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miércoles, marzo 5, 2025

Estremecedor Rigoletto

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Salta cierra su temporada operística.

Salta, lunes 3 de setiembre de 2012. Teatro Provincial. Rigoletto: ópera de Giuseppe Verdi (1813-1901). Rigoletto (Luciano Garay-barítono). Gilda (Laura Rizzo-soprano). Duque de Mantua (Gustavo López Manzitti-tenor). Sparafucile (Ariel Cazes-bajo). Magdalena (Cecilia Diaz-mezzo soprano). Giovanna (Noelia Gareca-mezzo soprano). Conde Monterone (Alberto Jauregui Lorda-barítono). Marullo (Leonardo Menna-barítono). Mateo Borsa (César Agostini-tenor). Conde Ceprano (Federico Finocchiaro-bajo). Condesa de Ceprano (Mónica Ferri-mezzo soprano). Ujier (Fernando Oyarzum-bajo). Paje (Agustina Vidal-mezzo soprano). Coro de Ciudadanos. Actores y Actrices. Director de escena (Mtro. Eugenio Troisi). Responsables de luces, sobretitulado, maquillaje, vestuario, etc. Orquesta Sinfónica de Salta. Director Maestro Jorge Lhez.

Para muchos, en el mundo de la música, RIGOLETTO es “la” ópera. Si no lo es, pues está muy cerca de serlo. Tiene drama, farsa, bufonería, tragedia, burla, escarnio, perversidad, engaño, sentimiento, libertinaje, maldad, amor, resentimiento, etc. sobre una música simple pero de gran llegada y plena de momentos gloriosos, arias, dúos, tercetos, cuartetos, para señalar las principales características de una historia que describe a su protagonista, Rigoletto, un bufón de la corte de Mantua que se mueve entre el amor por su hija y el odio por su patrón, el Duque y sus cortesanos. En medio de esos extremos está, enmascarada en su desenfado ante los aristócratas, su perversidad y su resentimiento originados en su deformidad física. Es jorobado. Personaje para el sicoanálisis. Pero también muestra su lado humano cuando se muestra padre amoroso de una casi inocente hija, a la sazón, su única familia.

Verdi toma una obra que en el teatro había sido prohibida: “El Rey se divierte” cuyo autor fue nada menos que Víctor Hugo del cual el libretista Francisco Piave toma la base argumental para la que, en definitiva, se llamó “Rigoletto”. Y la prohibición se daba porque desnudaba el libertinaje de la corte del Rey Francisco 1º de Francia cuya personalidad navegaba entre su apoyo a la difusión de la artes, sus conquistas guerreras pero también su vida disoluta. La ópera, a pesar de su prestigio, no es perfecta y tiene sus falencias que evitan la posibilidad de un relato lineal, pero sin duda muestra una inspiración atrapante. Tiene momentos únicos, irrepetibles, verdaderas cúspides de la ópera italiana, como el famoso cuarteto del Acto III donde Rigoletto trata de convencer a su hija Gilda para que pierda su amor por el Duque mientras éste le hace la corte a la tabernera Maddalena, por otra parte, hermana del siniestro Sparafucile, mercenario contratado por el jorobado para matar al odiado aristócrata. Este cuarteto, es un milagro musical pues Verdi da a cada uno de los cuatro personajes una línea melódica diferente y hermosa y además las une en una muestra polifónica de enorme belleza armónica. Es más, años después, el autor confesó que probablemente jamás alcanzaría en adelante tal perfección.

La puesta es altamente meritoria y depende casi exclusivamente del notable y conocido Eugenio Troisi que se luce con la misma. Los medios usados no son exuberantes sino más bien escenografía, luces, vestuario, etc. transitan por el ámbito de la austeridad sin alejarse de las situaciones vividas por los personajes y encontrando económicas e imaginativas soluciones para los requerimientos de los tres actos. Pero veamos a los protagonistas.

Ya lo dije, su personaje principal es el jorobado bufón de la corte, vilipendiado por los cortesanos y por tanto, dueño de un odio brutal contra ellos. En su primera intervención hiere con sus burlas al conde Ceprano cuya esposa recibe los intentos amorosos del Duque. Rigoletto, de escabrosa mente, con obsecuencia, le dice al Duque que se libre de Ceprano y su mujer será de él. También se burla de Monterone, cuya hija ha sido deshonrada por el Duque libertino. Monterone lo maldice. Y esta maldición es asunto central en la tragedia. Luego habla con el sicario Sparafucile que, sin saber lo que vendría después, le ofrece sus servicios y allí entona la incisiva aria “Pari siamo”, hay un dúo conmovedor entre él y su hija Gilda. Luego llega la cúspide de su actuación con el aria “Cortigiani, vil raza dannata” donde increpa a la corte, insulta a sus miembros, les ordena le devuelvan su hija, hasta que toma conciencia que él es solo un bufón y termina implorando piedad. El drama potenciado al infinito. Después participa del temible cuarteto con su hija Gilda, el Duque y la tabernera Maddalena en uno de los pasajes mas inspirados de la opera itálica. Luciano Garay finaliza una brillante labor con ese alarido terrible cuando muere Gilda en sus brazos y exclama aterrado: “Ahhhh!!! La maledizione!!!”

El Duque, un noble libertino al que solo le importa vivir bien entendido como parte de ello, infinitos amoríos. Esa cualidad la desnuda en el aria “Questa o quella” donde dice que todas las mujeres son suyas y a su vez que todas son iguales. Participa del ya mencionado cuarteto y canta una de las arias mas famosas de todos los tiempos: “La donna è mobile”. Es importante destacar el formidable profesionalismo de Gustavo López Manzitti pues no era el Duque original el que por razones de salud no pudo actuar y de urgencia hubo que recurrir a este excelente tenor de trabajo óptimo, que transmitió seguridad a todos, luciéndose, además, en escalas y apoyaturas usando también su exquisita media voz para disimular algún sobreagudo de extrema dificultad.

Gilda, la candorosa hija de Rigoletto, que ama a su padre pero que no tiene la fortaleza como para no sucumbir ante las artimañas amorosas del Duque. Tiene un pasaje dulce, pleno de pureza cuando canta “Caro nome” refiriéndose a Gualtier Maldé, nombre ficticio tras el cual se escuda el Duque. El final de esta aria fue sencillamente de antología. Participa del cuarteto y finalmente llega hasta la intimidad del oyente en su dúo con su padre antes de morir. Es bueno saber que Laura Rizzo es una soprano que no solo domina el papel, sino que posee una afinación, un sentido del tempo, un fraseo, verdaderamente deslumbrante. Me parece que maestría es la palabra indicada.

El movimiento escénico esta muy bien logrado. El Duque es elegante y tiene el desplazamiento del que manda, Gilda aparece como niña candorosa, desgraciadamente enamorada de quien no la valora, Rigoletto compone un hombre que carga la cruz de su impactante defecto, los cortesanos se mueven ora despreocupados en la corte, ora maquinadores entre las sombras. El coro de hombres de buen nivel. Los hermanos Sparafucile (muy bien Ariel Cazes) y Maddalena (estupenda la varias veces escuchada aquí, Cecilia Diaz) arman sus ominosos personajes con soltura e inapelable seguridad. El resto del elenco, cada uno en su papel, entregaron su calidad vocal y su innegable condición actoral como adecuado marco de los personajes principales.

Desde la tenebrosa obertura, también llamada “preludio” por su brevedad, el maestro Jorge Lhez realizó una conducción con mayúsculas. Llevó la orquesta al lugar justo para que los cantantes sintieran en su oído la exacta indicación sonora para sus intervenciones. Todo fue cuidadosamente preciso. Atento, seguro, no se perdió ninguna indicación rectora y tradujo la partitura con elevada calidad poniendo énfasis en la cualidad verdiana de la misma, sobre todo en esos momentos en que previo a la acción del o los cantantes, la música anuncia el carácter de lo que vendrá.

Salta cierra su temporada operística. Lo hace de la mejor manera posible con un título que no sólo conmovió al público, sino que despertó el aplauso agradecido por el arte recibido.

5 COMENTARIOS

  1. Estremecedor Rigoletto
    Para nada de acuerdo Javier, el verdadero desafío es poder hacer una Opera (o el evento cultural que fuere) con el presupuesto y los recursos que se disponen. A pesar de que la escenografía fue escueta y sugerida, el nivel musical fue sublime. Si sólo tuviéramos la OSS con los solistas sobre el escenario la historia no se contaría, para quien no conoce el argumento son necesarias las luces, las actuaciones, los objetos, los subtítulos…
    Eso sí, con el tiempo tienen que ir mejorando todo esto, pero valoro el esfuerzo.

    • Estremecedor Rigoletto
      Estoy de acuerdo con Javier, han malgastado el presupuesto en una puesta de segunda a tercera. con todo el respeto a la orquesta y los cantantes. Aunque NO todos los cantantes tenían buen nivel.

  2. Estremecedor Rigoletto
    Excelentes los solistas y la Orquesta, lamentable la puesta. No hagan Opera si no hay presupuesto, porque el resultado es un poco vergonzoso. A lo sumo, suban a la orquesta al escenario y listo, como un concierto, serta mas interesante que ver un lamentable telon blanco y dos sillas. O quizas..lo mas dificil..usen un poco la imaginacion!!!

    • Estremecedor Rigoletto
      No estoy de acuerdo Javier. SIEMPRE es bueno hacer ópera, aunque con mínimo o casi inexistente presupuesto. Sobre todo, cuando lo que se oye, es de primer nivel, como ocurrió en esta versión de Rigoletto.

  3. Estremecedor Rigoletto
    Felicitaciones a la soprano (Gilda) y al tenor (el conde), lo mejor de la puesta,que tuvo muchas falencias: escenografía, dirección artística, etc.

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