Integrantes de organizaciones de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos de la última dictadura militar participaron, en el Parque de la Memoria, de la Costanera Norte, de los actos de homenaje por el Día Internacional del Detenido-Desaparecido.
– 30 de agosto de 2009 – P. 12
Los asistentes al acto recorrieron el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, ubicado en el parque, que cuenta hasta el momento con los nombres de unas 9000 personas.
María Adela Antokoletz, hija de María Adela Gard de Antokoletz, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, y hermana de Daniel, desaparecido en noviembre de 1976, dijo en el inicio del acto que «hoy es un día especial, porque celebramos la vida y recordamos a las víctimas del terrorismo de Estado, la mayoría detenidos-desaparecidos».
Antokoletz, integrante además de la Federación Latinoamericana de la Asociación de Familiares de Desaparecidos, señaló que «en este monumento faltan nombres, porque según consta en los documentos de los represores, son más de 30.000 las personas desaparecidas, y es tarea de todos inscribir sus nombres».
«Hoy homenajeamos a los detenidos-desaparecidos, que quienes sembraron sus ideas por una sociedad con justicia, libertad y amor», concluyó Antokoletz.
Horacio Pietragalla Corti, nieto recuperado el 30 de abril de 2003, recordó que «conocí a mi viejo hace seis años, su vida, y la clase de persona que era, gracias a compañeros vivos que permitieron reconstruir nuestra historia».
Su padre, Horacio Miguel Pietragalla fue asesinado el 8 de noviembre de 1975, mientras que su madre Liliana Corti fue secuestrada el 5 de agosto de 1976 en su casa de Villa Adelina y asesinada ese mismo día.
«Mi padre tenía los ideales de los jóvenes de la época», rememoró Pietragalla, «y sabía que podía ser asesinado, secuestrado o torturado, y el objetivo más importante en su vida fue lo que podía dejar, porque todos ellos no fueron egoístas y lucharon por nosotros y por una generación».
Por su parte, la madre Enriqueta Maroni, sostuvo que los detenidos-desparecidos fueron militantes políticos y sociales y nosotros no negamos su militancia, y entregaron su vida, porque sabían que estaban en peligro pero no conocían el horror». «Rechazamos -continuó- las declaraciones del asesino y torturador (Jorge Rafael) Videla cuando decía que los desaparecidos no son, no están, porque sí son y sí están y tienen identidad».
Maroni, madre de Juan Patricio Maroni y María Beatriz Maroni y suegra de Carlos Rincón, quienes fueron secuestrados el 5 de abril de 1977 tras allanamientos, destacó «la solidaridad, compromiso y entrega» de todos los desaparecidos.
«Hoy, más que una reivindicación, es la celebración de la memoria, una memoria que busca mantener vivo a nuestros hijos, buscando además el juicio y castigo a todos los responsables», completó.
En el final del acto fueron arrojadas flores al Río de la Plata y se homenajeó al ex embajador de Francia, Bernard Kessedjian, promotor de la aprobación por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de la Convención Internacional de Protección de todas las personas contra la Desaparición Forzada.