El gobernador de la Provincia Juan Manuel Urtubey declaró duelo provincial por la muerte del folclorista salteño, Patricio Jiménez, quien falleció el domingo. Por este motivo, y mediante decreto, ayer las banderas nacional y provincial permanecieron izadas a media asta en todos los edificios públicos.
El instrumento establece entre los considerandos que “este gran artista integrante del Dúo Salteño, entre otros conjuntos, supo representar de manera original y trascendente los valores musicales y culturales de Salta, convirtiéndose en una personalidad destacada de la cultura salteña”.
Recuerda además que con el Dúo Salteño, impulsado por el recordado Cuchi Leguizamón, “llevó la música por todo el país y más allá de las fronteras nacionales. Con la muerte de Patricio Jiménez se pierde una figura señera de nuestro folclore”.
Una copia del decreto, refrendado por el secretario general de la Gobernación, Ernesto Samson, será remitida a los familiares de Jiménez.
Murió Patricio Jiménez, creador del Dúo Salteño
– La voz del interior. Santiago Giordano – 23 de noviembre
Tenía 66 años. Fue uno de los fundadores del mítico grupo
El domingo, en la Clínica San Roque de Salta, murió Patricio Jiménez, integrante fundador del mítico Dúo Salteño. No logró recuperarse de una operación efectuada tras un accidente cerebro vascular.
En los últimos tiempos actuaba con regularidad en el Dúo Salteño, con el que preparaba un espectáculo en homenaje a los 10 años de la muerte del “Cuchi” Leguizamón, que se iba a presentar en el próximo Festival Nacional de Folklore de Cosquín.
Jiménez había nacido en la ciudad de Salta el 13 de setiembre de 1943. Fue intérprete y también compositor. Entre sus obras se destacan El tren de Alemanía, sobre un soneto de Manuel Castilla, y Sin ella vienen los días, con letra de Hugo Roberto Ovalle. Cantor de voz oscura, pronunciación precisa y gusto exquisito para los tiempos lentos de la zamba, a lo largo de su carrera Jiménez fue parte del Quinteto Sombras, Los Cumpas y Los Cuatro de Salta, además de ofrecer numerosas presentaciones como solista en distintos escenarios del país.
Pero su nombre quedará para siempre ligado al Dúo Salteño, que formó en 1967 con Néstor “Chacho” Echenique, por originalidad y trascendencia uno de los hitos más importantes de la música argentina.
Bajo la guía sabia de Gustavo “Cuchi” Leguizamón –su mentor y cerebro musical–, el Dúo Salteño planteó otra manera de cantar a dos voces.
Tanta belleza musical se prolongaba en un repertorio impecable, fundamentalmente integrado con obras del mismo Leguizamón y de Manuel Castilla, además de Yupanqui, Armando Tejada Gómez y Echenique, entre otros.
En ocho álbumes –uno de ellos reeditado en Japón– y dos recopilaciones aparecen versiones cardinales de temas que hoy son clásicos, como Zamba de Juan Panadero, Zamba del silbador, La Pomeña, El hombre del ají, Zamba de la sirena, por nombrar algunos.
“Nos escuchaban con un silencio impresionante”, contaba una vez Jiménez a La Voz del Interior, recordando la primera actuación del Dúo Salteño en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín en 1969 –donde no recogieron premios oficiales sino la aprobación de la crítica y del público. Ese silencio era el mismo que se verificaba en cada actuación. Como en un concierto de música de cámara, el aliento del público se suspendía. A partir de ellos, cantar a dos voces fue otra historia.
Duelo provincial por el fallecimiento del folclorista Patricio Jiménez
Lo primero que me da es bronca, después un poco de verguenza ajena.
Por lo menos ya que hicieron tanto silencio durante tanto tiempo…
hagan silencio ahora muchachos, si no saben que decir, pues no digan nada.
Una verguenza querer tapar tanto olvido con un decreto.
Patricio y Chacho tuvieron que pelearla como pocos, aun con sus más de 60 años-
El Dúo era nuestra manifestación latinoamericana más genuina y ha sido
sepultada por tanta desaprensión.
Las politicas culturales debian haberlo rescatado y financiado, no digo ya una gira por Sudamerica (que caia de maduro) sino al menos más recitales en la provincia, sin que tengan que estar pensando a esta altura del partido en el «borderó». Pero ya se sabe que aqui cultura quiere decir turismo, turismo quiere decir comercio y si la cultura no «vende», se muere de pie.
Muchachos pongan atención, no todo es ver si se tiene la camisa bien blanca
o que marco de lentes queda más «pro» para la reunion del día. Ni ensayar la sonrisa en los espejos. No todo es eso, nos estamos quedando vacios, no vamos a tener de donde aferrarnos si no costruimos nada.
En Salta, arte y cultura son aquellos fenomenos que triunfan en Bs. As. y de ahi recien Salta los rescata. Como si Buenos Aires fuera un termómetro de algo.
Como en Bs. As.; aqui, de un tiempo a esta parte la ecuación ha sido: quien canta mas fuerte canta mejor. Y nosotros teníamos más que eso. Una pena.
La manera en que Salta se prepara para el avance de una globalización cultural acechante: es patética. No tenemos red.
Dentro de un par de años estaremos cantando todos reegeton a lo chicano frente la tienda San Juan.
Hace Tan solo dos días Patricio se nos fué y aunque no lo crean Patricio murió por eso, por abandono, porque tuvo que pelearla y vivir preocupado hasta el último momento. Como si fuera un muchacho de 20 años que recién comienza y como si nunca hubiese hecho nada por la cultura.
Proteger al Dúo hubiese sido lo correcto, Ahora no nos salva un decreto de duelo, una placa de bronce o una corona de flores. Lamentable.
Que el poeta Miguel Angel Pérez ponga sus barbas en remojo, porque ya se ha visto que aqui les encanta oficiar de funebreros y decretar con solemnidad que las cosas valian la pena.
Pero hoy deberían tocar la puerta de Perecito (y de tantos otros), y decirle «Don Pérez, llene este pueblo de poesía, ud. diga la poesía que nosotros nos ocupamos del resto»
En otras latitudes, un fenomeno como el Duo Salteño hubiese estado sumamente amparado por las autoridades que deben hacerlo. Simplemente por conveniencia.
En fin, al menos hasta que pase la masacre cultural que se ha hecho con Salta, Estaremos en la trinchera todos los que pensamos que la cultura es otra cosa que un panfleto o un ciruito de «gauchos for export» y por lo pronto, hasta que retoñe el asunto, la voz de Patricio seguira entrando en mi casa traida por el tren de Alemanía. Al cabo, eso no podrán quitarme.