El escándalo protagonizado por Alberto Fernández tras la denuncia de Fabiola Yañez por violencia de género consolidó el descrédito popular del expresidente, según coinciden las últimas encuestas. Tras dos semanas de exposición negativa en el caso del que habla el país, el exmandatario no llega a los diez puntos porcentuales en las mediciones de imagen de los dirigentes que se terminaron de cerrar en la última semana. Es decir que 9 de cada 10 argentinos lo rechaza o directamente lo repudia.
La definitiva caída en desgracia de Fernández también afecta a la recuperación del peronismo como principal fuerza de oposición. De acuerdo a los especialistas consultados por LA NACION, Unión por la Patria (UP) reúne actualmente en promedio el apoyo del 30% del electorado, pero el escándalo podría tabicarle “techos bajos”, lo cual perjudicaría sus chances de volver a generar esperanzas entre los “neutrales” o los “desencantados” que pueda dejar en el camino el gobierno libertario.
No se trata de un daño menor, puesto que los tres dirigentes que los sondeos ubican como los principales opositores son Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa. El trío tiene mayor imagen negativa que positiva, pero se mantiene como la referencia del panperonismo aglutinado en UP. El gobernador perfila un posicionamiento hacia 2027, mientras que la expresidenta y el exministro de Economía podrían aparecer el año próximo entre los candidatos legislativos en el estratégico territorio bonaerense.
En forma paralela, la denuncia de Yañez contra Fernández y las revelaciones cotidianas de chats y fotografías que tomaron el centro de la agenda informativa beneficiaron al presidente Javier Milei, cuya imagen venía sufriendo un retroceso desde el conflicto con las universidades, que se profundizó con la inestabilidad de tipo de cambio en las últimas semanas El escándalo de Fernández detuvo la caída de Milei, con lo cual podrían aumentar los niveles de paciencia a la espera de resultados.
La estabilización de Milei en torno al 50% de la imagen positiva -una cifra que se asimila en cuanto a la gestión gubernamental- y el posible techo que el escándalo de Fernández le pondría al crecimiento del peronismo como principal referencia de oposición abre una incógnita hacia adelante: ¿Habrá margen para que se reconstruya el escenario de tercios que dominó a la política argentina cuando el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza se disputaron la Presidencia en 2023?
Hasta el momento, la estrategia del oficialismo libertario parece fomentar la polarización con el kirchnerismo y UP se aferra a eso para acotar las posibilidades de otros espacios de oposición. “Más allá del apoyo que pueda tener su gestión, Milei se consolida entre los votantes que no quieren volver para atrás. El 65% de los consultados dice que vale la pena el esfuerzo que están haciendo para que más adelante se vean los resultados”, dijo a este medio Juan Mayol, de la consultora Opinaia.
Por su parte Lucas Romero, de la firma Synopsis, se focalizó en el impacto que tendrá para el peronismo el escándalo de Fernández y Yañez. “No es inocuo. Probablemente lo que podría ocurrir es que esto consolide techos bajos, que al peronismo le cueste volver a seducir o conquistar a votantes que están desilusionados, desencantados o alejados de su propuesta política. Ahí me parece que está lo más peligroso para el peronismo en términos de impacto”, remarcó el analista.
A su vez Facundo Nejamkis, de la consultora Opina Argentina, aclaró que más allá del escándalo “el espacio de la oposición simbólicamente lo ocupa el peronismo” y estimó, no obstante, que se podría armar “una tercera fuerza” conformada por radicales críticos, progresistas y centristas que “reúna al 15% del electorado” de cara a las elecciones legislativas de 2025, como una suerte de “preludio de lo que puede ser un espacio electoral más amplio para tratar de ganarle a Milei en 2027″.
“Este suceso afecta al peronismo, pero no en la medida en que quieren el gobierno o el antiperonismo”, sostuvo por su lado Gustavo Córdoba, de Zuban Córdoba & Asociados. La consultora acaba de cerrar una encuesta nacional de 2.500 casos, realizada en forma online, que redondeó la imagen negativa de Alberto Fernández en un 90% de los consultados, en tanto que solamente un 8,2% dijo seguir teniendo una opinión favorable del expresidente y el 1,5% afirmó que no sabía.
En tanto, un sondeo de Radar, de Shila Vilker, resultó aún más lapidario para Fernández: solamente el 6,6% de los 1.230 entrevistados -entre el 9 y el 13 de agosto en forma online- dijo tener una imagen positiva del expresidente, en tanto que un contundente 92,2% lo valoró en forma negativa. Por otro lado, un informe de la consultora Isasi-Burdman realizado este mes ponderó que un 12% de quienes votaron a Sergio Massa en 2023 no volverían a apoyarlo en otras elecciones.
A su vez, una encuesta de Proyección Consultores, que dirige Manuel Zunino, reflejó que el 63% de los argentinos cree que “el gobierno anterior”, que encabezó Fernández y tuvo a Cristina Kirchner como vicepresidenta, tiene la responsabilidad por las restricciones económicas que padecen las familias, en tanto que otro 39,6% lo atribuye al presidente Milei y un 37,6% va un poco más atrás y endilga los problemas a la gestión de Mauricio Macri. Un 34,9% le echa la culpa a los sindicatos.
Para los especialistas que trabajan para distintos espacios del peronismo, el escándalo de Fernández no afectará sensiblemente las posibilidades de sus dirigentes de hacer una “elección razonable” en 2025. “La mayoría de nuestros votantes ya consideraban a Alberto como un pasivo tóxico y lo de los chats solo consolida esa imagen”, dijo un dirigente con experiencia en campañas electorales. También sostuvo que los cambios en el escenario serán más importantes entre el oficialismo y sus aliados.
De hecho, apuntó que cuando Macri salió a señalar al “entorno” de Milei como el responsable de que no fluya el vínculo entre LLA y Pro, el expresidente creció en los sondeos de opinión, al tiempo que se registró una caída de Karina Milei, considerada la principal armadora de la fuerza libertaria y la más refractaria a una fusión con el macrismo. Afirmó que el resultado de las conversaciones entre ambos espacios será determinante para las elecciones en la provincia y la ciudad de Buenos Aires.
Pero más allá de las especulaciones electorales, el episodio que involucra a Fernández provocó reacciones transversales en los estudios de opinión realizados en las últimas dos semanas. “Las palabras más mencionadas por la gente, a la hora de definir el sentimiento que le despertó conocer la noticia, fueron asco e indignación”, se indicó en un informe reservado para los clientes de una consultora. A esta altura de los acontecimientos, esas palabras negativas caían de maduras.
