El Otro país

El embudo de este shock de pánico no es gratuito, por el contrario, es la afectación directa en la morbilidad poblacional al producir un cóctel paradigmático en la intersubjetividad.

La intervención del actor Guillermo Francella y Mercedes Moran en un canal televisivo, habla a las claras de las irrenunciables posiciones opuestas en la movilidad social. Ambos, de una u otra manera, se refirieron del modo sesgado con que los Medios hegemónicos, tratan la presentación y desarrollo de las noticias, siempre inexcusablemente, contrario a los intereses de la mayoría (o sea, el pueblo). Ambos, de una u otra manera, afirmaron que: ” Ese no es mi país…”, sellando (con la misma seguridad) que ellos viven y sienten “concretamente” la existencia de realidades distintas a las que difunden, obstinadamente, estos Medios opositores. A sus pareceres no todo lo que se difunde como cierto es la globalidad de lo que acontece en el territorio nacional y a su población, dando como innegable, que en esas noticias, se distorsiona la realidad; que se miente descaradamente a contrapelo de la verdad.

Los Medios opositores se valen, descaradamente y no les inquieta mínimamente, en reducir impúdicamente la realidad/fragmentarla/caníbalizarla/ en absoluto los acontecimientos que atraviesan a la sociedad. Total, mientras un solo lector o televidente, caiga en el engaño, ya está justificado la divulgación y la acción de los operadores en curso. Las estrategias de comunicación se repiten, una y mil veces, sin mediar filtros, con la sola intención de seguir unidireccionalmente un guión de poder. Por ej.:

– 1) Minimilizar una situación, o sea recortar intencionadamente una imagen que de cuentas del todo.

Una parte de algo es usada para representar el todo.

El todo es usado por una parte. La especie es usada por el género.

El género es usado por la especie.

El material de que algo está hecho es usado por la cosa.

Técnicamente toma el nombre de Sinécdoque. La sinécdoque es una licencia retórica mediante la cual se expresa la parte por el todo. Es una de las maneras más comunes de caracterizar un personaje ficticio. Frecuentemente, alguien es constantemente Desc rito por una sola parte o característica del cuerpo, como los ojos, que vienen a representar a la persona.

– 2) Exageraciones como conclusiones absolutas y excesivamente generales (como las exclamaciones terminantes:”Todo está mal…Nada sirve…Se viene el derrumbe…Estamos al borde del caos”.

– 3) Generalización es la base esencial de toda inferencia deductiva válida. El concepto de generalización tiene aplicación en muchas disciplinas, a veces teniendo un significado especializado según el contexto. El texto debe estar bien formulado para que este tenga a su vez más relación a lo que es la generalización. Nadie, todos, ninguno son generalizaciones además de absurdas, ofensivas. Es habitual que se hable de los riesgos para caracterizar a nuestras sociedades, pero en esa clase de generalizaciones se suele aludir a situaciones de inestabilidad que en el fondo son mucho más complejas de lo que parecen y que no siempre se han delimitado ni se han podido controlar con la sola previsión.

– 4) El Catastrofismo, es el centro de las manipulaciones mediáticas, asentadas en el sensacionalismo y la instalación de las sensaciones sociales de violencia/incertidumbre/vulnerabilidad sostenida. Es una ideología que explota el miedo, el pesimismo y la culpabilidad. Por supuesto que toda esta modalidad catastrófica recae con toda la fuerza de la culpabilidad en la humanidad de CKF. El discurso apocalíptico, el lenguaje del miedo no incluye la palabra ‘quizás’. Se nos dice, más bien, que el horror resulta inevitable. Esta es la paradoja del miedo: en última instancia es tranquilizador; por lo menos sabemos hacia dónde nos encaminamos: hacia lo peor.

Y, así sucesivamente en esta dirección del desánimo y la derrota.

La salud mental

El embudo de este shock de pánico no es gratuito, por el contrario, es la afectación directa en la morbilidad poblacional al producir un cóctel paradigmático en la intersubjetividad, cuya sensación apocalíptica se aglutina en la interioridad humana y estalla en los mil pedazos de la incertidumbre y la confusión interna. Este orden de inseguridad masiva forzada por los Medios múltiples (diario/TV/semanarios) instaura la confusión como principio. Un hombre confundido es un ser sin brújula para sus emociones e intenciones. Un hombre confundido no puede ilusionar su futuro, en tanto que su presente es un territorio sin sostén ni frontera en un sistema que no le da lugar a sus fantasías (a los sueños). El hombre confundido está a merced de un espejo social que le devuelve una imagen poco alentadora y amorosa para sus posibilidades de crear pero si de su languidez y de su incapacidad para lograr la realización social. Tanta violencia intersubjetiva (lo negativo institucionalizado) lo arroja, inexorablemente, a un potencial estado de locura.-