El en Hall Central de la Casa de la Cultura, Caseros 460, continúa hasta fines de enero la Muestra Anual del Taller Azul: “El oficio de imaginar”. En esta nueva propuesta del espacio de arte dirigido por Silvia Katz se pueden ver las obras que los chicos desarrollaron durante 2012, con un proyecto muy especial.
En ese proyecto cada uno de los niños inventó una actividad o profesión muy especial, y la fue definiendo y representando con textos, dibujos, pinturas, collages, etc. Este material está recogido en el libro «El oficio de imaginar, guía insólita de trabajos, profesiones y afines de los chicos del Taller Azul”, 16° publicación del taller, que fuera presentado en la Casa de la Cultura el 15 de diciembre pasado. Además, se puede ver un video con el proceso de trabajo del taller.
El en prólogo del libro, que corresponde a la escritora Ruth Kaufman, recientemente galardonada con el Tercer Premio Nacional de Literatura 2012, la autora expresa:
“En esta Guía de profesiones y oficios creados por niños, el lector se encontrará a un paseador de hombres lobos, una ortodoncista de cocodrilos, un psicólogo de nubes, una siquiatra y entrenadora de brujas, una princesa de un cuento que inventa cuentos, una inventora de calesitas, un chocador de autos, un domador de niños malcriados, una hipnotizadora de maestras, entre muchos otros.
(…)Los recursos expresivos, la variedad de técnicas -collages, témperas, acuarelas, esculturas, tintas- los hallazgos, las experimentaciones, las citas de artistas de otras épocas hacen evidente que el Taller Azul es, ante todo, un lugar donde se aprende a dibujar y a pintar.
Si algo llamará la atención del lector /observador de estas páginas es la felicidad que emana de ellas. Uno se demora mirando y leyendo, con ganas de verlo todo, con deseo de que no se termine nunca. Debe haber una neurona de nuestro cerebro especializada en ligar belleza con felicidad, algo muy antiguo que se enciende frente a ciertos acontecimientos de la naturaleza y el arte. Pero además hay una sospecha: como si pudiéramos espiar el Taller Azul, su dinámica, mientras avanzamos por las páginas del libro. Como si las imágenes y los textos transmitieran también el instante de su gestación, la dicha de cuando fueron hechos.”