El padre de una de las turistas francesas asesinadas pide investigar la identidad de la mujer que aparece en una fotografía del expediente.
Unas fotos ingresadas al expediente del crimen de las investigadoras francesas Houira Moumnie y Cassandre Bouvier el 3 de agosto de 2011 dispararon una serie de interrogantes sobre la investigación y pasaron a sumar otro vacío en la causa, tal vez el más oscuro, ya que descubre la punta de una nueva línea a seguir. Sin embargo, Jean-Michel Bouvier, el padre de Cassandre, fue contundente al ver esas fotografías: «La de las fotos no es Cassandre, mi hija, ni es Houira.»
En el primer cuerpo, en las fojas 190 y 191 hay una foto de unos anteojos y tres en secuencia de una mujer, cuya identidad no es desconocida. Ese registro fotográfico, al igual que los de las fojas 192 a 208, pertenece a un informe presentado por la Brigada de Investigaciones a cargo, entonces, del comisario Néstor Píccolo, jefe de la Brigada de Investigaciones y a cargo de la investigación del crimen por orden del Juez Martín Pérez.
Píccolo se suicidó y durante el entierro, la familia lanzó duras acusaciones contra el ex secretario de Seguridad, Aldo Rogelio Saravia, quien lo habría presionado para que no cambie la línea de investigación.
¿Qué opina sobre la investigación?
– Quisiera decir que soy un hombre racional y metódico. Trato de entender las cosas. No me inclino por pensar en complot cuando la verdad es difícil de establecer. Sé que dentro de la investigación la data de la muerte es un elemento importante para dilucidar un crimen. No obstante, las conclusiones de la autopsia que fueron realizadas en Francia indican que es poco probable que el deceso haya sido de más de una semana antes de la constatación de la muerte cuando fueron encontrados los cuerpos. No considero, como lo hace el juez Pérez, que la muerte de Houira y de Cassandre fue el 15 de julio de 2011 porque las últimas fotos tomadas con la cámara de Houira son de ese día, y que en la última foto sugerida hay una agresión, esto es una construcción intelectual muy discutible.
¿Existe otra investigación desarrollada por la justicia francesa?
– Sí. Cada vez que un francés muere en el extranjero, hay un procedimiento judicial abierto en Francia, ya sea un civil o un militar. Eso permite proceder después de la repatriación del cuerpo a una autopsia confrontativa a la practicada en el extranjero. En este caso hay una autopsia un poco particular que llamamos «virtopsia» (una autopsia virtual) que consta en escanear el cuerpo. Con ese método se ven cosas que no se pueden ver en una autopsia tradicional. Los poderes del juez de Francia están enmarcados por la convención de investigación judicial que existe en el país en el que murió el francés. Existe con la Argentina una convención de investigación judicial, pero que sólo permite al juez francés hablar. Tampoco el juez francés puede pedir a la policía que actúe en territorio argentino. Sólo puede pedir actos a su colega Pérez cuando lo considere oportuno.
¿La investigación que se hizo en Francia es diferente a la realizada en Salta?
– Es diferente. El Estado francés asegura un seguimiento a través del juez que fue designado, pero la definición es en respeto del Derecho del país extranjero. Hay una pregunta que me aterra, es sobre la posadera, la responsable del Hotel Del Cerro, quien se fue precipitadamente de Salta a su país natal, España, y entregó un testimonio que habría que confirmar.
¿Cree que los acusados son los culpables?
– He perdido a mi hija para siempre, en su unicidad. Que los que la asesinaron estén castigados es para mí la menor de las cosas y también para la sociedad, la que sea, la salteña, la argentina o la francesa. Es un objetivo universal. Que inocentes puedan estar condenados en lugar de los culpables es insoportable. Cassandre no soportaba la injusticia. Si la justicia de Salta tiene que condenar a personas contra las que no existen pruebas materiales indiscutibles, ni confesiones, estimo que Cassandre será asesinada una segunda vez.
¿Piensa que hay otras personas implicadas?
– Sí. Dudo de la muerte de Casandre y de Houira el 15 de julio de 2011. Si la verdad tiene que surgir, implicará a otras personas con grados de responsabilidades diversas. Mi única certeza es que las circunstancias de la muerte de Cassandre, investigadas por la justicia, no me brindan satisfacción.
Cuándo le dieron las pertenencias de su hija, ¿le entregaron unos anteojos que no eran de ella?
– Era nuestra última noche en Salta antes de viajar a Buenos Aires. Varios policías vinieron al hotel para entregarnos contra firma de un recibo las cosas personales de Cassandre y de Houira encontradas en el Hotel Del Cerro. Lo que fue encontrado en la escena del crimen no fue entregado porque es parte de la investigación. Un policía me dio un objeto diciéndome que tal vez eran de Cassandre pero para mí no parecían ser de ella. Eran unos anteojos tipo RayBan; no eran su estilo, rara vez se ponía anteojos de sol. Acepté tomarlos pensando que tal vez los había comprado para protegerse del sol.
¿Insistieron en dárselos?
– No puedo decir que fue insistente. Me vio conmovido. No se me ocurrió preguntar dónde habían sido encontrados. Para mí estaban en las cosas de Cassandre en el Hotel Del Cerro y me enteré luego por uno de mis hijos que uno de los policías le dijo que habían sido encontrados en la Quebrada de San Lorenzo. Me sorprendí. Si fuese así, deberían ser una parte del legajo y estar conservados por el juez. Luego constaté otro hecho extraño: esos anteojos no figuraban en el recibo que firmé.
¿Son los anteojos que aparecen en la fojas 190 y 191 del expediente? ¿Las fotos fueron incluidas en la causa antes del secuestro de la cámara de fotos que estaba en manos de la novia de «Lasi», Fernanda Cañizares?
– Exacto. Los anteojos los lleva puestos una mujer joven cuyas fotos están en el legajo y que no está identificada. Los que tengo son de un modelo estrictamente igual, pero no puedo decir si son los mismos. Me pregunto: ¿con qué cámara fueron tomadas? Me gustaría saberlo. ¿Con la cámara de Houira? ¿Con la de Cassandre? La cámara de Cassandre y su celular nunca fueron encontrados.
¿Es su hija la mujer que aparece en esas fotos con anteojos?
– No. No es Cassandre, ni es Houira, es una persona que no conozco. Si están en el legajo, es el juez quien tiene que contestar esas preguntas. Tiene que saber cómo fueron introducidas en el legajo y quién es.
No es su hija.
–No, no es mi hija.
¿No cree que esas fotos, como la entrega de los anteojos antes de su partida, son una señal, un mensaje escondido?
– No soy yo quien puede contestar. El juez es quien tiene que dar una respuesta al hecho de que haya fotos no identificadas en su legajo. Tiene que buscar a esta persona y identificarla. Quizás es el contacto de Cassandre en Salta. No hay que olvidar que la responsable del hotel testimonió frente a la policía que Cassandre le dijo que iba a San Lorenzo con Houira para encontrarse con una conocida.
¿Piensa venir a Salta a inaugurar el monumento contra el femicidio?
– El monumento es una historia larga. El 12 de septiembre, cuando la presidenta Cristina Kirchner me recibió, me dijo que estaba de acuerdo con la colocación de una estatua dedicada a la libertad de las mujeres. Estábamos de acuerdo en que sea edificada en el lugar mismo donde los cuerpos de Cassandre y Houira fueron encontrados. Quise que en el lugar del drama se edifique una estatua que magnifique la libertad, no quise un monumento en honor a muertos.
– Por Agustín Poma y Alejandro Ahuerma
– Fuente: Salta entre Líneas
