en la reproducción de la sociedad, es también un nivel de análisis que el muriente en Inglaterra, no abandona –contra Habermas y los suyos. La escala de extensión de aquella democracia, es un estímulo para el despliegue de la actividad y de las energías del obrero universal; por el contrario, una escasa democratización de las relaciones sociales (como es el ejemplo de los sistemas parlamentarios actuales), es un obstáculo para la manifestación polimorfa de la actividad y de la energía de dicho trabajador.
Los medios de comunicación, desenrollados y diversificados en el régimen burgués, son nucleares en la democratización de las decisiones importantes para la sociedad.
Por lo enunciado, es que digo que el marxismo de Marx era un anarco marxismo y que su socialismo, era un anarcosocialismo, si lo comparamos con lo que aconteció en el Siglo XX, en su nombre, pero no por su nombre…
Fracturo los “axiomas”, que me hartan, idénticamente. Me voy con una Dedicatoria que es una anti Dedicatoria:
“… (a) los que no pudieron vivir en medio del espanto; (a) los quebrados por el horror; (a) los que ya no tienen nada que esperar…” –de la película Hombre mirando al sudeste, Buenos Aires, Argentina.
¿Cuál fue el socialismo real?
Lo de los quebrados, es una autodedicatoria?