La gente de mi provincia se vio feliz. Engalanados con un sol que rompió el hielo de varios días, salió a la calle a festejar. Anoche en la Plaza principal de la ciudad, disfrutaron de un espectáculo de luces. Hoy, con un chocolate, arrancó la mañanita bicentenaria. En el supermercado Vea de Av. Sarmiento, se realizó un gran festejo conmemorativo con locro gratuito, piezas de folclore, entrega de escarapelas y entonación del Himno Nacional Argentino. El Colegio Nº 5035 Batalla de Salta esperó este 9 de Julio vestido para la ocasión. Según el Profesor Luis Rojas «la idea era plasmar los colores de la patria y mostrar alegría».
Cuánto ejemplar entusiasmo!
Por las redes sociales y teléfonos celulares se vivió la celebración por un Día de la Independencia esperado, y por qué no soñado, el que habla de nuestros próceres y héreoes de este terruño que supieron con gloria morir.
«Sean eternos los laureles que supimos conseguir» dice uno de los versos de nuestro Himno Nacional Argentino, hoy gritado a los vientos y entonado con una emoción que me halló en la cotidianeidad del diario quehacer. Allí, dentro de un supermercado, todos pararon al grito de «Libertad»!. Enorme emoción que surca el alma y se condensa en el espíritu argentino, ese que clama a viva voz cada día por un país mejor y más justo, que honre las excelsas virtudes de quienes lo hicieron grande. Trabajadores en sus tareas, hombres, mujeres y niños que aman este país, corearon hoy a todas voces «Oíd mortales el grito sagrado»!
La Fiesta en el Vea
La patria se hace sentir en el mundo. Sobrevuela el suelo la bandera de los colores más hermosos. Y ese noble estandarte de grandeza infunde a nuestros ojos el cielo de la esperanza.
Dijo Aldo Aranda a través de su Facebook, un maestro argentino que ama su suelo, ejemplo de honor y trabajo, docente de alma y de convicción: «Hablar del Bicentenario en Mi Chaco es hablar de docencia, es hablar de compromiso, de entrega, de postergación, de desarraigo, de ausencias, de incomunicación, de soledad, y hasta de injusticias pero fundamentalmente de ESPERANZA y de PATRIA, por eso quizas resulte fácil relacionar los conceptos. Estoy convencido de que Dios no me pudo dar mejor destino, ni mejores acompañantes de camino, porque donde sea que esté la necesidad siempre ‘me’ y ‘nos’ mostró su rostro, pero somos docentes; por eso no dudamos en convertirla en un desafio, y seguimos caminado, con la rebeldía que hace falta para que ni el barro, ni el polvo ni el sol nos roben la ilusión, esa que nos da la libertad, que no es otra que ser los dueños de nuestro propio sueño… el de ENSEÑAR en la ADVERSIDAD.»
El Chaco Salteño
Con El Chaco presente en mi crónica y a través de él, el interior del interior de nuestra provincia, e inspirados por un sentimiento sin límites y cuya frontera es la inmensidad, expreso la felicidad de un pueblo, de un país; pueblo que mastica la esperanza en un futuro para nuestros hijos con trabajo, justicia, educación, paz, lealtad y compromiso.
El locro patrio, pero también ese deseo de «estar», de manifestarse de los vecinos con sus banderas en las casas habla de la familia reunida, del sueño de los educadores, de la fe de los artistas, de los jóvenes que atraviesan desafíos, de nuestros ancianos, de nuestras mujeres; esas ansias colmadas y los corazones engrosados de cada argentino habla de ese profundo deseo de salir adelante, de pasar las malas, de olvidar por momentos el tarifazo, las heridas que no cierran, el robo consumado, la muerte injusta. Ese sol que abrazó nuestra patria… ese síntoma de argentinidad demostrada con sudor, lágrimas y sonrisas, que son los sentimientos que se entremezclan cuando somos historia.
Hoy fuimos Uno, y me siento orgullosa. Este país que construimos con las manos llenas de cansancio, es nuestro. Y deseamos más y mejores oportunidades junto a todos: los que tienen la posibilidad de tener un trabajo digno y los que aún esperan el milagro.
Estamos juntos y vale la pena.
Viva la Patria!!!!!