Es la reinserción más numerosa realizada hasta el momento en el país. La especie se ve amenazada por intoxicación por plomo, cebos tóxicos y la alteración de su ambiente.
Escobar, 9 de septiembre de 2019○.- Seis cóndores andinos fueron reinsertados en su hábitat natural en las sierras de Pailemán, en la provincia de Río Negro, como parte del Programa de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Es importante destacar que es el mayor número reinsertado en el país y fue posible en base a un trabajo de conservación en red, ya que son varias las instituciones, nacionales e internacionales, que articulan el retorno de estas aves a la costa atlántica. Fundación Temaikèn es una de las organizaciones participantes en este gran proyecto, que coincide con el Día Internacional de la Conciencia por los Buitres, instaurado para visibilizar las problemáticas de este grupo de aves particularmente amenazado a nivel mundial, del que forma parte el cóndor andino.
Al ser todos pichones juveniles con poca experiencia de vuelo y distintas historias, cada uno fue trasladado a la base de operaciones del PCCA, donde transitaron varios meses de adaptación al ambiente y comenzó a conformarse la bandada. A partir de la apertura del recinto, cada uno de los animales será monitoreado 24 h durante varios meses por personal del Programa, hasta asegurarse de que puedan subsistir por su cuenta y ya dominen los vientos patagónicos para trasladarse y llegar hasta las fuentes de alimento.
Los programas de reproducción y reinserción del cóndor andino representan un soporte fundamental para la conservación de la especie en la naturaleza. Además, permiten adquirir conocimientos y experiencia de manejo de estos animales, perfeccionando técnicas de manejo y rescate de animales en peligro.
Amancay, parte de esta bandada, es una hembra que nació de la pareja reproductiva del Bioparque Temaikèn. Fue criada con éxito por sus padres, supervisada por personal de Fundación Temaikèn y del PCCA y ya está en su hábitat natural junto a una bandada conformada por cóndores con distinta procedencia e historias
“Este es un gran trabajo de conservación en el que participan distintas organizaciones para recuperar la población de cóndores en la costa atlántica. La situación del cóndor andino en Argentina requiere una acción inmediata: son cada vez más frecuentes los ataques por envenenamiento masivo, un evento gravísimo para esta especie, cuya población más sana residía en nuestro país y Chile. Considerando que la tasa de reproducción del cóndor es muy baja, esfuerzos de cría como éste son clave para recuperar la población. Cada cóndor es de sumo valor para la especie y todo huevo cuenta.”, destacó Andrés Suares, Encargado de Reproducción de Aves de Fundación Temaikèn.
La Fundación, además de contar con la pareja reproductiva, participa del proyecto recibiendo en su Centro de Rescate y Rehabilitación cóndores de distintos lugares del país, derivados de llamados de emergencias del PCCA.
También recibe muestras de animales encontrados sin vida para determinar la causa de deceso y generar más información para su conservación.
Con estos ejemplares suman ya 57 cóndores liberados en 16 oportunidades en la costa del Atlántico y, en el marco del PBCCA, 189 cóndores liberados en todo Sudamérica.
La historia de cada uno de los cóndores reinsertados:
Amancay (Flor) nació en el 2017 en el Bioparque Temaikèn y es la primera de su especie que, criada por sus padres en el Bioparque Temaikèn, vuelve a su hábitat natural. Según el protocolo de crianza de cóndores, que incluye prácticas mejoradas de manejo animal, Amancay desde pequeña tuvo mínimo contacto con sus cuidadores, y su vínculo fue principalmente con sus padres, lo que promovió que mantuviera sus comportamientos naturales.
Es la primera cría de esta pareja de cóndores, que es parte de la población permanente de la población del Bioparque y forma parte del grupo de parejas reproductivas del PCCA. Ambos fueron excelentes padres, por lo que la intervención del personal se limitó a lo protocolar: Cuidadores, biólogos y expertos cuidaron los aspectos comportamentales y analizaron cómo el pichón aprendía de sus padres mediante un sistema de cámaras que permite darle seguimiento sin interferir ni en la crianza ni en la incubación. Se pudo ver exactamente el momento de la eclosión y cómo los padres fueron alimentando y cuidándola. Junto con veterinarios y nutricionistas se le dio una dieta especial para asegurarnos que fuera ganando peso. El proceso de madurez fue normal: al principio tenía plumón, luego fue cambiando gradualmente las plumas y cuando tuvo tamaño juvenil y su plumaje cambió completamente, se determinó junto con Fundación Bioandina que Amancay contaba con los requerimientos suficientes para ser parte de esta bandada.
A partir de ese momento, iniciaron las distintas etapas para la reintroducción: Antes de realizar el traslado al sur, se le hizo un chequeo veterinario exhaustivo y se le colocó una banda alar (#67) que lleva un transmisor para que pueda ser seguida dentro de la bandada.
En abril viajó vía Aerolíneas Argentinas hasta Patagonia, donde estuvo desde entonces adaptándose al ambiente dentro de un recinto de presuelta y siendo controlada por el personal de Pailemán, que fue armando el grupo que hoy es noticia.
Karut (Trueno), nació de la pareja reproductiva formada por Sagta y Eluney Wenu, que se encuentra en el Ecoparque de Buenos Aires. El primer huevo de la pareja en la temporada 2018 fue retirado del nido y trasladado al Centro de Incubación Artificial, donde nació una noche de tormenta el pasado noviembre. Es el único de la bandada criado con este método: su cuidado se realizó bajo aislamiento humano utilizando títeres de látex que representan a sus padres y facilitan el reconocimiento con su especie.
Ñorquinquera (Sonido de Agua) Era solo una pichona que apenas sabía alimentarse y que fue encontrada en Ñorquinco, en Río Negro, y fue trasladada al Ecoparque para su rehabilitación.
Suyan (Esperanza) nació de la pareja que se encuentra en el Parque Faunístico y Ecológico Yastay de La Rioja. Los padres fueron los encargados de los cuidados del pichón hasta que completó su plumaje y comenzó a salir del nido.
Takiyiwe (Libertad), pichona nacida de la pareja reproductora del Parque Faunístico de San Juan.
Paqarina (Generadora de vida), el domingo 6 de mayo, personal de la base de campo del PCCA, Ecoparque Bs As, informa que la pichona nacida en noviembre del 2017 en Paileman, sufre una caída del nido. Inmediatamente, se le brinda asistencia del equipo de rescate quienes constatan que la pata izquierda presentaba una lesión. Fue trasladada a Buenos Aires para su cuidado y observación.
Coordinan esta iniciativa: Ecoparque Bs As y Fundación Bioandina Argentina.
Participan: Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable Río Negro, Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable Chubut, Secretaría de Ambiente de La Rioja, Centro de Preservación y Rescate Yastay, La Rioja, Fundación Temaikèn, Parque Faunístico San Juan, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable San Juan, Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Aerolíneas Argentinas, Fundación Bioparc, Grand Parc du Puy du Fou, AFdPZ y Asociación Beauval Nature de Francia.
Acerca de la Fundación Temaikèn
Fundación Temaikèn es una organización nacional referente en la conservación de la biodiversidad por sus acciones de recuperación de especies —priorizando las autóctonas—, investigación, educación, y recreación en la naturaleza, que desarrolla sus acciones junto a otras instituciones e involucrando a toda la sociedad. Para llevar adelante su misión de proteger la naturaleza cuenta con el Centro de Recuperación de Especies (CRET), la Reserva Natural Osununú en Misiones y el Bioparque Temaikèn.
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Acerca del PCCA- El Retorno del Cóndor al Mar
A partir de diciembre de 2003, gracias a un esfuerzo internacional de conservación denominado “El Retorno del Cóndor al Mar” fue posible reintroducir la especie en su antigua área de distribución den la Costa Atlántica Patagónica, luego de 100 años de extinción local. Desde entonces, 57 ejemplares han sido liberados y, gracias a intensos trabajos de campo y sofisticados sistemas de seguimiento satelital, sabemos hoy que están ganando día a día mayor experiencia de vuelo, llegando a recorrer distancias mayores a 600 km desde su lugar de suelta. Su adaptación al entorno es altamente exitosa: desde 2009 ya son 10 los pichones nacidos en la zona. A través de refugios camuflados, pudimos ser testigos de la crianza por parte de sus padres y comenzado a seguir sus primeros vuelos, gracias a la aplicación de tecnología satelital.
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