El estreno de “Me canto encima”, anoche en el Teatro del Huerto con una sala colmada de público, produjo variadas sensaciones. Por un lado, sentir que la distancia entre Buenos Aires y Salta se ha achicado; y por el otro, que nuestra querida provincia es un referente artístico a nivel nacional. Florencia Peña desborda un talento indiscutible en un espectáculo hecho desde sus entrañas.
«Todo trabajo tiene algo divertido.
Y si encontrás ese algo, se convierte en un juego».
Mary Poppins
Cálida, la actriz sorprende no sólo desde la interpretación, sino desde su condición humana. El don de la artista no deviene solo ductilidad para cantar y desplegarse en coreografías en el escenario o realizar monólogos desopilantes; creo que ella brilla desde adentro hacia fuera con un ángel llamado amor. Ese es el condimento que lleva, algo inusual y fabuloso, indescriptible, que supera todo hecho artístico: “Cuando algo que está sucediendo en el escenario es contundente, no importa cuántos miles de pesos tenga ni cuánto no miles de pesos tenga. Cuando sucede, sucede”– dijo ella a esta cronista en una entrevista realizada el viernes 16 de septiembre. Efectivamente: sucedió. Soy testigo de esa maestría que combina una especie de radiante osadía y angelada femineidad.
En uno de sus parlamentos anecdotarios de su vida de infanta “Pena” (con teclado viejo…), recuerda a la Gran Lía Crucet confesar frente a las cámaras que el secreto del éxito consistía en cantar y hacerlo bien. No pudo elegir mejor artista y mejor discurso para su humorada. Estimo que si le preguntaran por su secreto a Florencia, no creo que sea ella quien deba contestar, sino su público, y que este debiera decir que la razón del éxito de Florencia Peña es el fuego, el amor, la pasión con que se autoaborda. Traspasa escenario y llega hasta el público porque ama lo que hace. “Estoy haciendo exactamente lo que tengo ganas y yo soy de las que creen que cuando el artista disfruta, el público disfruta. No hay manera de que no suceda porque es esa energía que va y vuelve…”– dijo en la nota. Premisa cumplida. La química se produce.
El espectáculo sintetiza las cualidades artísticas de esta estrella salto-porteña. No es Florencia contando su vida sino cantando su arte. Es Florencia siendo Florencia. Es ella cantándose encima de tanto cantar. Esa música del clarinetista (Tiburcio), el bajista (Flores), el pianista (Goldstein) y el batero (Misa) enmarcan la escena mientras bailarines (Alejandro Arias, Facundo Mamaní y Mauricio Saíz) revolotean sobre Flor. Muy buenas coreos (García Milán y asistentes). Excelentes artistas salteños todos. El vestuario, un lujo (Roxana Liendro). Aciertos por doquier, tantos musicales (Mariano Otero) como artísticos (Noralih Gago). Destacado trabajo de producción (Peña-Clasadonte). Los Guitarreros estuvieron casi al final como sorpresa, especie de conjunción mítica. Florencia canta como la actriz que es, con matices, humores y dolores; y lo mejor que te sucede es que vas de musical en musical, de ciudad en ciudad, de personaje en personaje. Soñás a la par de lo que soñó como niña. Que recordara «Annie», el musical, hizo que me viera por Corrientes, también con mi madre… «Y el sol brillará mañana, cuánto apuestas que mañana, sale el sol…»
Las letras de las canciones no son de una mujer sensible y sumisa; por el contrario, son como Florencia: una mujer inconveniente, provocadora, transgresora. Eso habla de un paradigma de mujer libre y decidida, independiente y atrevida. Algo que escasea en esta ciudad. En este show muestra sus ganas de ser en el escenario, su apego al trabajo y su mentalidad abierta. El overol es de seda y lentejuelas, pero overol al fin. “Me canto encima” significa también me trabajo encima, la proyección de un recuerdo futuro.
Florencia tiene una trayectoria artística fenomenal. Lo que viene engrosará aún más las páginas de su vida. Pero hoy, es el momento; es su momento. Lo hace suyo y se nota. Ella brilla con su luz.
– Ficha técnica:
Actriz: Florencia Peña
Músicos: Leo Goldstein – piano/Eugenio Tiburcio – clarinete/Ángel Flores – bajo/Martín Misa – batería
Bailarines: Alejandro Arias – Facundo Exequiel Mamaní – Mauricio Saíz
Dirección General: Florencia Peña y Noralih Gago
Dirección Musical: Mariano Otero
Dirección Artística: Noralih Gago
Coreografía: Vanesa García Millán
Asistentes de coreografía: Ana Alcázar Prat y Candela García Schwartz
Diseño de vestuario Florencia Peña: Roxana Liendro
Asesoría de imagen y vestuario: Gloria Paredes
Diseño sillón y banqueta Sushi: Matias Vinograd
Fotografía: Marcelo Miller
Video: Juance Barrientos
Diseño arte gráfico: Mariana Mazzarini
Producción Ejecutiva: Guillermo Clasadonte
Producción General: Guillermo Clasadonte y Florencia Peña
– Fotos de producción
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