Símbolo y mito son parte del juego escénico en la propuesta de Cristina Idiarte y Gabriela Vázquez. Manejo de público, humoradas, parodia y sátira se entremezclan en una combinación lista para degustar en un pub teatral. El furor de los 80 en el 09.
Si sos de la generación que disfrutó los 80’, este espectáculo te va a recordar todo aquello que pasó en esa época. Si no, tenés la opción de divertirte conociendo por qué se habla tanto de los 80’. De todas maneras, en clave de Café Concert, un dúo desopilante te invita a ser parte de un show de humor.
“80 Rosas Rococó” rinde culto a los personajes de la televisión que calentaron las pantallas durante años. Y a partir de allí, vuelcan la atmósfera de la década con aquello de lo que produce nostalgias irrecuperables o rememora con acierto el auge de personajes que se convirtieron en íconos de la fantasía del televidente. El martes 28 de abril a las 22, 30, las artistas salteñas volvieron a cosechar aplausos con este renovado espectáculo que parece convertirse en un clásico del género. La idea de hacer teatro un martes, es innovadora y ofrece otra opción a mediados de semana para el público que mientras cena y bebe, mira teatro.
La actriz Cristina Idiarte compone a varios personajes: es Joan Collins cuando hacía de Alexis Carrington en Dinastía (serie televisiva de 1981 a 1989), la Mujer Maravilla, He Man y la Rita Amalia; ésta última, compañera de Olga Carina, dos vallistas de Amblayo que se enteran de una función de teatro y van a pedir autógrafos a los famosos.
Justamente Gaby Vázquez en el papel de Olga Carina, es la que entra al pub Gieco y confunde a la presentadora con la Legrand. Luego se suceden una serie de hechos cómicos entre que entra la Cabo Vilca, interpretada por Vázquez, y quiere detener a unos cuantos allí. En una actuación excelente, la cabo pide documentos a los presentes, no tolera la risa, requisa y tantea a los espectadores, guiña un ojo a algún buen mozo y dice ser “inmutable” ante el soborno. Con un lenguaje y un tono de voz típico del campo policial, su interpretación suma puntaje para este café concert y le pone una chispa efectiva para el humor in situ.
Idiarte, hace de la bella Joan Collins, donde en destacada interpretación es una diva antítesis de Linda Evans, focalizada en hablar por teléfono de la nueva invasión de los Aedes o de alguna situación que perjudique su imagen. Alguien esperaría de Idiarte algún muestreo de erotismo consumado que sume a su papel, ya que esbelta, de ojos grandes y nariz respingada, se puede uno imaginar que su Collins saltará a un diván para lucirse aún más. El porte de diva le sienta bien y puede explotar al máximo sus otras virtudes.
Lo hace de maravillas con la Mujer heroína de capa roja y lazo dorado, cuando entra semi machada después de haber pasado una noche de fiesta con Superman. Pero nada está puesto al azar. Siempre se muestran los claroscuros de los míticos de la TV y esta vez, la Mujer Maravilla “re Bucay re In sight” y bien liviana en su lenguaje, sospecha de la masculinidad de algunos héroes. El relato de por qué una mujer va con la amiga al baño es un hallazgo humorístico. Sin lugar a dudas, la actriz tiene talento y es una excelente comediante, capaz de hacer múltiples facetas no sólo cambiando la voz sino metamorfoseándose en los distintos personajes.
Acierta en la elección y actuación de He Man, héroe de carácter dócil, suave y afeminado, que era acompañado por el tigre Cringer, representante del cortesano adulador y servil. El ropaje del héroe de los dibujos animados, de colores blanco y rosa, marcan la inocencia y la femineidad. No es casual que este personaje haya sido tomado para el humor puesto que se representa como aquel “macho” que en realidad es totalmente domesticado por su mujer. La actriz Cristina Idiarte, compensa muy bien esta lectura interpretativa porque le da el tono justo al personaje tanto en su monólogo como en las caracterizaciones físicas que aparecen en el uso de postizos, pelucas y accesorios. Logra resaltar la dualidad del príncipe del castillo de Gray-Skull, un ser mundano con un ego muy fuerte que se transforma con el Poder en viril y heroico.
La Cabo Vilca ha incautado un CD, espacio que invita a las mujeres a recordar algún paseo por un motel y se escuchan una serie de temas musicales titulados Telos Sesión . Una idea del show que suma más diversión y por qué no alguna mímesis impensada y curativa de la alegría sexual. Hasta que aparece la Rita Amalia, comienza a pedir autógrafos al público y se reencuentra con Olga Carina. El final es casi emblemático: con voz de José Zambrano, un director de teatro histérico y narciso llama a las vallistas para enrostrarles que son unas “frustradas” actrices.
En el aire del pub, flotan muchas ganas de pedir un otra o de hacer un bravo bravo . Las glamorosas actrices saludan al público al final del Café Concert que ha disparado un Concert Temático, compuesto con textos inspirados en los 80’ por la Negra Idiarte, cuya puntuación año a año, después del estreno en el invierno del 2007, va creciendo con un espectáculo como dice Idiarte “aceitado” , con tono preciso, textos e ideas ocurrentes, talento y muchas ganas de compartir con el público presente. Se ven dos artistas entregadas. Vale la pena volver a verlas, tal y como lo hacen sus seguidores. Por ahora, en la esquina de Gieco , Sarmiento y Stgo. del Estero, cada martes a las 22 en el Ciclo Gieco’ncert .