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lunes, noviembre 25, 2024

Exilios y moobing: Adrián López

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Acabo de revisar mi correo y mi blog, y me anoticio dedos mensajes de solidaridad. Previo a comentarlos, enunciaré algunas cuestiones enlazadas con lo que acontece en las universidades.

De los muchos que se están informando casi por primera vez, de lo que pasa con el enojoso asunto del mobbing, una fracción de ellos opinan que el tono general del blog y de los últimos documentos, permiten las ensación de que existe una especie de «autoflagelación» que motiva no la solidaridad, sino hasta la burla.

Lo otro que agregan, es que estoy «pasado» y «pesado», y que hay una «autopropaganda» respecto a lo «genial» que supuestamente, sería.

Por esto mismo, no relato lo que ocurre sino lo que ME sucede, «personalizando» los correos, quitándoles entonces, interés amplio.

Bien; al igual que cualquier parecer, merece que se lo considere en cuanto tal. Sin embargo, me permito humildemente, disentir de los que así opinan.

El problema de los que, sabiendo del dolor ajeno, se burlan, ríen, disfrutan, etc., no es una cuestión mía, en el sentido en que sería una limitación adjudicablea mi persona, sino que es algo que habla muy mal de los que asumen esa toma de partido (porque los que se burlan, efectivamente, toman posición…).

En lo que se refiere a que habría una alucinada»autoflagelación», los que así piensan, actúan como los que reaccionan tradicionalmente, ante la violencia de género: la «culpable», la que se «autovictimiza»,etc., etc., es la mujer o niña maltratadas, no el violento.

Acá sucede algo similar: el «culpable», el que se «autoflagela» y se complace con eso, es el que padece el hostigamiento (en este caso, yo), y no la institución en la que se lo ejerce.

Lo menos que puedo decir de tamaño «razonamiento» y de semejante toma de partido, es que los que creen esto, corren el peligro de volverse cómplices de la violencia contra el que es violentado.

Esto es, corren el riesgo de tornarse cómplices de la violencia institucional que se está implementando desde hace años, contra mi persona.

Pero en virtud de que esa violencia que se ejerce es efectivamente, contra una persona en particular, es que debo hablar en mi nombre y por mí. Es más, aún existiendo otros individuos que son acosados, no me queda más que hablar por mí y desde mí, a raíz de que esos otros no se animan a denunciar lo que ocurre.

En distintas facultades, hay de sobra material para una investigación periodística a fondo (que nadie asume…), acerca de la situación de mobbing, investigación que podría hasta eludir tener que mencionarme como ejemplo, aunque me haya vuelto un caso paradigmático y emblemático.

Recuerdo también, que tuve que abrir un blog, recurrir a los e-mails masivos, etc., porque ADIUNSa., con»argumentos» muy, muy «mañosos», jamás quiso intervenir.

Cuando lo hizo, eso sí fue de risa. Y es que otra característica del hostigamiento, es precisamente que hasta los gremios se «hacen a un lado», queriendo imaginar, aunque no lo crean del todo, que no se trata de una cuestión sindical, sino de un «particular» contra otros «particulares» (por esto y otras causas, me desafilié de mi propio gremio…).

A veces, ni siquiera los de DDHH se atreven a tomar cartas en el problema, dado que no son siquiera conscientes que el mobbing es algo que afecta derechos humanos fundamentales, como el derecho a un ambiente laboral tranquilo, armonioso, etc.

Todavía peor: no intervienen porque prejuzgan al que sufre el acoso y guardan o atesoran, largas y prolongadas relaciones de amistad con muchos de los implicados directamente en el mobbing.

Otro ítem que se olvida, es que el PO y la UJS (dependiente de él) fueron una de las escasas agrupaciones marxistas leninistas que me tendieron una solidaridad inmediata, sin demasiados «trámites». Losotros partidos, tuvieron debates internos y algunos optaron por no explicitar nada alrededor del «caso López» (porque efectivamente, hay uno…).

Obviamente, mi organización me apoyó (la CCC); el resto, poco y nada.

En consecuencia, tuve que encarar una situación espantosa casi desde el principio, contando con mis propias fuerzas y con el escaso apoyo que pudiera obtener, en un lado, en otro, sin lograr una solidaridad más o menos, colectiva y contundente.

Siempre asomaron los «objetadores»…, los que sabían cómo se debía actuar, los que eran diestros en la mejor estrategia, los que tenían «cintura política»,etc.

Eso sí; casi nunca aparecieron para hablar conmigo cara a cara; también emplearon y siguen utilizando, el rumor a mis espaldas, para decirme cuánto me equivoco, sin aportar ninguna solución concreta, más que conservar una postura de «voyeur».

Esto es tan como lo firmo, afirmo y confirmo, que muchos periodistas dieron vuelta la cara; otros muchos, no. Y es que hay que ser demasiado necios parano entender que en el fondo, aunque haya una persona que sufre el mobbing, es una cuestión que merece al menos, una que otra nota local, cada tanto.

La situación es verdaderamente, seria, muy seria, como para alivianarla y burlarse, reírse, considerarme un payaso, alguien mal medicado, que importuna a los demás con «sus» asuntos «privados», etc.

El contexto del acoso, vuelve inevitable que se describan los impactos en la vida «privada» del que es hostigado, puesto que efectivamente, se trata de convertirle a ese otro que es acosado, su vida en un infierno.

Ergo, hay que narrar cómo es ese infiernoy/o cómo se lo siente. Por ende, no queda otro camino que apelar a la «primera persona»…

El mobbing no es igual a las represalias que pueda sufrir un gremio,por ejemplo. Aquí, se trata de un atropello a derechossindicales que están más o menos protegidos por la legislación en curso; en el acoso, no existe legislación y por eso, no se trata de un delito. Es más, en Argentina, casi no hay jurisprudencia y las leyes que existen no están reglamentadas (Jujuy,Tucumán y Bs. As.; no hay más…).

Por otro lado, en un gremio existe una Comisión Directiva; yo no soy un sindicato ni una Comisión Directiva. En consecuencia, debo hablar de mí desde mí por mí…, pero no para mí ni para darme placer a mí, dado que intento que los miles que andan «dando vueltas», quieran sumergirse en el tema, aunque más no fuese por lo que exclamaba el Che al aconsejarle a sus hijitos que fueran solidarios con el que padece una injusticia en cualquier lugar del mundo.

Parece que el compañero, sólo sirve para los Actos y nada más; luego se lo relega a un costado, para que no moleste con esetipo de «ideales»…

Otra característica del mobbing es que se minusvaloranlas cualidades del acosado; por ello, me veo en la situación de mencionar a quienes me aprecian o incluso, de aludir yo mismo a mis supuestas cualidades, a fines de que se haga obvio el hostigamiento.

Acá no hay vanidad, que no es para nada, mi pecado favorito… Lo que queda por hacer, en lugar de perderp reciosamente el tiempo en «psicoanalizarme»…, es encuadrar el mobbing que sobrellevo como me es posible…, dentro de la batalla general contra los«endogrupos» que se apropiaron de las universidades y allí, hacen y deshacen, tal cual dioses.

Los únicos que lograron comprender de esta guisa lo que me ocurre, fueron otra vez, los del PO y la UJS.

Por esta clase de comentarios que debo responder, es que en más de una circunstancia, me siento exiliado, tal como la persona a la que «fueron» de la Facultadde Humanidades (cf. infra). Me percibo como plantea elfilm «Inadaptado», en una escena terrible en la que el protagonista es atropellado por un tren una y otravez, hasta la náusea, sin morir.

Luego, se levantac omo puede, camina como puede, en medio de una»ciudad» que siempre está sin gente, aunque haya millones, sin recibir de nadie, ni una esponja con vinagre, hasta que aparecen dos tipos «normalizadores»que en lugar de llevarlo a un hospital, lo depositan como basura en la casa de la que fue hasta ese momento, su ex.

Y la ex lo mira, como si nada, diciéndole que el sábado habría una carrera de»autitos» con sus ex amigos de pareja… (!!!!).

Ahí están «representados» los que «suspiran» respecto a lo que difundo…, sin haber sido mi ex, por suerte.

Para concluir, el hecho mismo que haya tenido que escribir hoy un documento como éste, muestra hasta qué punto estamos retrasados y prejuiciados, con respecto a la situación de mobbing y con relación al que es acosado, que es una genuina víctima (aunque a mí, n ome guste la palabrita…).

Cordiales y amistosos saludos para los que estuvieron junto a mí, casi desde un principio, en esta lucha quenos debiera competer a todos…

El resto son excusas o»pichuladas», como dicen los peruanos.

Los «fiscales», tal cual me susurra un amigo que de cuando en cuando, parece olvidarse de lo que piensa…, se quedan en la mera «crítica crítica», sin aportar nada de nada. Y aquí lo que se precisa, y de manera urgente, son menos opiniones, etc. (todavía menos, si son destructivas…), y más hechos concretos para ayudar al que está enfermo por un clima genuinamente,»diabólico», ambiente del que no soy responsable.

Yendo a otro «eje» y tal como anticipé, recibí dos mensajes nuevos de solidaridad; ambos, anónimos, lamentablemente.

El primero puede ser consultado también a manera de comentario breve, en Documento157, pie de página. El segundo me llegó desde Diario Front.

El primero, que por sus referencias actuales y generales, transcribo antes, dice:

Sr. López: Sé lo que le pasa y siente, porque yo me fui de la Facultad de Humanidades, por motivos muy parecidos. No soportan la inteligencia, ni que se piense distinto; no hay respeto profesional; nada de nada. Verdaderamente, son de una pobreza de espíritu increíble y hay que ser como ellos para gozar de las»ventajas» que «regalan» a sus obsecuentes. Lo están agobiando porque dijo lo que todo el mundo sabe y no se atreve a verbalizar: que los concursos son «amañados» y que se protegen entre ellos.

Hay muchas víctimas que quedaron en el camino, porque no soportaron el nivel de «persecusión» muchas veces disimulada e hipócrita que usan, yo, entre ellos. Led eseo toda la suerte del mundo; al menos, aunque les duela, se está sabiendo en el medio cómo se manejan en las facultades de una universidad que debiera serdemocrática y respetuosa de las diferencias. Anónimo

El segundo es tipeado luego, al aludir a cuestiones vinculadas con los exptes. tramitados en la Justicia Federal. Sin hacerme completamente «eco» de sus expresiones, en su parte pertinente, enuncia:

Sr. Adrián López: [Leemos] con interés su desgaste con la justicia […][Penosamente, algunos de los jueces actuales] de su [aldeana] provincia [… detentan una] formación dictatorial y autoritaria hasta la médula […] [Alguna vez, …] nos enseñaron en la escuela, enmaterias que ya no existen […] que los poderes erantres: Ejecutivo, Legislativo y Judicial…, y que los tres funcionaban autónomamente…, y lo creímos…

¿Quién nombró a estos jueces que están atornillados ens us sillas hasta quién sabe qué año? […] ¡Ohhh!, [la] justicia es una porquería, Sr. López[…] Que le sea leve Adrián.

Lo acompañamos en e lsentimiento. Anónimo

– Dr. Adrián López

– DNI: 24.138.809

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