El semillero musical

Importa que conformaran una orquesta que en ningún momento dejó de actuar como tal.

Salta, Sábado 21 de julio de 2012. Casa de la Cultura. Solistas: Marcelo Mercado (oboe) y Fabián Contreras (fagot).Orquesta Sinfónica Infanto-Juvenil de Salta. Director Titular Mº Hernando Mena. Doble Concierto en Sol mayor para oboe y fagot (Antonio Vivaldi 1678-1741). Aria en Fa mayor “Sperai vicino il lido” para oboe y orquesta (Wolfgang A. Mozart 1756-1791). Romanza para fagot y orquesta (Edward Elgar 1857-1934). Sinfonía nº 9 en mi menor op.95 (Antonin Dvorak 1841-1904). Aforo 100%.

Llena de padres, hermanos, tíos, abuelos y algo de público no relacionado, estaba la sala de la Casa de la Cultura. No importa si son habitués de la música culta pero sí importa su vinculación con los músicos que estaban en el escenario. Seguramente se llevaron una sorpresa. Sus chicos y jóvenes habían progresado. Hoy ya se puede decir que el grupo constituye un “semillero para el futuro”. Algunos, estoy convencido, llegarán a formar parte de la orquesta mayor.

No importa demasiado que los instrumentos que usan sean, en general, de escasa calidad sonora. Tampoco importa que hayan desafinado a mansalva. Importa que conformaran una orquesta que en ningún momento dejó de actuar como tal. Qué significa esto? no hubo desajustes, la relación con el conductor fue fluida, consciente, atenta. Representaron a nivel masivo lo que le sucede al estudiante de algún instrumento que recién comienza por aprender a solfear, que a poco se le anima al instrumento que tiene entre manos y comienza a tocar, no muy bien, con inseguridad, pero captando el significado del matiz de la sutileza, del crescendo, del movimiento contrario.

En las tres primeras obras, con la guía no solo del director sino también de esos dos excelentes solistas como Mercado y Contreras, afincados en orquestas argentinas, pero con la calidad suficiente como para presentarse como solistas. Fueron páginas del barroco, el clasicismo, el neoclasicismo y el nacionalismo. Todas reconocibles, lo que no es poco. En la primera parte, breves tres paginas. En la segunda parte, esa difícil belleza que es la Sinfonía Desde El Nuevo Mundo cuyo nacionalista compositor recuerda su tierra natal y como homenaje a ella recurre a danzas y motivos populares de carácter eslavo mientras vivía en Estados Unidos donde dirigía el Conservatorio de Música de Nueva York.

El “adagio-allegro” de Dvorak, salvo las brevísimas desafinaciones que se eliminan con mas estudio, bastante bien. El movimiento “lento”, con un fraseo demasiado entrecortado. El “scherzo” está a mitad de camino en lo relativo al tempo empleado y en consecuencia se pierden los acentos propios de la música checa para llegar finalmente al conocido y espectacular final.

Todo lo que dije se puede encontrar en la grabación tomada. Pero enfrentar una sinfonía de no pocas dificultades técnicas, hacerla completa, sin desajustes, ya es meritorio. Hacía tiempo que no escuchaba la juvenil agrupación y se reafirma la idea que con más estudio individual y de conjunto, más la obtención de instrumentos mejores, se profundizará la elevación artística. Por ahora aún siguen siendo chicos y jóvenes que han preferido esta noble tarea en reemplazo de reprochables actividades. Ojalá cada día sean más.