Su trabajo consiste en realizar el seguimiento en las viviendas y detectar irregularidades en las mismas.
Con el objetivo de reforzar las inspecciones en los distintos barrios entregados en toda la provincia y que se encuentran en periodo de habitabilidad, el Instituto Provincial de Vivienda sumó a su personal de trabajo, siete nuevos ujieres encargados de comprobar que el grupo familiar adjudicatario ocupa efectivamente la vivienda.
La incorporación de los nuevos empleados tiene como principal objetivo verificar y constatar la real habitabilidad de los adjudicatarios de las unidades habitacionales, además de controlar los periodos de habitabilidad exigidos por el IPV, que actualmente para las viviendas es de 5 años y para los monoambientes de 2 años.
Cabe destacar que se trata de un personal idóneo, ya que este trabajo será de vital importancia para lograr el posible recupero de las viviendas que se encuentran en estado irregular.
Por ello, el IPV informa a los grupos familiares adjudicatarios que el personal que inspeccionará las viviendas cuentan con chalecos y credenciales de identificación emitidos por el organismo, en caso que la persona no se identifique solicitamos no responder, ni abrir la puerta de sus hogares y posteriormente dar aviso a la institución.
El titular del IPV, Fernando Alesanco, expresó que el principal objetivo es poder detectar irregularidades en las viviendas y de ser así, proceder a la desadjudicación para posicionar a una familia que realmente necesite un hogar. Se reitera, que una vez finalizado el proceso de desadjudicación y cuando la vivienda es reintegrada al IPV, la misma es entregada a un grupo familiar donde alguno de sus integrantes posea caso de discapacidad.
