El empleo rural en Anta creció en los últimos años un 60 por ciento al ritmo del boom agroganadero y sojero. Pero esto ocasionó la explosión de la cobertura de salud por obra social. Las clínicas ya le cortaron el servicio a los afiliados de OSPRERA.
La cobertura médica a afiliados de OSPRERA -obra social de los peones rurales y estibadores de la República Argentina- se suspendió a partir del viernes 15 de agosto en el departamento de Anta.
La Asociación de Clínicas del Interior (ACI) denuncia que lo que paga Noa Salud, no alcanza a cubrir los costos de la atención. El doctor Quillermo Quintar, de la gerenciadora regional, dice que cumple el convenio y que no se puede aumentar el monto que se paga por el servicio.
La cobertura médica para los afiliados de la OSPRERA es por el sistema de capitación (se paga un monto fijo por la cobertura de un cierto número de afiliados y no por cada prestación realizada).
OSPRERA contrató el servicio con la Asociación de Clínicas del Interior a través de la Gerenciadora Noa Salud en los departamentos de San Martín, Orán, Anta, Metán y Güemes.
Pero los propietarios de clínicas de esos departamentos señalan que están cobrando montos desactualizados que no alcanzan a cubrir costos, y que además el pago se realiza con un atraso de entre tres y cuatro meses, por lo que son las clínicas las que financian el sistema.
OSPRERA-UATRE (ex ISSARA) es la obra social de los peones rurales y trabajadores del campo que para esa cobertura capta el descuento que se le realiza al trabajador que va a Buenos Aires a la Superintendencia de Obras Sociales. Esta lo remite a OSPRERA. El aporte llega a los sanatorios de la Asociación de Clínicas del Interior a través de una gerenciadora privada de la Provincia de Jujuy, Noa Salud
La gerenciadora toma parte de ese aporte como el porcentaje de su ganancia empresarial y el resto lo envía a los prestadores de nuestra provincia. La empresa Noa Salud es propiedad del doctor Guillermo Quintar, dueño del Sanatorio Quintar S.R.L. de Jujuy.
Según informa la ACI, dentro de la cobertura que gerencia Noa Salud están alrededor de 50 mil peones rurales en Salta: 15 mil en Anta, 15 mil en Orán, 10 mil en San Martín, 5 mil en Metán y 5 mil en Güemes. Esta cantidad de beneficiarios tiene un incremento de entre un 10 y un 15 por ciento por empleados temporarios que trabajan determinadas épocas del año.
El sistema está en crisis –denuncia la Asociación de Clínicas del Interior– pero la situación más grave se presenta en Anta, donde se cortó la atención a los afiliados de OSPRERA desde el viernes.
El boom del campo anteño
En Anta se incrementó en los dos últimos años en un 60 por ciento el empleo rural a partir del boom agroganadero y sojero, y la consiguiente instalación de nuevas empresas agropecuarias en la zona.
Esto implicó un aumento de los beneficiarios pero no tuvo su correlación en los montos que se pagan para la atención de la salud de los trabajadores rurales la zona, que siguen con valores históricos, lo que ocasionó un balance negativo para las clínicas prestadoras del departamento en los últimos meses. La situación se agravó al punto que las clínicas anteñas decidieron cortar el servicio y la relación que tenían que Noa Salud.
“Nos están pagando un 30 por ciento menos que el IPS, la obra social provincial que tiene un retraso en el pago de sólo un mes”, explica el presidente de la Asociación de Clínicas del Interior, el doctor Alberto Velásquez, de la clínica Mayo de Embarcación.
“Lo que se está pagando no alcanza a cubrir gastos de internación, el costo laboral, el sueldo de especialistas, el costo de los medicamentos que tuvieron un fuerte incremento en los últimos tiempos. La situación es crítica en toda el área de cobertura, los montos de la cápita no alcanzan para cubrir a tantos beneficiarios”, informa el profesional.
“Por esto es que los asociados de Anta tomaron la decisión de cortar con Noa Salud y cobrar por cada atención un valor similar al del IPS actual”, indicó a Salta 21
El presidente de la Asociación de Clínicas del Interior enfatizó:
“Apoyamos netamente a los socios de Anta porque no damos más. Podemos caer todos por un efecto domínó. Después de Anta pueden caer Metán y Güemes. El sur está incendiándose. Nosotros todavía podemos resistir un poco más en Orán y San Martín, pero también estamos afectados”
Elminar la intermediación
Ante la pregunta cual es la situación ideal para superar el problema, el propietario de una clínica de Anta responde: «tenemos que eliminar la intermediación parásita e ineficiente que se lleva la plata del peón salteño a otra provincia». Deja entrever dudas sobre la transparencia de la forma en la que Noa Salud logra colocarse como intermediadora entre OSPRERA y las clínicas del interior, y asegura que la gerenciadora esconde los padrones de aportantes.
Sin embargo el presidente de la Asociación, el doctor Velázquez, aclara “No tenemos problemas personales con el doctor Quintar con el que siempre mantuvimos un diálogo fluído. Pero lo que pasa es que él no se pone a tono con el dinero. Por supuesto que tenemos en cuenta que OSPRERA es una obra social modesta y no recauda como OSDE, pero con lo que está pagando no se pueden cubrir los costos actuales de los servicios. Lo ideal sería que no exista una intermediación que se quede con una parte de los fondos», opinó. De este modo dió a entender que OSPRERA debería contratar directamente con la Asociación y no con la empresa de Quintar.
“Nos quieren dividir, quieren atomizarnos –denuncia Velásquez- en momentos en que estamos trabajando muy bien en Red en cada región, solucionando en cada zona problemas acuciantes, con un buen nivel de atención. Sólo derivamos a la capital los casos muy graves, las derivaciones por lo general se hacen a otras clínicas del departamento o de un departamento vecino, porque tenemos buena infraestrucura y optimo nivel profesional. Pero hay obras sociales que quieren dividirnos para darle toda la cobertura a una sola clínica en cada departamento. Así perdemos todos. Los sanatorios del interior dan trabajo de 15 a 20 mil personas. Y descomprime la situación de los hospitales a los que acuden las personas que no tienen obra social, y así se evita a saturación en el sistema público de salud”.
«La situación es normal -dice el doctor Quintar en comunicación con Salta 21-, dentro de la crisis general del sistema de salud. Si es verdad que han cortado el servicio, cosa que yo no sabía, tendremos que entrar en un proceso de emergencia. Vamos a replantear el convenio con la Asociación de Clínicas, pero por el momento no hay posibilidades de un reajuste. Me sorprende que no me hayan avisado, en estos momentos estoy en Buenos Aires. Cuando vuelva a Salta me pondré en contacto con la Asociación. La atención que brinda OSPRERA es buena, tenemos un sistema mixto de atención a través no solo de clínicas sino de también de hospitales. Es difícil saber cuántos beneficiarios tenemos porque se paga por la atención de un conjunto de trabajadores y por temporada y no en forma individual. No hay atraso en el pago a la Asociación, más allá del normal que viene desde el comienzo del convenio», aseguró el titular de la gerenciadora Noa Salud.
Mientras tanto, miles de trabajadores rurales de Anta no tienen cobertura médica.