Este domingo 4 de abril a las 20 hs. se presenta la obra de teatro «Juana Azurduy (Una revolución inconclusa)» en Pro Cultura Salta en adhesión al XXXIV Abril Cultural Salteño”, con interpretación de Marisa Ruiz y dirección de Mario Cura.
Así como la profunda y sensible escritura de Violeta Herrero nos trae el espíritu de Juana ya en su vejez, esta al cobrar voz en el cuerpo de la actriz, nos trae a este tiempo desmemoriado, mucho de lo que nos suele recordar: el olvido de esos seres generosos que dieron todo por nuestra libertad.
“La propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacérsela a los infames que pelean por su esclavitud, más no a los que defienden su dulce libertad”. Así respondía Juana enfurecida a un jefe español que intentó sobornar a us marido, Don Manuel Asencio Padilla, otro héroe en la lucha por nuestra independencia.
Ambos por esta causa perdieron todo: su casa, su tierra y sus hijos en medio de la lucha. No tenían más que su dignidad, su coraje y su firme voluntad revolucionaria.
Después de haber ganado 33 batallas liderando el Ejército de Leales, después de haber sido reconocida por Bolívar y concederle una pensión que luego le es ignorada, Juana muere a los 82 años en la más absoluta pobreza y olvido.
Rescatarla del olvido, de ese “desierto” donde a veces los dejamos, es una de las posibilidades que nos brinda este poético y conmovedor unipersonal que se instala lejos del estereotipo y el relato épico, dándole a esta mujer, una humanidad ue la hace grande de verdad.
«Juana Azurduy (Una Revolucion Inconclusa)» fue elegida para una jornada en Buenos Aires en el marco del Bicentenario donde se dará la obra en el Centro Cultural de la Cooperacion junto con un debate histórico a cargo del Lic. Horacio López (jefe Dto. Historia del Centro Cultural de la Cooperacion) el día 2 de junio del 2010 a las 19.30 hs.
Fragmento del Director de Patrimonio Teatral del Centro Cultural Marco del Pont donde fue estrenada la obra en Buenos Aires el 29 de enero:
– «Me sentí muy feliz viéndote Marisa crear la vida cotidiana dramática y poética de Doña Juana sin que dejara de ser Azurduy. Modelándola con noble actitud, precisa; sin un solo gesto de más.
No se me escapa que el mundo poético que tenés Mario en tus escritos también lo están en esta escritura escénica donde cuidas a la autora en su propósito de no dispararse a un acto épico que en este caso empequeñecería el drama vivo de este personaje.
Juntos crean minimalísticamente un mundo gigante cuya sombra nos cobija a todos, casi como la historia velada, como el olvido histórico, donde una luz aparece para hacernos ver el pasado del pasado; la arena del tiempo a sus pies; una mantita de color que es como una sonrisa de libertad, como única alegría de la escena -que si bien mantienen con solemne dolor y tristeza nunca cae en el abatimiento , ni la depresión desesperanzada-.
Aguerrida, te he visto como una actríz de fuste, convenciéndome que eras la propia Juana, la que hay en cada mujer de esos pagos que tan bien representas: por tu fiereza ante la adversidad -sabemos de qué hablamos- y por tu temple para ganarle al destino la partida.
Así lo demostraron juntos al elaborar este fino trabajo, donde se ve el triunfo de la voluntad sobre las adversidades, sin perder la poesía; por el contrario llenándola de mesura aunque rebosante de vida.» Salvador Amore
– Nota relacionada:
Juana Azurduy (Una revolución inconclusa): el milagro puede ocurrir
http://www.salta21.com/Juana-Azurduy-Una-revolucion,2835.html