Lanata en Radio Mitre compite con El Oro y el Moro de Radio 10. Al parecer, esto generó el texto que colgó González Oro en su Face. ¿Por qué tanto temor de dejar de ser el number one? El Grupo Clarín va por la señal de Oro.
En lo que tiene razón Jorge Lanata es que «no pasa nada…» (frase que espetó al mendocino en un supuesto tono conciliador)
Ahora bien, cabe la siguiente reflexión: ¿Está mal ser el número 2? Subir o bajar el share tiene que ver con el termómetro diario en donde es pasajero el éxito. Siempre.
Mensaje de Oscar González Oro
«Sinceramente agradezco todos los mensajes de cariño, amor y fidelidad que recibo a través de distintos medios, entre ellos este, mi Facebook. No es un buen dia y seguramente tampoco será un buen fin de semana. Pienso en todo el esfuerzo de los últimos años, pienso en la cantidad de energía que dejé y en la que recibí por parte de todos uds. Pienso que en los últimos 25 años mi vida giró en torno a la radio. En algunos momentos también en torno a la tele. Pero sé que soy un animal de radio fundamentalmente. Amo la radio, agradezco todo lo que me dio. Agradezco a Dios que me dio tanta energía que me sirvió, entre otras cosas, para tratar al menos de ayudar a la gente que me seguía día a día. En algunos casos lo conseguí, en otros no. Pero la intención siempre era la misma. También sé que uno no es una moneda de oro, como decía Atahualpa, para gustarle a todo el mundo.
Sé que vivimos en una sociedad complicada. Diíicil a veces de entender. En mi caso me cuesta entender a gente que se toma el trabajo de leer mi Face para disfrutar y para desear que me vaya mal en la radio y en la vida. Por supuesto son eliminados o bloquedos, pero queda una sensación extraña. Gente que no me conoce y me insulta o me califica de manera brutal. Todo porque no están de acuerdo con algo que escribi o dije. Es como pegarle un tiro a alguien que piensa distinto. Es muy loco. Muy perverso. Yo soy un tipo grande, que viví intensamente y pienso seguir haciéndolo. No me voltean estas cosas. Me fortalecen. Siempre dije y conté que no me voy a morir al aire. Pienso en mi retiro. Puedo hacerlo, estoy en condiciones. Puedo dedicarme a escribir o a otras cosas también.
La tremenda exposición de los últimos años tiene sus costos y beneficios. El año pasado lo intenté, digo retirarme, y me convencieron de que no era el momento. Y quizá tenían razón. O tal vez se equivocaron y era el momento. Este año me costó volver, pero una vez tomada la decisión de hacerlo, volví con todo. Con la mejor energía que tengo. Poniendo todo lo que tengo cada mañana. No cambié en nada. Soy el mismo de siempre. No puedo hacerlo. No me podría mirar al espejo. Estoy orgulloso del programa que estamos haciendo. Estoy seguro que hacemos un programa estupendo. Si no pensara así, créanme, dejaría hoy mismo mi lugar en la radio. Por supuesto que ronda en mi cabeza la idea de hacerlo. Pero no lo voy a hacer. También créanme. Voy a seguir poniendo todo lo que puedo y tengo todas las mañanas de cada dia que siga al frente de El Oro y el Moro. Repito estoy orgulloso del programa que hacemos con mi equipo. Me hace feliz empezar el día frente al micrófono que Radio 10 pone a mi disposición desde hace 15 temporadas. Me hace muy bien saber que tengo un lugar enorme en la gente de todo el país. Me sigue gustando ser el representante de aquellos que la pasan mal.
Todos los días cuando leo los mensajes que me llegan desde los rincones más lejanos de esta ciudad pienso que cumplí con mi sueño, que lo logré. Que mi Papá y mi Mamá y María Luisa estarían muy orgullosos de mí. Y que también yo estoy orgulloso, Porqué no? Por esto y muchas cosas más voy a dar pelea en todo sentido. Voy a seguir defendiendo mi lugar como el primer día. Radio 10 es mi casa. Yo decidí quedarme. Yo no quise irme. Y cuando me quedo, me quedo con todo lo que soy. Diria Borges ´´ la carne y la gran alma´´.
Aquellos que me conocen, digo aquellos que están al lado mío en la vida, los que comparten horas y horas , saben que no fue nada facil llegar y menos aun mantenerse en el primer lugar. Todo tiene un costo. Supongo que el mio es la soledad. Pero ni siquiera me quejo. Si es el costo lo estoy pagando y con creces. Gracias por leerme. Gracias.»