Hablar con Max infunde energía, calidez humana; al igual que verlo como Nicolás Zavaleta. Mazzarello, seguro en su papel de José y en su postura frente al teatro. Otro gran actor: Ernesto Claudio como Miguel. El público los esperó, los abrazó, los fotografió. El Cervantes en Salta.
Serán “Días eternos” sin el viejo . Así concluye esta impactante historia escrita por Carlos Pais y llevada con tanta maestría por estos tres excelentes actores del teatro nacional. Otra gran obra que nos acerca el Teatro Nacional Cervantes con tres artistas de gran talla. Uno los ha visto en la TV y en el cine. Ahora los conoce en el teatro y cada día, estrechamos más las distancias entre los teatristas.
Miguel está solo y su vida tiene un sentido que no ha percibido aún hasta la llegada de José, el «intérprete». El viejo, Nicolás, tiene una historia oculta. Su valor como un intelectual de su época o como un ser humano con potencialidades interiores riquísimas, sale a la luz. Max Berliner nos deja tiesos con la interpretación de su personaje; Mazzarello y Claudio también impecables, logran crear a estos hombres que sobreviven el día a día y admitimos sus soledades y las cosas dolorosas del argento: no hay laburo en este país y de una u otra forma, han sido abandonados por sus esposas. Pero tienen una necesidad de vivir que los acerca, de soportar el tiempo, de tener una razón.
La dramaturgia está lograda y el trabajo de dirección también (Gladys Lizarazu) puesto que la obra se ubica en el límite de lo posible: pudo haber provocado rechazo. Sí es bien típicamente porteña pero se aleja de lo televisivo para potenciar la representación teatral grotesca bordeando el esperpento. Interesante escenografía (Alfonso Sierra).
La frase crucial de la obra: “cómo destruye este país a los profesores universitarios” . Lo vemos en Nicolás, senil, sin habla y postrado.
Con Marcelo Mazzarello
La gente te ubica por «Muñeca brava» y yo pienso que un actor que elige hacer teatro deja una huella social en el público, cómo lo ves vos, cómo sentís este trabajo
– Yo creo que la televisión permite que a uno lo conozcan y que la gente vaya al teatro después a verte. Me parece que la televisión puede ayudar al teatro si a eso uno lo utiliza. Y siento esa necesidad, eso que vos decís, de dejar una huella social y de contactarme con el público. El Cervantes te da la posibilidad de que la gente llegue, que pueda acceder por los precios y más todavía siendo parte de ese proyecto que ayuda aún más a acercar la gente al teatro que es lo que tenemos que hacer nosotros, los actores, contribuir a que eso pase.
¿Te sentís un actor cómico o que tiende al humor?
– Sí y me enorgullece hacer humor y divertir a la gente, uno puede hacer otras cosas pero yo prefiero hacer reír porque también se puede hacer reflexionar con el humor.
Dónde te vamos a ver próximamente o que trabajo estás proyectando
– Estoy trabajando en esta gira del Cervantes que se inició hace bastante tiempo y estoy trabajando en una obra en Buenos Aires que se llama «Vidé, la cinta fija» y va lo jueves, así que estoy bastante ocupado con el teatro. La televisión en estos momentos no está ofreciendo demasiadas opciones, los actores que hay ya están trabajando así que me encuentro en un año dedicado al teatro… y muy contento.
¿Cuánto tiempo lleva hacer una obra como esta… ensayar?
– En el Cervantes estás atado a los tiempos contractuales, por ejemplo en la otra obra que es una cooperativa, ensayamos ocho meses. En el caso del Cervantes como se cumplen plazos y contratos, fueron dos meses de ensayos y se sale a la gira. Pero creo que es un tiempo adecuado, esta es una obra de tres personajes y algunos decorados, eso hace que uno trabaje solamente con la actuación.
Con Max Berliner
Tu papel me ha inspirado una ternura terrible…
– Me duele mucho el papel, lo sufro por dentro.
…
– Para mí es un trabajo muy importante porque no hablo, todo me queda adentro y es peor, el poema es el mensaje que me reservo, es lo que pienso todo el tiempo pero tendría muchas cosas para decir. Es una obra que tiene un mensaje extraordinario y es que a los viejos hay que amarlos. Son los que tienen la sabiduría, nos la dejan y se van…
Maravilloso…
– Ese es el personaje …
Qué sentís cuando salís vos y la gente se ríe, por qué se ríe de tanto dolor
– Justamente es una farsa, un grotesco dramático y la gente se ríe porque es humor negro. La gente se ríe y es una cosa muy seria, después se dan cuenta que se están riendo equivocadamente pero les causa gracia, ¿entendés? Es humor negro y la gente la acepta, así es la vida: es dramática. A la vida la vivimos equivocados, a veces.
Max tengo una pregunta personal: ¿qué dejás para mañana o qué dejaste para mañana…?
– Todo. No estoy de acuerdo con el refrán que dice “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. El sentido de mi vida es dejar para mañana siempre algo para hacer, nunca dejar de hacer. Si no dejamos algo para mañana se terminó, no tiene sentido la vida. Yo cada día tengo un proyecto, vivo con proyectos, con sueños… Eso es la vida, si no, se acaba todo.
Hablando con Marcelo Mazzarello y Max Berliner por «Días eternos»
Me encantó la entrevista y también la obra. Los actores geniales, especialmente Ernesto Claudio. Que bueno poder apreciar teatro de primer nivel en Salta.