Hay variedad de lugares en Salta pero pocos tienen una calidez especial. La madrugada del sábado dejaba traslucir una velada entre lo festivo y lo romántico: nadie podría pasar inadvertido al arroyo que arrulla, poco más allá de San Lorenzo, ahicito nomás …
Aproximadamente a 12 Km de Salta Capital, un restó que antes estaba en La Balcarce, ahora se encuentra en Castellanos. Tiene dos accesos, uno por Villa veraniega de San Lorenzo y otro por Vaqueros. Se llega por el camino a Lesser, antes del puente y doblando a la izquierda, a 800 mts., en el Callejón de Las Pircas. Gervasio está rodeado por un bello paisaje natural. Por la zona se alquilan cabañas y casas de campo. Dicen quienes frecuentan el lugar, que una mateada allí, cerca del atardecer, ofrece un matiz que rompe la monotonía convencional.
Mesas y sillas sobre el césped, al lado del arroyo, pintan un ambiente campestre. Federico y Natalia, los dueños del lugar, amables y cordiales recibieron a los clientes quienes parecían ser los huéspedes de su casa. El baile de disfraces se armó en el quincho, y entre los festejantes también se divirtieron los muy pequeñitos. Algunos artistas locales buscan este sitio para pasear, divertirse, comer y beber algo.
Al despuntar la noche se largó el karaoke con boleros y algunos cantantes que parecían haber estado antes en un escenario hasta que comenzaron los más improvisados y más lanzados a animarse con el micrófono. Uno que otro tema de tango y de folclore y la música pop fueron los elegidos por los participantes. La fiesta no paró hasta altas horas y finalizó con una guitarreada.
Con precios muy accesibles, calidad en la atención, gente macanuda, un lugar encantador y buena compañía se pude pasar un momento distinto el fin de semana.