¿Cómo murió el periodista Luciano Jaime? Murió dinamitado tras revelar en el Diario El Intransigente (9 de enero de 1975) “el bárbaro hecho”(sic) del asesinato previa tortura de Eduardo Fronda del FRP (Frente Revolucionario Peronista) ocurrido al costado del camino de la villa veraniega de San Lorenzo en el paraje denominado La Choza. La causa judicial del caso Fronda se reabre luego de años de estancamiento. Testimonios del hermano del militante revolucionario torturado y ultimado a balazos, en la primera parte de una historia que se encamina hacia la penalización de los culpables en el marco de la justicia.
En El intransigente del día viernes 10 de enero de 1975 se lee: “Fronda habría sido torturado antes de ser ultimado a tiros». Según la crónica del periodista Luciano Jaime el artículo publicado el día anterior sobre “el trágico hecho de sangre” en el cual perece Eduardo Fronda «causó diversos comentarios».
A partir de aquí, firmaba su sentencia de muerte por cumplir con su deber y relatar la verdad de los hechos tras haber sido testigo ocular en el momento del hallazgo del cadáver de la víctima. El periodista menciona en este artículo a Aníbal Puggione, al que meses atrás habían encontrado muerto de manera similar en un baldío de Buenos Aires.
Jaime revela también, que el de Fronda fue el primer caso de esta índole ocurrido en Salta y realiza una descripción de los tiros recibidos por la víctima y de las señales de picana en su cuerpo. Escribe que el crimen tiene “connotaciones políticas” y que la autoría del homicidio se la adjudican al “Comando Norma Viola” (célula extremista que recuerda la muerte de la hija de 3 años de Humberto Viola, muerta en Tucumán junto a su padre). Según informes policiales, los culpables eran subversivos vinculados al FRP.
Luis Rubén Fronda con Salta 21
Luciano Jaime, periodista del diario “El intransigente”, murió a mediados de enero de 1975. Su muerte está vinculada con el asesinato del dirigente de la juventud peronista Eduardo Fronda, de 25 años de edad, quien militaba en el partido justicialista en esa época que antecedía al tiempo de la dictadura que se inició el 24 de marzo de 1976.
Fue entonces cuando de la mano de Videla- Masera-Agosti se inició un plan nacional de aniquilamiento a través de las torturas y posterior desaparición de personas. Este plan siniestro que se hizo en defensa de supuestos valores cristianos comenzó antes del golpe que derribó a Isabel Perón. Una página negra dentro de la Historia argentina. Existía un listado de «enemigos de la patria» que debían ser aniquilados, elaborado la Triple A, organización de ultraderecha conducida por el Ministro de Bienestar Social de Perón, José Lopez Rega.
«Ya se anticipaba la venida del nuevo régimen: en el país se produce una toma de posición de toda la dirigencia política. De ahí los montoneros, el ejército revolucionario del pueblo , la fuerza armada revolucionaria (la FAR). Y en Salta, habían distintos movimientos: el frente revolucionario peronista, donde militaba mi hermano» le cuenta Luis Rubén Fronda a Salta 21.
«Todos estábamos vinculados a organizaciones con una gran determinación política. Es que en ese tiempo no existían términos medios: o eras de un lado o eras del otro lado; o estabas a favor de la derecha o tomabas la posición nacionalista, que eso para ese entonces ya se lo llamaba izquierdista o igual a subversivo. Porque pensar distinto era subvertir el orden impuesto por lo que ya se venía».
«La posición que toma mi hermano es como la que tomaron otros grupos distintos- como el del actual presidente de la nación y su señora- que estaban por entonces en Montoneros. Para la dictadura era mala palabra. Pero no es así. Se trataba de organizaciones políticas donde la juventud en ese entonces tomaba determinaciones reales y era una juventud intelectual muy distinta a la que hoy en día se ve. Muy distinta.
Por aquella época reaccionaban unos con la violencia; otros, con lo que pueda permitir expresiones de ideas en forma escrita; y otros, con las armas».
«En ese entonces mi hermano era visible en su forma de pensar, como muchos otros jóvenes. Y lo secuestran y desaparece. No sabíamos dónde estaba, no expone a nuestra familia, se va a otro lugar. La policía ya lo venía siguiendo y lo detienen en la Central de policía«.
«La persona que nos avisa es el periodista Luciano Jaime del diario EL intransigente de esa época, era un cronista policial y además, amigo de mi hermano. Cuando va a recoger y levantar nota en las distintas reparticiones policiales lo ve a mi hermano y se saludan, los dos se conocían. Lo ve el 8 de enero del 75 y después al otro día -el 9 de enero-, lo llaman al periodista Jaime para que vaya a levantar una nota, una crónica policial de una persona que apareció muerta camino a Lesser«.
Dinamitan al periodista
«Luciano va al lugar del crimen y entonces lo ve y lo reconoce a mi hermano. Estaba atado, aparentemente era un desconocido porque la ropa que tenía no le pertenecía, ni los calzados tampoco, no era la forma habitual de vestir que él tenia».
«Cuando dan vuelta el cuerpo estaba la policía y le toman las huellas digitales y lo reconocen. En ese tiempo el jefe de policía era Joaquín Guil que está sindicado como el responsable ejecutivo dentro de la estructura que operaba en Salta, en el marco de la Triple A, en el marco de la represión, de lo que ocurrió a partir del 7. Hasta el día de hoy todavía la justicia inexplicablemente no avanza en el terreno de las declaraciones de los más de 200 casos acumulados que hay en la provincia. Y no los asocia sino que los lleva por separado. Y están todos estancados».
El periodista lo reconoce y lo dice públicamente. No hacía falta ni que le tomen las huellas dactilares. Jaime le dice a la policía “anoche ustedes lo tenían detenido en la Central de policía».
A Luciano Jaime le costó la vida decir eso y comunicarlo en los cafés y medios por los que él andaba. Y publicar el caso en el diario El Intransiguente con fotos y detalles. Pero sobre todo lo mataron por alegar que mi hermano había sido torturado y picaneado antes de ser ultimado a tiros con 32 balazos.
Porque dos días después lo secuestran y lo llevan al Encón, departamento de La Merced, lo atan a un árbol – pude conocer el árbol después- con una dinamita en la cintura. Lo hicieron volar en mil pedazos.
Un periodista honesto y valiente
Luciano Jaime fue un testigo ocular de la época de la primera muerte política ocurrida en Salta y dió su testimonio valiente y preciso en El Intransigente. Pero la policía y el médico forense de la policía dieron otra versión de los hechos que fue la que publicó el diario El Tribuno.
Según la versión publicada en El Tribuno, Fronda no había sido torturado. El intransigente en varias publicaciones con fotos, sostenía lo contrario.
En el periodismo decir la verdad tiene sus consecuencias, y este caso es un fatídico ejemplo en esta provincia. El periodista Luciano Jaime fue asesinado por decir la verdad. Hoy es recordado como un ejemplo de lo que significa ser un periodista que sostiene lo que afirma no sólo con lo que escribe sino con lo que hace.
Se reabre la causa
«Hoy se vuelve a reabrir la causa Fronda que va a la par de la causa de Palomitas y la de Ragone pero que aún no se ha canalizado como corresponde. Si la cosa se está moviendo es gracias a la política nacional del presidente Néstor Kirchner que impulsó la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia debida, además de sostener una fuerte política nacional de derechos humanos. Si no fuese así cuántas cosas continuarían estancadas hasta el día de la fecha. En Salta hay una realidad que con el tiempo se revelará. Lo de Ragone por ejemplo, lo de mi hermano, y caerán los responsables porque de alguna manera esta historia recién comienza a escribirse. Es la historia de una década, la del 70, muy distinta a la que hoy se está viviendo”, advierte Luis Rubén Fronda en su extensa charla con Salta 21 que nos permitió conocer detalles de los asesinatos de su hermano Eduardo Fronda y del que le costó la vida a Luciano Jaime, el periodista que lo reveló en El Intransigente.