La Tarima presentó su trabajo escénico el jueves 1 de noviembre a las 20 hs. en el Salón Auditórium, en el marco de la XVIII Fiesta Provincial de Teatro organizada por el INT Salta.
Depresión y vacío
– Por Rocío Alfaro
«Juana soy yo» es un unipersonal dirigido por Roxana Lugones y actuado por Rocío Paredes.
La obra mostró un poco de lo que sucede en la vida, que a partir de alguna pérdida o en este caso abandono y engaño, la soledad y el encierro vuelven a la locura un aspecto principal.
La actuación resultó convincente, y la forma en que la protagonista utilizó los pocos elementos de la escenografía, una silla y una jaula, fueron adecuados. La jaula logró representar el encierro de Juana, su aislamiento y el vacío que sentía con los malos recuerdos sobre su padre y su esposo.
El vestuario contó con un vestido, el cual Juana desarmaba de a poco con la depresión que sentía.
El espectáculo capturó la atención del público.
La Infanta Rocío
– Por Romina Chávez Díaz
Roxana Lugones, la directora de la obra, privilegió aspectos estéticos que bordearan una profunda melancolía de Juana, Rocío Paredes. El paralelismo entre la reina de Castilla y la mujer que abarca una parte de su vida, ronda en el autoritarismo del padre y en la idea del encierro. Pero no es ya el encierro físico sino una especie de autismo, enfermedad a la que es llevada Juana ante sus padeceres. El implícito juega un papel protagónico porque apela a un espectador que conoce la materia de la que se trata. Juana soy yo, nos conduce a la historia de siglos pasados. Frente a la propuesta dramatúrgica, quedamos como “enjaulados” con la mujer que se nos presenta absurda, como viviendo en un plano lejano y distante, del cual no interpretamos más que la condición de una “reina” incomprendida, insatisfecha, reclamante. Pero poco sabemos sobre su reinado virtual, del presente, del aquí y ahora, del por qué de su soledad.
Cierto hermetismo trasvasa la “historia” que se fríe a base de fragmentos. La imagen de la puesta amasada en un vestido que hace las veces de pequeño montaje escénico desarmable, es como lo más rico y potable, lo que gana en la escena total. El vestido de Juana “dice” lo que ella no puede. Es un espacio que sintetiza el sentido. Finalmente la locura, es lo más cercano a la vida.
– Generación Crítica es un Proyecto del Instituto Nacional de Teatro para la formación de jóvenes críticos de escuelas secundarias públicas. Somos un equipo integrado por Emil Rodríguez, Adriana Pica, Brenda Godoy, Rocío Alfaro y Laura Guzmán, bajo mi coordinación.