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domingo, noviembre 24, 2024

El aire estaba quieto… Aldazábal y su libro sobre el Dúo Salteño

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«El aire estaba quieto. Cultura popular y música folclórica», es un trabajo ensayístico premiado. Carlos Aldazábal eligió al Dúo Salteño para su trabajo porque considera que sintetiza lo mejor del folclore y la tradición. En medio de un contexto inesperado, el libro podría convertirse en uno de los más esperados del año.

La presentación del libro se realizará mañana con la participación especial de Chacho Echenique junto a Carlos Juárez Aldazábal e Idangel Betancourt. Dos días antes, entrevistamos a Carlos acerca de su producción cultural, y le preguntamos por algunas cuestiones actuales ligadas al folclore y la trascendencia histórica de los hechos artístico-musicales.

Recordemos que Aldazábal es Magíster en Comunicación y Cultura y Lic. en Ciencias de la Comunicación (FCS-UBA), docente del Seminario de Cultura Popular y Masiva (Carrera de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Sociales de la UBA) y becario doctoral del CONICET (desde 2005). Publicó, junto a la socióloga Julieta Mira, el ensayo Reconstruir el tejido social: La Trama de Palermo Viejo (Corregidor, 2003).

Aldazábal: patrimonio cultural-popular

Carlos, en nuestra entrevista anterior, las circusntancias eran diferentes, hoy la muerte de Patricio Jiménez puso en alerta – diría yo- al mundo entero. ¿Creés que tu libro El aire estaba quieto. Cultura popular y música folclórica será uno de los más esperados del año?

– Si se convirtiera en eso, creo que estaríamos en otro país: un país interesado en preservar su patrimonio cultural, un país que no se preocupa por Tinelli. Pero todavía eso no es posible: ojalá que cuando se ponga en marcha la ley de radiodifusión la cosa cambie. Modestamente, dada la situación cultural que vivimos, me conformaría con que sea un libro con lectores.

¿Qué quiere decir para vos, cultura popular?

– Quiere decir un espacio de lucha y de resistencia, en el que el campo popular se enfrenta al bloque de poder para transformar la cultura, la política, la sociedad. La batalla cultural es la más importante, cuando se piensa en la transformación del mundo. Por eso, cuando pienso en «cultura popular» no pienso en la cultura de lo obvio, de la comodidad. Pienso en lo que alerta para mirar lo que nos rodea de modo diferente.

¿Pensás que «Cómo resucitar si no es cantando» , hoy más que nada tiene un profundo sentido? Parece hasta un presagio… ¿Qué, específicamente abordaste en este artículo?

– Ese fue un artículo de divulgación que publicó la revista Todo es Historia , en un número especial dedicado a la música folclórica. El título salió de un poema inédito, que escribí hace mucho pensando en lo que significa para mí el canto (y la poesía es, también y sobre todo, canto). Era una especie de resumen de lo que es el libro, con la particularidad de comenzar cada apartado con un fragmento de ese texto (en el que, a decir verdad, todavía estoy trabajando). Por ejemplo: «La forma de luchar, de equilibrarse. Por esa latitud comienza. Traza senderos, mantiene compostura cuando empieza a volar. Eso permite el canto: acomodar el viento a la memoria»

De tus entrevistas al Dúo Salteño, ¿qué fue lo que más te sorprendió, en el sentido más grato?

– Bueno, el diálogo en sí mismo. Siempre hablar con maestros es grato: una aprende, se forma en la conversación.

¿Y en el otro sentido?

– Cuando empecé la investigación Chacho y Patricio no habían vuelto a reunirse, entonces las entrevistas eran por separado. La última ya pude hacerla con los dos juntos: fue en uno de los ensayos para la presentación con la que volvieron a Cosquín.

Como especialista en este tema, ¿podrías afirmar que los salteños están siendo protagonistas inmediatos de un suceso histórico-artístico sin precedentes y que no pueden aún, percibir esa grandeza?

– Salta tiene un protagonismo indiscutido en la historia de la música folclórica argentina: muchos de los mejores exponentes del género son salteños: el Dúo y el Cuchi forman parte de una constelación de grandes jpg_carlos_aldazabal_2.jpgartistas, entre los que se podría mencionar a Dino Saluzzi, Melania Pérez, Eduardo Falú, Ariel Petroccelli. Si a los músicos les sumamos los poetas hay nombres que brillan con peso propio: Manuel J. Castilla y Jaime Dávalos, por nombrar a los dos más significativos para el género.

Yo creo que los que conocen y entienden perciben la grandeza de estos artistas, es imposible no percibirla. Ahora bien, lo que pasó en Salta, como en el resto del país, fue la dictadura, fue el menemismo, fue la tinellización. De a poco vamos saliendo, pero es mucho lo que hay que desandar.

Me refiero también un poco a las políticas culturales. El «estrellato» de ciertos funcionarios «funcionales» al poder no están suministrando ni administrando los bienes culturales de manera que se amplíe el conocimiento de nuestra Cultura. ¿Qué opinás al respecto?

– No estoy tan al tanto del desempeño de los funcionarios en Salta. Sí puedo decir que es fundamental la tarea del Estado, una fuerte intervención del Estado, para difundir y preservar lo mejor de nuestra cultura. En este punto, mirando el organigrama estatal de la provincia, creo que es un error subsumir la cultura al turismo. Esa es una herencia neoliberal que nos habla de la mercantilización de la cultura que ocurrió en los 90. Creo que desde el estado provincial se debería empezar a actuar en consecuencia con los vientos de cambio que se viven fuertemente en toda Latinoamérica y que también empiezan a soplar en el país. Y devolverle a nuestra cultura su peso, su importancia, es una tarea fundamental para empezar a recobrar lo mejor de nosotros.

¿Qué significa El aire estaba quieto, algo tan poético… junto a lo conceptual de tu título?

– Significa la sensación que me provoca escuchar al Dúo: el aire quieto, suspendido, pendiente del vuelo de esas estupendas voces. El subtítulo remite a los dos principales tópicos que se tratan en el libro: la cultura popular, de la que hablábamos antes, y la importancia del Dúo Salteño en la producción de la música folclórica nacional.

Me resulta interesante a la vez que impactante el hecho que hayás trabajado desde el punto de vista académico algo que tiene un sentido «generacional» y que viene precisamente de la tradición oral. Tanto una cosa como la otra son absolutamente necesarias… ¿Es tu libro la pirmera historia seria del folclore?

– No, y si bien hay un anclaje histórico el libro no tiene la intención de ser una «historia del folclore». Quizá el libro más serio, hasta el momento, en ese sentido, sea «El silencio y la porfía», de Ariel Gravano, un libro que se editó en 1985.

Mi trabajo parte de una perspectiva propia de la sociología de la cultura, aunque hay cruces transdisciplinarios: economía política, musicología, antropología. El Dúo y su discografía es el punto de partida, pero lo que se intenta es reflexionar sobre el presente del país, sobre cuáles fueron, por ejemplo, las consecuencias del neoliberalismo triunfante a nivel global sobre nuestras culturas locales. Y cómo se resistió, y cómo se sigue resistiendo.

¿Qué esperás que ocurra luego de esta presentación del libro?

– Espero reencontrarme con los amigos y con Salta. Por lo pronto no va a ser una presentación típica: se presenta el libro pero también el nuevo número de la revista La costurerita, una publicación federal que tiene que ver con el proyecto editorial el suri porfiado, proyecto que iniciamos en el 2007 con poetas de todas las regiones del país, y que ya lleva 36 títulos publicados: poetas jóvenes, pero también maestros como Javier Villafañe, Bernardo Canal Feijóo, Alberto Szpunberg o Juan Carlos Bustriazo Ortiz.

¿Cómo viviste la noticia de la muerte de nuestro Patricio?

– Con mucha pena. Dos días antes, en la legislatura porteña, los nombraron Ciudadanos Ilustres de la Ciudad de Buenos Aires, en un acto muy lindo, muy emotivo, donde cantaron artistas como Teresa Parodi o Bruno Arias. Ahí todavía se mantenía alguna esperanza. Pero la muerte es así: inescrupulosa e injusta.

¿Creés que habrá una reivindicación total en la esfera cultural, del Dúo Salteño?

– Ojalá. Eso sería un indicio del renacimiento del país. Ese renacimiento está ocurriendo: cuando pienso en el país pienso en Latinoamérica, pienso en Evo Morales, pienso en Rafael Correa. Hay mucha esperanza, pero falta mucho. Y como la esperanza es grande, el riesgo de traicionarla es mayor. Pero el momento histórico que vivimos nos prohíbe ser pesimistas. Y artistas como el Dúo fueron y son abanderados de nuestra esperanza.

– Nota relacionada:

Carlos Aldazábal: «el Dúo salteño sintetiza lo mejor de la tradición»

http://www.salta21.com/spip.php?article1888

Lo que nunca contó Chacho Echenique: vivir después de Patricio

http://www.salta21.com/spip.php?article2724

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