Prefieren llamarlo Ético, cualquiera de las dos formas nos llevan a resultados iguales. Lo cierto que hay extensos franjas sociales que consideran que la solidaridad humana es un partido perdido. Para ello recurro a un intercambio con mi gran amigo Luis, de posición ultra-macrista, pero debo tolerarle su cerrazón, porque en el fondo es un laburante equivocado; o sea, el trabajador que renuncia a su clase de referencia y actúa, como si fuera de la clase dominante, fenómeno que Carlos Marx, definió como alienados y, en nuestro territorio, Arturo Jaureche, los llamó “cipayos” (en español, el término se utiliza de forma despectiva, frecuentemente en el País Vasco, para referirse a un secuaz a sueldo, un mercenario.)
Pasemos al intercambio de watshapp con mi amigo Luis: ”.-Cuando me preguntan por qué volveré a votar a Macri, mi respuesta es simple: Mientras quede un peronista K, delincuente dando vuelta, votaré a Cambiemos. Cuando ya no corramos peligro, recién evaluaré ahí evaluaré, sí se da otra opción”.
Yo: “haces MB de votar patrones, como en el albor del siglo XX, donde los dueños oligárgicas del País, se jactaban de ser los poseedores de las decisiones de los peones (la más de las veces a azote puro o quitándoles sus documentos). Luis, no entregues el alma a los poderosos por querer parecer a su clase. Marx los llamaba alienados, más acá Jauretche, los definía como “cipayos”. No sientas vergüenza de ser laburante. Abrazo”.
Luis: “Amigo, siento orgullo de ser laburante y no haberme convertido en un obsecuente planero, como propusieron e instalaron los MARXianos k, que celebran con un pueblo ignorante y fácil de manejar en las urnas. Doy gracias de que hayamos salido de esa miseria gobernante. Nos esperan tiempos duros, pero estoy dispuesto al desafío”.
Aquí di por finalizada este intercambio, porque es una discusión eterna, pero habla, extensamente, del lavado de cerebro de los trabajadores argentinos por la estrategia Macrista.
El lavado de cerebros
“Podemos concebir un mundo dominado por una tiranía invisible que utilice las formas del gobierno democrático “
La manipulación del pueblo a manos de un tirano en una sociedad controlada es un asunto de una perspectiva posible. La manipulación política efectiva y la persuasión de las masas son posibles gracias a la existencia de los “manipuladores de símbolos”, merced al avance de los conceptos sicoanalíticos aplicados al estudio de las masas.
1) Lo primero a lograr es desplazar la condición de ciudadano-persona a la de gente (es decir un concepto amorfo). Quitarle al individuo su capacidad reflexiva.
2) Instalar un discurso vacío que lleve a los votantes a despreciar la política: “todos son iguales…” en una la desafección de la política.
3) Quitarles a las situaciones historicidad, mostrando por ej. Nuevos billetes, sin referencia histórica, provocando que los ciudadanos se olviden de Belgrano-San Martín- Evita- Perón, etc. Belgrano- San Martín, ¿qué? ¿Quién los conoce?
4) Crear el fantasma de que lo anterior es una lacra de bandidos corruptos, de los que tiene que dar cuenta la Justicia.
5) Que el actual, es decir el capitalismo salvaje es la única alternativa posible.
6) Reforzar la culpabilización de que los planes sociales es tirar plata a la borda y quienes los reciben destinatarios disfrazados de gente necesitada.
7) Que los pobres no deben ni pueden estudiar, dando por sentado que son partidas inútiles Y 8) Sobre todo, crear y crear “cortinas de humo” (mentiras planificadas) que, permanentemente, desplacen la atención de los temas centrales en problemas secundarios. El Macrismo profundiza cada vez más sus rasgos autoritarios y represivos, acciones que lo alejan del ejercicio pleno de la democracia.
Estamos en el terreno de los sondeadores de la profundidad humana, o sea de la manipulación pura. Los destinos del país están en manos de Agentes de publicidad (Aquí en Argentina en manos del Gurú neoliberal, Durán Barbas) más que de Partidos políticos, remarcando que estos son prescindibles. A declaración de los propios Publicistas (o sondeadores, como más guste): “un manipulador de técnicas profundas, pueden impulsar al elector flotante, en cualquier dirección, convenciendo al indeciso o indiferente”.
En el caso del Macrismo es que sus trolles y periodistas pagos, crearon una alfombra de odio persistente en contra de la anterior Presidenta que caló muy hondo y lleva a ese rechazo visceral de la clase media y, también de los Luises (laburantes) que no soportan ser parte de su clase y su adhesión al macrismo les da una pátina de igualdad que está muy lejos de ser cierta: algo así como “las penas son de nosotros…las vaquitas son ajenas…” mientras aceptan mudos los negociados y depósitos en Bancos que permiten la circulación de usura (caso Panamá- Belice, etc.)
Desafiando la utopía
Dice Jorge Aleman:
«Es más fácil pensar el fin del mundo que el fin del capitalismo”.
La tarea es ardua porque hay que ir desenredando toda la madeja interminable del Odio, enraizado por el neoliberalismo en la población que mordió el palito de los instintos primarios. El desafío es Bíblico, porque implica reconstruir la tabla de la Ley, con todos los mandamientos cristianos, como por ej. :”Amarás a tu prójimo como a ti mismo…”Seguido de: “No robarás…” “No matarás…” y así sucesivamente. Por eso el reto es moral, ético. ¿Quién es capaz de renunciar en favor de la comunidad? El sentimiento a restaurar es el principio de comunidad, que haga sentir a los humanos como, absolutamente, iguales, por eso, también, el copete del sicoanalista Jorge Aleman, donde presagia que “dar vuelta” los cánones capitalistas, no es nada fácil.
Aclaro, que al respecto, no soy el ejemplo más fiel, pero no puedo olvidar la reacción del dirigente peronista K, Luis D´elia, en oportunidad de estar en el programa de TV, se paró indignado frente a los otros invitados y gritó desaforado: “A nuestros niños les falta AMOR AMOR AMOR”, haciendo referencia al partido de La Matanza y los comedores escolares, Ése es el proyecto de vida al que me refiero, en que no soy, en absoluto original, , toda vez que ya nuestra líder CKF, se adelantó con su sentencia implacable: “El País es el Otro…” poniendo el umbral del proyecto Kichnerista.
