La designación de Carlos Zannini, el consejero político de la Presidente, para acompañar al gobernador Scioli en la fórmula presidencial del oficialismo, es un golpe de palacio que consagra a una suerte de comisario político encargado de controlar al eventual Presidente.
Este condicionamiento ocurre luego de varios años de confrontación política contra Scioli y del intento de forzarlo a un compromiso a través de unas Paso competitivas. La postulación de Randazzo ha quedado, así, colgada de un pincel. La designación de Zannini vendrá acompañada de un copamiento de las listas legislativas por parte del grupo cristinista.
– Prensa obrera