«Despistados, el misterio de Ciudad Chiquita», una aventura teatral en vacaciones de julio

El Grupo teatral La Morisqueta cumple 15 años de trabajo en la provincia. Celebración y estreno el 5 de julio en Casa de la Cultura. Salta 21 entrevistó a Cristina Idiarte, directora del grupo, para abordar su nueva producción artística, desbordante de inventiva. Los personajes que atraparon a los niños en las anteriores puestas, vuelven con una historia llena de recuerdos y canciones.

Dorotea, la giganta, cobraba vida en «Me lo contó un pajarito». Alicia en puntas de pié tocaba la luna en «Alicia en el país de las zapatillas». Los Piratas se habían robado el tiempo en «Momo». ¿Se acuerdan de Olgo, el ogro de «Monstruópolis»? Una sucesión de inolvidables personajes desfilaron por bellas historias que desafiaron no sólo a la imaginación, sino al pensamiento. La Vaca, querido personaje, Artimañas el dragón … Rosalinda, de «Cabeza de chorlito»…Cada uno vive en el arcón de los recuerdos, toda vez que una historia vuelve a ser contada…

El teatro también «cuenta» historias… en vivo. Esta vuelta, se viene una de detectives después de los mosntruos que hicieran historia el año pasado, unos simpáticos y divertidos seres que te proponían ser como sos, porque lo importante es lo que no se ve…

¿Te acordás de Anita Botones…?

Entramos al teatro de la mano de La Morisqueta, que trabaja incesamente en este espectáculo. Corremos el telón y entre bambalinas, charlamos con La Negra Idiarte, directora, dramaturga y actriz.

Estas son las preliminares para la nueva temporada teatral de julio.

Nada despistados: Pensamiento crítico, inteligencia, imaginación y juegos

Negra, este invierno vamos a disfrutar de una nueva propuesta para niños, con misterio y algo más. ¿Podrías adelantarnos sobre el por qué del título «Despistados, el misterio de Ciudad Chiquita?

– La tranquilidad de Ciudad Chiquita se ve amenazada con la extraña desaparición de los personajes más famosos del grupo La Morisqueta.

Vaca, Pelucheitor y el Esqueleto del Terror han desaparecido de las obras de teatro; su amiga y compañera Zozó irá en su búsqueda. Para encontrarlos, contrata a los famosos detectives Lupa y Lupín, quienes ayudarán a descifrar este enigmático misterio.

Mientras tanto, el súper villano Piruchis Monk amenaza con extraer la memoria de todos los ciudadanos de Ciudad Chiquita.

Esta nueva propuesta nos encuentra cumpliendo 15 años en el teatro para niños y nos propone hablar de la memoria y los recuerdos, cosa no muy habitual en los trabajos para niños, nos parece que está bueno que los chicos puedan ser conscientes de eso, de la importancia de la memoria.

La Morisqueta es un grupo de teatro para niños que se ha instalado en Salta. ¿Cuáles han sido las claves de los sucesivos éxitos?

– No sabría decirte con certeza, creo que hacemos lo que queremos de la mejor forma que sabemos hacerlo. A ese trabajo se le suman varios factores, por ejemplo la estética -muy característica del grupo-, el diseño de sonido con canciones originales y sobre todo, la temática.

Nosotros creemos que existe una manera de hacer teatro para niños que no subestime a los niños, que los incite a pensar, a imaginar, a formar parte en la historia. Hay muchas cosas obvias, con lenguaje ñoño y sin apuestas jugadas sólo porque no creen que los chicos pueden pensar más allá; esa es nuestra apuesta: todos los años pensamos de qué manera se estimula el pensamiento crítico y la inteligencia, la imaginación y el juego.

Y lo bueno es que mucha gente también cree en esta bandera que defendemos, la de la imaginación.

Tenés una mirada particular sobre lo que es principalmente la historia. El hecho de estar en contacto con la literatura infantil, conocer el gusto de los niños, ser una gran lectora, tener un marido músico y una adolescente actriz, es como que te han abierto una puerta a la creatividad. Ahora bien, ¿cómo conjugás todo esto a la hora de planear una historia que sea atrapante, actual, reflexiva y sobre todo, para chicos, pero fundamentalmente, inteligente?

– Mirá, creo que sería imposible plantear una historia interesante si no se parte de una investigación seria, de un trabajo arduo y de un conocimiento claro de nuestro público. En particular con “Despistados” festejamos estos años juntos porque somos un equipo: Fernando es una parte muy importante de esto, si sus melodías no nos llevaran a esos climas, no sería lo mismo. Andrea (Di Salvo) trabaja minuciosamente la escenografía y el vestuario con la mirada estética del grupo, Laura (Casco) y Samanta (Scala) sostienen el trabajo actoral desde hace uno años y Felipe – actor invitado de este año- junto a Zoe (Subelza) llevan adelante el espíritu de La Morisqueta.

Pero eso no es todo, una gran amiga, Claudia Peña – de La Faranda-, se suma desde el año pasado dando forma con nosotros al texto dramático en “Monstruópolis” y también a la dirección y escribiendo en conjunto “Despistados”. Esto habla de una profunda generosidad y una manera de ver el trabajo teatral compartido.

Además de Zoe, tu hija mayor, una de las actrices de esta nueva producción, tengo entendido que debutarán las mellizas. ¿Cómo es tener una familia abocada al trabajo artístico?

– (risas) Sí, Manuela y Mía – 6 añitos- se suman como un juego, como debería ser siempre el teatro, no? Es muy divertido, a mí me emociona ver a mis hijas eligiendo un camino que amo. Nosotros formamos una familia que aparte de unirnos por el amor, tenemos un sentir conjunto en el arte, queremos crecer así, con todo lo que cuesta o no. Es nuestra manera de ver el mundo.

En esta obra te has quedado con algunos personajes que fueron parte de La Morisqueta. ¿Quiénes están y cuáles son los nuevos?

– Hay muchos personajes que para nosotros significan mucho: Pelucheitor, el oso mala onda que es un tierno; el Esqueleto del Terror y la Vaca que son parte de nuestra vida como grupo, cuentan la historia de La Morisqueta. A ellos se suman los famosos detectives Lupa y Lupín, Zozó y Piruchis Monk, el villano más malo de esta ciudad.

Cantános un pedacito de alguna letra y contános cómo se creó la música para el espectáculo

– “…Malo, malísimo soy. No me calienta la verdad. Me gusta ser así super-mega-archi-malo…” Eso dice Piruchis en su canción, las letras las escribo yo y Fernando (Subelza) les pone música y onda. Con Piruchis se copó y le armó una estructura muy ganchera para que el villano sea un tipo muy resentido que en vez de crecer, critica. Algo muy común, ¿no?

El resto de las canciones son compuestas a partir de lo que ve Fernando como diseñador de sonido.

Cómo ha sido por ejemplo, el proceso del diseño de un personaje

– Partimos de una idea sobre lo que queremos contar, en este caso queríamos hablar de la memoria y de la importancia que tiene para nosotros los recuerdos, porque nos definen y nos configuran. Piruchis es el malo, porque su maldad reside en el resentimiento que tiene para con la actividad teatral, habla de sus frustraciones y de lo solo que está.

Mientras que Zozó es todo lo contrario, busca sus afectos, su memoria.

¿Ensayos a full?

– Pufff!!!! A full todos los días, pero muy contentos.

Informemos al público sobre funciones, horarios, promociones…

– Estrenamos el 5 de julio y tenemos temporada todos los días de julio hasta el 20, a las 18 hs. en la Casa de la Cultura. $50 Entrada General y muchas promociones en el ciclo de Cultura a la Vista.

Despertar la imaginación ha sido la premisa de La Morisqueta con cada una de las obras. ¿Qué caminos nuevos transitarán con esta obra?

– Estaremos en busca esta vez, de mirarnos, de rescatar lo que fuimos, revalorizando la memoria compartida para que nos defina hoy.

“Despistados, el misterio de Ciudad Chiquita” apuesta a valorar lo que construye nuestra historia, una propuesta que habla de valores, memoria y afectos, con el estilo de La Morisqueta y siempre apostando al juego.

Bertol Brecht decía «el arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento». ¿Qué pensás al respecto?

– No sé, tengo mis dudas con respecto al concepto de “entretenimiento”, el concepto del entretenimiento se ha devaluado de manera aterradora en los últimos años. Se me ocurre que actualmente ese término tiene que ver con el mero paso del tiempo, sin reflexión ni testimonio…y me preocupa.

Pero pensando en el maestro Brecht seguro que su concepto era diferente que el actual. Creo que el artista debe testimoniar sobre su tiempo y ser testigo y denunciante de esos devenires. Comprometerse con lo que pasa, su forma de hacerlo es a través de su producción artística. Es producto de su tiempo.
Y uno trata de hacerlo lo mejor posible, lo más honesto que le sale.